El d¨ªa en que Tsipras lo vio todo rojo
Lecci¨®n de cara al lunes: delicadeza, empat¨ªa, pactismo. Incluso dentro de la vor¨¢gine
Pregunta del mill¨®n: ?cu¨¢ndo se arruin¨® el pacto? Cojan la lupa y repasen qu¨¦ pas¨® desde el Eurogrupo de Riga ¡ª24 de abril, Sant Jordi¡ª, cuando Alexis Tsipras debi¨® tomar el protagonismo en vez de su denostado ministro de Hacienda, Yanis Varoufakis.
Pas¨® que la cadencia de papeles cruzados, propuestas, matices y acercamientos entre el Eurogrupo y Grecia fue fulgurante, (aunque algunos lo nieguen): al menos media docena de documentos lo atestiguan. Hubo verdadera negociaci¨®n.
Hasta que el lunes 22 de junio, tanto la canciller Merkel como los funcionarios del Eurogrupo y la Comisi¨®n brindaron por el ¨²ltimo papel griego (la ¡°comprehensive proposal¡±) como un ¡°gran paso¡±, una ¡°buena base de negociaci¨®n¡±; y los griegos bat¨ªan palmas con las orejas. ?Qu¨¦ ocurri¨® entre ese lunes optimista y la noche del viernes 26 en que Tsipras rompi¨® la baraja y convoc¨® el refer¨¦ndum?
Dos cosas, ambas en la noche del martes 23, verbena de San Juan. El FMI, quiz¨¢ por cuenta del sector talib¨¢n del Eurogrupo, aument¨® sus exigencias (fatal maniobra, aunque con coartada t¨¦cnica). Y Tsipras recibi¨® la contestaci¨®n (endurecida) a su propuesta, en formato tontorr¨®n, con abundantes y prietas l¨ªneas a?adidas, mecanografiadas en rojo, qu¨¦ susto.
¡°Tsipras tuvo la sensaci¨®n de que se le dictaba, le examinaba un profe altivo, se humillaba a su gente¡±, interpreta Nick Malkoutzis, director del Kathimerini en ingl¨¦s ¡ªesa referencia¡ª, premiado este viernes en Barcelona por la Asociaci¨®n de Periodistas Europeos de Catalu?a.
Casi arroja la toalla, pero a¨²n intent¨® durante dos jornadas y media revertir el rev¨¦s. Aunque entonces top¨® ya no solo con el imprudente Jeroen Dijsselbloem (el jefe del Eurogrupo que con fruici¨®n avent¨® las retiradas de dep¨®sitos, para socavar a los griegos) o alg¨²n cabez¨®n del FMI pre-keynesiano.
No solo. Top¨® con la amenaza de dimisi¨®n de su socio de Gobierno, el ultranacionalista derechista Panos Kamenos, ese ministro de Defensa a quien solo ilusiona su propio cargo, y que odia bajar el gasto militar.
As¨ª que el viernes 26 le toc¨® pecar a Tsipras. Volvi¨® de sopet¨®n a Grecia para romper el tablero mediante un improvisado refer¨¦ndum, inh¨¢bil para ratificar decisiones propias, s¨®lo ¨²til para agitarse contra las de los socios. Por un motivo partidista, ni siquiera patri¨®tico.
Ni el Eurogrupo conspir¨® contra Syriza ni Tsipras busc¨® la ruptura, como pretenden los conspiranoicos. Nadie malgasta cinco meses en empe?os tan fatuos. Lecci¨®n de cara al lunes: delicadeza, empat¨ªa, pactismo. Incluso dentro de la vor¨¢gine.
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