¡°M¨¦xico necesita una cruzada por los derechos humanos¡±

El caso Iguala fue una sacudida pol¨ªtica en M¨¦xico. El asesinato de 43 estudiantes empuj¨® al Gobierno contra las cuerdas y del impulso sali¨® disparado el fiscal Jes¨²s Murillo Karam, que fue relevado en febrero del mando de la Procuradur¨ªa General. Tres meses despu¨¦s, en mayo, dimiti¨® su encargada de Derechos Humanos. Eliana Garc¨ªa Laguna (M¨¦xico DF, 1958) ten¨ªa una larga carrera de activismo en la que incluso pas¨® dos a?os presa. Acept¨® el puesto para promover ¡°desde dentro¡± la agenda de las organizaciones civiles. En junio de 2014 la nombraron subprocuradora de Derechos Humanos. Dur¨® un a?o. Resume la etapa con una oraci¨®n con forma de contorsi¨®n: ¡°Logr¨¦ mantener la lealtad institucional y ser leal a mis convicciones¡±.

¡°Era mi tiempo de salir¡±, se limita a decir cuando se le pregunta por su dimisi¨®n. Defiende que este gobierno ha conseguido avances en derechos humanos, pero insuficientes: ¡°No se ha desplegado la cruzada nacional que necesitamos¡±. Sostiene que durante la presidencia de Felipe Calder¨®n (2006-2012) la subprocuradur¨ªa de Derechos Humanos era ¡°un adorno¡± y que con Murillo Karam se activ¨®: ¡°Se convirti¨® en un espacio real de interlocuci¨®n con la sociedad civil¡±. Cuando se le pregunta si considera que para el Gobierno actual los derechos humanos son una prioridad, se vuelve a contorsionar: ¡°Yo dir¨ªa que son un reto que el Estado mexicano tiene que afrontar con todas las herramientas que tiene disponibles y con las que a¨²n tiene pendiente construir¡±.

La cruz de la Fiscal¨ªa de la que form¨® parte fue Iguala. La instrucci¨®n del caso ha sido denostada por sectores de la opini¨®n p¨²blica y ha recibido cr¨ªticas objetivas de expertos internacionales. Garc¨ªa Laguna no est¨¢ comoda con el tema por el que el mundo activista del que proviene zarande¨® a Murillo Karam y a su gente. ¡°Mi convicci¨®n es que en el tema de la desaparici¨®n nunca nada es lo suficientemente satisfactorio, por intensa que sea la labor de la autoridad¡±, dice. Las familias de los 43 estudiantes secuestrados por narcos y polic¨ªas no aceptan la versi¨®n oficial ¨Cque fueron asesinados¨C y siguen consider¨¢ndolos desaparecidos.

Para Garc¨ªa Laguna las desapariciones son el mayor reto. En M¨¦xico hay m¨¢s de 26.000 personas sin rastro. ¡°Es una tortura emocional para las familias¡±. Asegura que durante el a?o que estuvo al frente de la secci¨®n de derechos humanos no hubo nada que le hiciese sentir tanta ¡°impotencia¡± como esto. ¡°Imag¨ªnese tener que dar una respuesta a un familiar de alguien que usted sabe que ha sido quemado, del que no queda nada. ?Se lo dice? ?C¨®mo se lo dice? Lo vital para ellos es saber el paradero de su persona querida y t¨² s¨®lo puedes decirles que nunca lo sabr¨¢n con toda certeza¡±.

La activista cuenta un episodio que comprime la ¡°frustraci¨®n¡± que nunca dej¨® de sentir mientras estaba en el lado gubernamental del drama de los derechos humanos. En una reuni¨®n con familiares de v¨ªctimas, una madre tom¨® de repente la palabra y le dijo: ¡°Yo quisiera que a usted le entregaran a su hijo desmembrado a la puerta de su casa para que sintiera lo que yo estoy sintiendo¡±.