La camisa de fuerza dorada
El debate abierto en Grecia es si el euro es compatible con el modelo social europeo
C¨®mo se gestiona la tensi¨®n entre una democracia nacional y la pertenencia a un club supranacional como es la eurozona. Esta es la cuesti¨®n que, en ¨²ltima instancia, se dirime estos d¨ªas en Grecia. En su acr¨ªtica oda a la globalizaci¨®n, publicada a principios de siglo, el analista norteamericano Thomas Friedman afirmaba que aqu¨¦lla obliga a todos los pa¨ªses a ponerse una ¡°camisa de fuerza dorada¡±. Si a tu pa¨ªs a¨²n no le han tomado las medidas para hacerle una, lo har¨¢n pronto, y cuando te la pones suceden dos cosas, ¡°tu econom¨ªa mejora y tu pol¨ªtica se encoge¡±. Puesto que la globalizaci¨®n no permite que los pa¨ªses se desv¨ªen de sus reglas, la pol¨ªtica nacional se reducir¨ªa a elegir entre Cola-Cola y Pepsi-Cola. Da igual Samaras que Tsipras.
El problema surge cuando la pol¨ªtica se encoge y la econom¨ªa empeora: Grecia. La mayor¨ªa, que hab¨ªa mirado hacia otro lado mientras las cosas fueron bien, exige y se pregunta. ?Es el euro la camisa de fuerza dorada europea?, ?es compatible con el modelo social europeo?
El euro ha sido el proyecto pol¨ªtico m¨¢s importante de la historia de la UE por cuanto ha supuesto una enorme cesi¨®n de soberan¨ªa nacional, en el bien entendido de que traer¨ªa bienestar para los ciudadanos. Cuando ello no ocurre ¡ªo porque ha estado mal dise?ado y es incompleto, o porque se cede soberan¨ªa a personas o entes que tienen menor legitimidad democr¨¢tica que los nacionales¡ª se reabren las cuestiones de fondo.
Estos d¨ªas se ha citado una conferencia que pronunci¨® en Fr¨¢ncfort el primer economista jefe del Banco Central Europeo, el halc¨®n Omar Issing. En ella se preguntaba si era posible una uni¨®n monetaria a largo plazo sin una uni¨®n pol¨ªtica: ¡°Los peligros son f¨¢ciles de identificar. El m¨¢s evidente, la actual falta de flexibilidad del mercado de trabajo¡± ¡ªuna de las condiciones exigidas a Grecia para concederle capital a corto plazo¡ª. Esa rigidez laboral, unida a los incentivos ¡°mal orientados¡± que proporciona la Seguridad Social ¡ªotra de las condiciones¡ª y el Estado de Bienestar, ser¨ªa incompatible con la moneda ¨²nica. La pol¨ªtica monetaria de la UE no podr¨¢ luchar contra el paro. Por eso, dijo Issing, ¡°los llamamientos a una Europa social van en una mala direcci¨®n¡±.
Otro economista, Dani Rodrik ¡ª¨¦ste m¨¢s compasivo¡ª, puso en circulaci¨®n hace un lustro su famoso trilema: un pa¨ªs no puede tener al mismo tiempo democracia, globalizaci¨®n y soberan¨ªa nacional. De las tres opciones hay que escoger dos. Reino Unido parece tenerlo claro y se ha decidido por el binomio democracia y soberan¨ªa nacional. ?Y Grecia? ?Qu¨¦ va a escoger el domingo el pa¨ªs que invent¨® la democracia? Para empezar, una toma de posici¨®n de su Gobierno: los griegos deben tener la ¨²ltima palabra.
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