?Qu¨¦ tiene que ver el caf¨¦ que tomas con los bosques del mundo?
Para defender la calidad del grano, los productores est¨¢n cada vez m¨¢s involucrados en la protecci¨®n del ambiente
?Qu¨¦ relaci¨®n tienen el caf¨¦ y los bosques? La respuesta es simple: sin bosques corren peligro la productividad y el buen sabor de esta bebida cotidiana. El grano crece en terreno monta?oso, que depende de la protecci¨®n de los ¨¢rboles para evitar la erosi¨®n y mantener la humedad ideal.
Los productores de caf¨¦ en Am¨¦rica Latina no siempre han dominado este conocimiento, pero ahora muchos de ellos se han puesto a la vanguardia de la lucha por la conservaci¨®n de los bosques.
Entre ellos se encuentran los agricultores de Varre-Sai, una peque?a ciudad 260 kil¨®metros al noroeste de R¨ªo de Janeiro. Todo R¨ªo de Janeiro y otros 16 estados de Brasil estuvieron cubiertos alguna vez por la Mata Atl¨¢ntica, la formaci¨®n vegetal m¨¢s grande del continente despu¨¦s de la selva amaz¨®nica, con una superficie total de 1,3 millones de km2, un ¨¢rea del tama?o de Colombia.
Pero este bioma ha sido tan afectado por la ocupaci¨®n humana que hoy en d¨ªa solo queda el 12,5% de la superficie original, seg¨²n un sondeo publicado a finales de mayo por la Fundaci¨®n SOS Mata Atl¨¢ntica. Y en el noroccidente del estado de R¨ªo, una regi¨®n hist¨®ricamente dominada por el monocultivo de caf¨¦ y az¨²car, la superficie restante es de apenas del 3%.
Una curiosidad es que el grano que se produce en estas tierras todav¨ªa tiene mala fama, al punto de que en el mercado de caf¨¦ brasile?o se utiliza el adjetivo "riado" (originario de R¨ªo de Janeiro) para describir una bebida amarga, hecha con granos baratos y de mala calidad.
Por eso, no son pocas las fincas de caf¨¦ que se han empezado en cambiar esa percepci¨®n y han comenzado a hacer esfuerzos por recuperar las ¨¢reas degradadas y conservar las que todav¨ªa existen. Estas fincas, como resultado, comienzan a tener paisajes ¨C y productos ¨C con cualidades similares.
El valor del bosque
Con estas nuevas t¨¦cnicas, las cimas de las monta?as cercanas a las fincas tienen un ¨¢rea protegida y cercada, formada por ¨¢rboles nativos, que ayudan a absorber la lluvia. M¨¢s abajo, las plantaciones de caf¨¦ se distribuyen en curva de nivel para evitar la erosi¨®n. Algunas granjas, como la de M¨¢rcio Vargas, cuentan tambi¨¦n con tanques de contenci¨®n para el almacenamiento y reutilizaci¨®n del agua que no ha sido absorbida.
"Con esto, se obtiene un grano de mayor calidad, que ofrece tuestes m¨¢s sabrosos", dice Vargas. ?l y otros doce productores son apoyados por el programa de R¨ªo Rural (2006-2018), una asociaci¨®n entre el gobierno del estado de R¨ªo de Janeiro y el Banco Mundial. Entre otras actividades, la iniciativa financi¨® la conservaci¨®n y recuperaci¨®n de la Mata Atl¨¢ntica.
En alianza con la municipalidad de Varre-Sai, los productores reciben el 60% del llamado IVA Ecol¨®gico, una cuota creada para recompensar a los cafeteros que crearon reservas privadas para proteger el patrimonio natural. En 2014, estas zonas abarcaron m¨¢s de 200 hect¨¢reas y sus propietarios recibieron m¨¢s de US$17.500.
"No fue dif¨ªcil movilizar a los agricultores para crear y preservar estas ¨¢reas. Al contrario. Es un trabajo que para ellos se traduce en una compensaci¨®n econ¨®mica. Y para la ciudad en un aumento de la biodiversidad y la belleza esc¨¦nica", explica el t¨¦cnico rural Manoel Duarte, quien lidera el programa en Varre-Sai.
Guardianes del agua
Otro paso para mejorar la calidad de los caf¨¦s locales es ayudar a los productores a tener acceso a la formaci¨®n y equipamiento. Con el apoyo del programa R¨ªo Rural, por ejemplo, M¨¢rcio Vargas logr¨® construir un patio de secado.
Ahora sue?a con montar una estaci¨®n para tratar el agua que sobra de la transformaci¨®n de los granos. "Otro de los objetivos es obtener una certificaci¨®n relacionada con el caf¨¦ cultivado de manera sostenible", dice.
Para mejorar la productividad de los agricultores y promover el cuidado del medio ambiente, R¨ªo Rural es considerado por la ONU como un programa de referencia. En total, se dar¨¢ asistencia a 78.000 agricultores hasta 2018.
"Con el programa, el agricultor se convierte en gerente y protector del agua y la biodiversidad, ya que ha aumentado la productividad y los ingresos. Esta combinaci¨®n de beneficios hace que las buenas pr¨¢cticas de manejo de recursos naturales se convierten en algo atractivo", explica el economista Marianne Grosclaude, responsable del programa en el Banco Mundial.
El caf¨¦ de sombra
Los esfuerzos se repiten en pa¨ªses como Colombia, que ya cultiva uno de los mejores granos de Am¨¦rica Latina. Los agricultores trabajan para reforestar las zonas de monta?a y diversificar los cultivos ¨C uniendo pl¨¢tano y caf¨¦, por ejemplo ¨C, una idea por la que ya han mostrado inter¨¦s productores africanos, que buscan replicar estas t¨¦cnicas.
Tambi¨¦n en Costa Rica, un proyecto compensa a agricultores, entre ellos productores de caf¨¦, que mantienen sus bosques. En la granja de Julio Hern¨¢ndez, un productor que participa en la iniciativa, los cedros proporcionan sombra a las plantaciones de caf¨¦ y sirven como fertilizantes naturales. Tambi¨¦n son una fuente de ingresos: por cada ¨¢rbol plantado, el agricultor recibe US$1,30 cada tres a?os.
El resultado es que gana el medio ambiente; y tambi¨¦n el sabor y la calidad del caf¨¦ que va a parar en nuestra taza.
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