La lucha de un migrante torturado para que M¨¦xico lo indemnice

Cuando ?ngel Am¨ªlcar cruz¨® M¨¦xico con rumbo a los Estados Unidos en 2009 no fue v¨ªctima, como cientos de migrantes, de los c¨¢rteles o de las bandas de trata de personas. Este hondure?o fue presa de los vicios del sistema de justicia, agudizados por el descontrol de la guerra contra el narcotr¨¢fico. ?ngel fue detenido en Tijuana por la polic¨ªa mientras esperaba cruzar a Estados Unidos y fue acusado de traficar droga. Antes de ser enviado a la prisi¨®n fue torturado y humillado por militares. Un juez lo exoner¨® el a?o pasado y fue liberado tras un lustro en una c¨¢rcel.

Tras su liberaci¨®n, Am¨ªlcar regres¨® a casa a ver a su pareja y a su hijo en el departamento de Gracias a Dios, en Honduras. Ahora, est¨¢ de vuelta en M¨¦xico empe?ado en brindar a su historia un final feliz. Su sonrisa deja ver unos dientes muy blancos, carentes de rencor. Est¨¢ por comenzar una batalla. Busca que quienes lo torturaron sean castigados, limpiar su nombre y que el Estado mexicano lo indemnice por el da?o provocado. ¡°Si mi caso no llega a concluirse es un antecedente no prometedor para los mexicanos y extranjeros que han sido v¨ªctimas de tortura¡±, dice.

?ngel rema a contracorriente. Entre 2010 y 2013 la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos recibi¨® m¨¢s de 7.000 quejas por tortura y malos tratos. Solo existen seis sentencias por este delito desde 2005, seg¨²n un informe de Amnist¨ªa Internacional. ¡°Torturar no cuesta nada en M¨¦xico. Ni administrativamente, ni penalmente¡±, se?ala el abogado Luis Tapia, uno de los abogados de la v¨ªctima.

La lucha de este gar¨ªfuna (una etnia negra de or¨ªgenes africanos y caribe?os con raigambre en la zona del Atl¨¢ntico centroamericano) se enmarca en un contexto especial. El Gobierno de Enrique Pe?a Nieto lleva meses tratando de refutar los se?alamientos que le llueven del extranjero por violaciones de derechos humanos. Uno de los m¨¢s feroces cr¨ªticos ha sido Juan M¨¦ndez, el relator de tortura de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas (ONU), que firm¨® en febrero un pol¨¦mico informe donde concluy¨® que la tortura y los malos tratos en las detenciones en M¨¦xico eran generalizados. Como parte de su investigaci¨®n, M¨¦ndez visit¨® a ?ngel Am¨ªlcar en prisi¨®n en mayo de 2014. Un mes despu¨¦s el hondure?o fue declarado preso de conciencia por Amnist¨ªa Internacional y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agust¨ªn Pro Ju¨¢rez.

Am¨ªlcar se encuentra ahora inmerso en un pantano burocr¨¢tico. No puede acceder a los recursos que ofrece el Gobierno a las v¨ªctimas de la violencia porque el Estado no admite el protocolo de Estambul (un conjunto de reglas para documentar la tortura) que le aplicaron peritos independientes. ¡°La PGR quiere someterlo a otro donde vuelva a contar toda su experiencia y revictimizarlo. Es un examen muy intrusivo¡±, dice Tapia.

El protocolo, realizado cuando ?ngel llevaba cuatro a?os en la c¨¢rcel, fue pagado por una ONG hondure?a despu¨¦s de que la defensor¨ªa p¨²blica mexicana rechazara hacerlo por no tener dinero. Durante el proceso judicial la prueba no fue desechada por las autoridades. ¡°Si no admiten el protocolo cualquier individuo que sea torturado y que contrate peritos independientes ver¨¢ caer las pruebas vinculadas a la tortura¡±, dice Am¨ªlcar.

La v¨ªctima ya contaba con la promesa de funcionarios mexicanos. L¨ªa Lim¨®n, la encargada de Derechos Humanos de la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n (SG, Ministerio del Interior), lo recibi¨® el 3 de noviembre de 2014. ¡°Se disculp¨® en nombre del Estado por todo lo que me hab¨ªa pasado¡±, recuerda ?ngel. ¡°Me dijo que contaba con un fideicomiso y que iba a agotar todas las instancias para repararme el da?o¡±.

No ando so?ando en la reparaci¨®n, creer que eso va a solucionar mi futuro ser¨ªa enga?arme
?ngel Am¨ªlcar, migrante hondure?o

Seg¨²n documentos en poder de este peri¨®dico, las gestiones de la alto cargo siguieron. En un oficio fechado en diciembre de 2014 se solicitaba a ?ngel documentos que comprobaran gastos hechos por su familia en tratamientos m¨¦dicos y psicol¨®gicos. Estos se incluir¨ªan como ¡°da?os emergentes¡± que se sumar¨ªan a una indemnizaci¨®n general.

Fue la pol¨ªtica la que se interpuso entre el di¨¢logo del Gobierno y la v¨ªctima. En marzo, L¨ªa Lim¨®n abandon¨® el cargo para buscar ser diputada por el Partido Verde. Fue hasta la semana pasada que ?ngel Am¨ªlcar fue recibido por Roberto Campa, el relev¨® en la oficina de Gobernaci¨®n. ¡°Est¨¢ m¨¢s dispuesto que la anterior¡±, asegura el hondure?o.

?ngel sabe que su petici¨®n es dif¨ªcil. ¡°No ando so?ando en la reparaci¨®n, creer que eso va a solucionar mi futuro ser¨ªa enga?arme¡±. Prefiere concentrarse en la siembra de bananas en Honduras. Tambi¨¦n quiere recuperar el tiempo perdido con su familia. ¡°Mi hijo creci¨® sin m¨ª. Cuando uno se aleja se pierde el cari?o¡±. Sabe que el amor, como su huerto, necesita cultivo y atenci¨®n. ¡°Si no, la mala hierba se come todo¡±.