Italia ante ¡®la amenaza¡¯ de los desembarcos
Los italianos son cada vez m¨¢s pesimistas y reacios a las pol¨ªticas de inclusi¨®n y critican la labor del Gobierno de Renzi en materia de inmigraci¨®n
Son las tres y media de la tarde en un t¨®rrido domingo romano. Casi 40 chavales se enfrentan bajo un sol de justicia en un aguerrido torneo de f¨²tbol sala. Diecis¨¦is son europeos: italianos, belgas y franceses. Veinte son eritreos. Se encuentran entre los miles de inmigrantes desembarcados durante los ¨²ltimos d¨ªas en las costas italianas, a la espera de continuar su viaje rumbo al norte. Ninguno sabe italiano, ni falta que hace: los chicos se hablan, se hacen se?ales, se r¨ªen, se emocionan y se enfadan, y todos lo entienden todo. Es lo que lleva d¨ªas sucediendo con los eritreos, los et¨ªopes y el resto de inmigrantes que llegan a Roma para marcharse al poco tiempo.
Un s¨¢bado a mediados de junio los responsables del centro Baobab, a dos pasos de la estaci¨®n Tiburtina, contaron 378 familias romanas que llevaron alimentos, detergente y ropa reci¨¦n comprada. En los d¨ªas sucesivos se sumaron decenas de voluntarios, llegados para servir las comidas y jugar con los ni?os por la tarde. Los hay muy j¨®venes, como Cecilia Selvaggi, de 17 a?os: tras acabar el instituto, ella y un grupo de chicos de la Comunidad de San Egidio, en lugar de ir a la playa, deciden pasar dos o tres tardes con los chicos eritreos. ¡°Jugamos, intentamos hacer menos dura su presencia aqu¨ª¡±, explica.
Mientras los chavales eritreos juegan al f¨²tbol sala con sus coet¨¢neos italianos a pleno sol, en la otra parte de la ciudad, en el norte de Roma, seis o siete personas est¨¢n sentadas a la sombra de los pinos detr¨¢s de una pancarta. Se trata del grupo de protesta contra la llegada al barrio de un centenar de inmigrantes, impuesta por la Delegaci¨®n del Gobierno sin tener en cuenta la opini¨®n de los residentes. Durante dos meses han organizado sentadas y han cortado calles, una guarnici¨®n permanente, pero tambi¨¦n han realizado una acci¨®n legal que ha llevado a la confiscaci¨®n y la consiguiente paralizaci¨®n de las obras.
El 60,3% de los italianos ve los desembarcos como una amenaza, y el 67,3% responde que no a la idea de ofrecer su segunda vivienda para acoger a los inmigrantes
¡°Con nuestras denuncias han surgido todas las irregularidades¡±, explica Alberto Meoni, uno de los responsables del comit¨¦ de protesta. Desde la falta de un sistema antiincendios adecuado hasta el alcantarillado no autorizado, pasando por los elementos arqueol¨®gicos, paisaj¨ªsticos y arquitect¨®nicos que se deben respetar: hay suficiente material para bloquear las obras ad infinitum. Esto es solo un ejemplo de c¨®mo, en un pa¨ªs donde desde principios de a?o han desembarcado 60.000 inmigrantes llegados del Mediterr¨¢neo, incluso la tendencia a la acogida se mezcla con el miedo.
Basta observar las peque?as ciudades italianas para descubrir lo que los sondeos (y sobre todo el ¨²ltimo informe de Ipsos) certifican: el 60,3% de los italianos ve los desembarcos como una amenaza, y el 67,3% responde que no a la idea de ofrecer su segunda vivienda para acoger a los inmigrantes. E incluso las pol¨ªticas de inclusi¨®n e inserci¨®n en el tejido social ¡ªimplementadas tanto desde abajo como desde arriba¡ª de los inmigrantes que llevan tiempo en Italia empiezan a sufrir el humor ¡°negro¡± de los ciudadanos. Con la crisis econ¨®mica y el desempleo en un 12%, la voz de los movimientos m¨¢s populistas, desde la Liga Norte al Movimiento 5 Estrellas, lo tiene f¨¢cil para encontrar consenso. Incluso en el plano institucional. En efecto, una parte de los presidentes de las regiones del norte se ha opuesto a la idea de acoger a los reci¨¦n llegados en su territorio seg¨²n el esquema de cuotas ideado por el Gobierno Renzi.
Dos de cada tres italianos critican la labor del Gobierno de Renzi en la gesti¨®n del tema de la inmigraci¨®n
¡°Ya hemos acogido a muchos, ya basta¡±, advierte el presidente de la regi¨®n de V¨¦neto, Luca Zaia. En su misma l¨ªnea, el leguista que dirige Lombard¨ªa, Roberto Maroni (antiguo ministro del Interior) y el nuevo gobernador de Liguria, Toti (exponente de Forza Italia). Solo en Roma hay 185 comunidades diferentes, y en algunos barrios viven m¨¢s extranjeros que italianos. Si en diciembre del 2014 un 13% de la poblaci¨®n percib¨ªa la inmigraci¨®n ¡ªclandestina¡ªcomo una amenaza grave, hoy el porcentaje asciende hasta el 25%. Y dos de cada tres italianos critican la labor del Gobierno de Renzi en la gesti¨®n del tema de la inmigraci¨®n.
Traducci¨®n de News Clips
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