Jamenei mantiene la ambig¨¹edad sobre el pacto nuclear

Los altos responsables iran¨ªes siempre subrayan que el ayatol¨¢ Ali Jamenei, el l¨ªder supremo de Ir¨¢n, tiene ¡°la ¨²ltima palabra¡± del r¨¦gimen en las negociaciones nucleares con las seis potencias. Sin embargo, sus pronunciamientos al respecto permiten m¨²ltiples interpretaciones. Cada sector pol¨ªtico se aferra a diferentes pasajes de sus alocuciones para justificar posturas a menudo contrapuestas. ?Est¨¢ el l¨ªder supremo a favor o en contra del pacto?

En su ¨²ltimo discurso, la semana pasada, Jamenei volvi¨® a elogiar a los negociadores iran¨ªes, de quienes dijo que eran ¡°dignos de confianza, valientes, firmes y devotos¡±, aunque tambi¨¦n afirm¨® que ¡°es posible que se equivoquen en su discernimiento y actuaci¨®n¡±. ¡°Mi apoyo no debe ser considerado como un obst¨¢culo para las cr¨ªticas, no estoy en contra de criticarlos, incluso lo veo algo necesario¡±, apunt¨® en otro pasaje suscitando la inquietud de los observadores.

Durante su intervenci¨®n muchos ojos estuvieron puestos en el expresidente Mahmud Ahmadineyad, que por primera vez desde que saliera del Gobierno hace dos a?os se sentaba junto al l¨ªder supremo. Este gesto recordaba el apoyo incondicional del m¨¢ximo cargo iran¨ª a las duras posturas del expresidente en el asunto nuclear, que motivaron las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

?Estaba autorizando el l¨ªder a que los enemigos del di¨¢logo nuclear se lanzaran contra el equipo negociador, y por ende contra el Gobierno de Hasan Rohan¨ª? ?Era un mensaje para las potencias? Los iran¨®logos se lanzaron a especular. Desde la Secretar¨ªa de Estado norteamericana se zanj¨® el asunto diciendo que los negociadores occidentales prefieren ¡°concentrarse en lo que pasa en las salas de reuniones¡±.

Los ultraconservadores iran¨ªes ven con mucho recelo cualquier acercamiento a Occidente, y en particular a EE UU, verdadero interlocutor de Ir¨¢n en ese di¨¢logo en el que tambi¨¦n participan China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania. Desde que se consensu¨® el Plan de Acci¨®n en noviembre de 2013, tanto quienes critican como quienes apoyan al ministro de Exteriores y jefe negociador iran¨ª, Mohammad Javad Zarif, han recurrido a las declaraciones del l¨ªder supremo para legitimar sus posturas. Ante esa polarizaci¨®n, la calculada ambig¨¹edad de Jamenei ha intensificado las discrepancias.

El proyecto de ley para la protecci¨®n de los logros nucleares, que el Parlamento aprob¨® la semana pasada es un ejemplo de ello. Para los diputados que apoyaron la propuesta se trataba de una medida para cumplir ¡°las ¨®rdenes del l¨ªder del sistema¡±. Desde el campo contrario, se ve¨ªa como un intento de limitar el poder de Jamene¨ª respecto al programa nuclear. Al final el texto s¨®lo fue aprobado, tras ser modificado y moderado para convertirse en una ley que marca unas l¨ªneas rojas muy generales, en las que coincide la mayor¨ªa de grupos pol¨ªticos.

¡°No estoy en contra de las negociaciones nucleares, pero tampoco soy optimista al respecto¡±, ha afirmado el l¨ªder iran¨ª en varias ocasiones, en un verdadero ejercicio de equilibrismo para satisfacer a todos los sectores. De esta manera, ha evitado expresarse a favor o en contra del proceso y se ha guardado la posibilidad de apuntarse un tanto, independientemente de cu¨¢l sea el resultado de estas negociaciones maratonianas que ya han entrado en la recta final.