EE UU sufre m¨¢s ataques inspirados por la derecha radical que por el yihadismo

El asesinato a sangre fr¨ªa de nueve personas negras en una iglesia de Charleston a manos de un extremista blanco de 21 a?os ha vuelto a poner el foco en el peligro real que suponen los extremistas de la derecha norteamericana en un momento en el que la seguridad nacional de EE UU se concentra en contener la amenaza yihadista. Dylann Roof no hab¨ªa ocultado nunca su afici¨®n por las armas y los s¨ªmbolos racistas. Con sus nueve v¨ªctimas, son ya 48 los muertos a manos de derechistas radicales en Estados Unidos desde el 11-S, seg¨²n un recuento hecho por el centro de estudios sobre seguridad internacional New America. Los muertos por terrorismo de inspiraci¨®n islamista en EE UU en ese mismo periodo son 26.

El estudio se centra en aquellos atentados cometidos por ciudadanos norteamericanos o asimilados a EE UU, que agrupa bajo el t¨ªtulo de terrorismo dom¨¦stico. Cita un total de 460 individuos acusados de terrorismo en estos a?os, o con motivaciones terroristas cre¨ªbles. De ellos 277 son yihadistas 183 de otras ideolog¨ªas. De los 19 casos analizados, la matanza de Charleston es la que ha provocado m¨¢s v¨ªctimas mortales, seguida por la que un neonazi cometi¨® en un templo sij en Wisconsin en 2012 (seis muertos).

La motivaci¨®n extremista de derechas es dif¨ªcil de definir. Tampoco se puede equiparar a terrorismo, reconocen los autores, ya que la Constituci¨®n proteje la libertad de expresi¨®n y el derecho a tener opiniones radicales. Los autores se centran en aquellos casos en los que se utiliza la violencia para conseguir esos fines. Por ejemplo, el estudio califica dentro de las v¨ªctimas del extremismo de derechas al guardia de un banco asesinado durente un robo en Tulsa, Oklahoma, en 2004. La raz¨®n es que el motivo ¨²ltimo de los asaltantes era comprar armas para vengar la actuaci¨®n del Gobierno federal en los sucesos de Waco (Texas) en 1993.

El mayor atentado en suelo norteamericano entre Pearl Harbor (1941) y el 11 de septiembre de 2001 fue realizado por otro extremista, Timothy McVeigh, cuyo motivo era el odio hacia las instituciones federales. Las bombas que coloc¨® en el edificio federal de Oklahoma mataron a casi 170 personas en abril de 1995.

La precandidata dem¨®crata a la Presidencia de EE UU Hillary Clinton abri¨® una puerta al debate cuando calific¨® los sucesos de Charleston como un acto de "terrorismo racista", al tiempo que exig¨ªa la retirada de la bandera confederada de los edificios p¨²blicos en algunos estados del sur.

Entre los atentados de inspiraci¨®n islamista, los m¨¢s graves recopilados por New America son los asesinatos de Ali Muhammad Brown en Washington y Nueva Jersey en 2014 y la matanza de la base militar de Fort Hood en 2009, cuando un psiquiatra militar abri¨® fuego en la base al grito de Al¨¢ es grande y mat¨® a 13 personas.

El estudio coloca en el lado de los ataques yihadistas en suelo norteamericano aquellos en los que hay indicios de influencia del extremismo isl¨¢mico para cometerlos. Por ejemplo, el atentado contra la marat¨®n de Boston en 2013, cometido por dos hermanos de una familia de origen checheno que viv¨ªan en Estados Unidos desde ni?os. No ten¨ªan relaci¨®n formal con ning¨²n grupo terrorista. Al igual que el ciudadano egipcio que mat¨® a dos personas en el aertopuerto de Los ?ngeles en 2002, se trata de individuos influenciados por la ideolog¨ªa yihadista, pero no terroristas enviados a actuar en suelo norteamericano.

Esta ¨²ltima posibilidad es uno de los temas recurrentes en materia de seguridad por parte del Partido Republicano. El a?o pasado, a ra¨ªz de la crisis en la frontera provocada por la llegada de decenas de miles de menores de Centroam¨¦rica, voces notables de ese partido justificaron la necesidad de blindar la frontera porque si un ni?o pod¨ªa cruzarla igualmente pod¨ªan hacerlo los terroristas del Estado Isl¨¢mico.