El Congreso da poderes a Obama para negociar acuerdos comerciales

El dem¨®crata Barack Obama logr¨® este mi¨¦rcoles una de sus mayores victorias legislativas desde que en 2012 sali¨® reelegido. El Senado ratific¨® una ley de la C¨¢mara de Representantes que da autoridad al presidente para negociar por su cuenta acuerdos comerciales. Con la ley en la mano, Obama puede iniciar la ¨²ltima ronda de negociaciones con once pa¨ªses de la cuenca del Pac¨ªfico que representan, junto a EE UU, el 40% de la econom¨ªa mundial.

El Senado vot¨® con 60 votos a favor y 38 en contra la ley del fast track, o v¨ªa r¨¢pida. La semana pasada, la C¨¢mara de Representantes aprob¨® la ley con 218 votos a favor y 208 en contra. En las pr¨®ximos d¨ªas Obama la firmar¨¢.

El mismo mi¨¦rcoles, el Senado aprob¨® otra ley para ayudar a trabajadores perjudicados por el comercio mundial. La C¨¢mara de Representantes debe ratificarla, previsiblemente el jueves.

La ley del fast track permite al presidente negociar acuerdos comerciales y someter el resultado final al Congreso sin que este pueda enmendarlo: los congresistas solo pueden votar s¨ª o no. Todos los presidentes, desde los a?os setenta, han disfrutado de esta autoridad. Su finalidad es evitar que el Congreso deshaga con enmiendas y objeciones acuerdos ya cerrados por el presidente en negociaciones multilaterales.

La v¨ªa r¨¢pida no es solo una de las prioridades de Obama en su ¨²ltimo mandato: tambi¨¦n es la primera ley de calado que aprueba gracias a los votos de la oposici¨®n republicana y con su partido, el dem¨®crata, en contra.

La Asociaci¨®n Transpac¨ªfica (el nombre del tratado, TPP en sus iniciales en ingl¨¦s) incluye a doce pa¨ªses de Am¨¦rica y Asia, entre ellos Jap¨®n. Obama y sus aliados republicanos defienden impulsar las exportaciones y beneficiar¨¢ a la econom¨ªa estadounidense. Sostienen que es una pieza imprescindible para contrarrestar la influencia en la regi¨®n de China, pa¨ªs no incluido en el tratado. Sus detractores, entre ellos la influyente base sindical del Partido Dem¨®crata, recuerdan el coste de anteriores tratados de libre comercio en puestos de trabajo y condiciones laborales en EE UU. Citan el tratado de libre comercio de 1994 con M¨¦xico y Canad¨¢, responsable, seg¨²n este argumento, de las deslocalizaciones que han destruido centenares de miles de empleos.

Aunque la autoridad negociadora servir¨¢ ante todo para impulsar las negociaciones con los pa¨ªses del Pac¨ªfico, tambi¨¦n es v¨¢lida para el acuerdo transatl¨¢ntico con la Uni¨®n Europea, menos avanzado.

La aprobaci¨®n de la ley de la v¨ªa r¨¢pida ha sido accidentada. Han sido necesarios varios votos, en las ¨²ltimas semanas, y triqui?uelas legislativas. El proceso ha dejado heridas en el Partido Dem¨®crata, m¨¢s reacio a los acuerdos comerciales internacionales que el Partido Republicano, asociado al partido de libre mercado.

Incluso Hillary Clinton, favorita en la nominacion dem¨®crata a las elecciones presidenciales de 2016, ha tomado distancias con Obama en este asunto.

Clinton defendi¨® el tratado cuando era secretaria de Estado en la Administraci¨®n Obama, entre 2009 y 2013. Su marido, Bill Clinton, promovi¨® durante su presidencia, en los a?os noventa, la ca¨ªda de las barreras comerciales. Pero necesita movilizar en campa?a a las bases progresistas de su partido, opuestas a la v¨ªa r¨¢pida.

Tras la victoria legislativa con la pol¨ªtica comercial, Obama afronta la pr¨®xima semana otra iniciativa clave para su legado: la negociaci¨®n para frenar el programa nuclear de Ir¨¢n a cambio de levantar las sanciones.