La mala salud mental, un obst¨¢culo al desarrollo de Am¨¦rica Latina
Los pa¨ªses prestan cada vez m¨¢s atenci¨®n a lo que se considera una de las causas principales de la p¨¦rdida de productividad
Un v¨ªdeo de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) se le describe como un perro negro que te acompa?a en todos lados, no te deja dormir ni comer bien. Esta descripci¨®n ya la hab¨ªa hecho famosa el estadista ingl¨¦s Winston Churchill. El nombre de este perro negro es ¡°depresi¨®n¡±.
La depresi¨®n es el trastorno mental m¨¢s com¨²n a nivel mundial. En Am¨¦rica latina el 5% de la poblaci¨®n adulta padece de ella, pero la mayor¨ªa no busca ¡ªni recibe¡ª tratamiento, seg¨²n la OMS.
En el peor de los casos, la depresi¨®n puede conducir al suicidio ¡ªse estima que cada a?o unas 63 mil personas se quitan la vida en las Am¨¦ricas. Cuando el padecimiento es m¨¢s leve tambi¨¦n puede afectar la vida diaria, el trabajo y las relaciones personales.
Para dar una idea de la dimensi¨®n del problema: los trastornos mentales y neurol¨®gicos representan casi una cuarta parte de la carga de las enfermedades en Am¨¦rica latina y el Caribe. Estos van desde depresi¨®n y ansiedad hasta el trastorno bipolar.
¡°Estas enfermedades impactan el d¨ªa a d¨ªa de las personas: desde su trabajo, hasta cualquier actividad cognitiva, estudiar, actividades familiares, actividades sociales¡±, dice el Dr. Jos¨¦ Miguel Uribe, psiquiatra y consultor del Banco Mundial.
P¨¦rdida de productividad
Adem¨¢s del impacto en la vida personal, las enfermedades mentales tambi¨¦n afectan el desarrollo de un pa¨ªs ya que son una de las mayores causas para discapacidad en el mundo. ¡°Los trastornos mentales son uno de las principales causas de p¨¦rdida de productividad a nivel nacional (al menos en el caso particular de Colombia) y a nivel mundial¡±, expone Uribe.
¡°Es un tema que afecta a mucha gente, y tiene un impacto importante sobre la productividad¡±, se?ala Roberto Iunes, economista del Banco Mundial. ¡°Mucha gente pierde tiempo de trabajo o produce menos¡±. Agrega que se habla muchas veces del impacto sobre la productividad de los problemas ¡°f¨ªsicos¡±, pero muy poco de la salud mental.
La inadecuada salud mental tambi¨¦n afecta m¨¢s a los pobres, empeorando el c¨ªrculo vicioso de la desigualdad en los pa¨ªses latinoamericanos. ¡°Hay una clara relaci¨®n entre la condici¨®n de vida y los trastornos mentales comunes¡±, dice Paulo Rossi Menezes, profesor del Departamento de Medicina preventiva de la Universidad de Sao Paulo.
Los pobres no solamente tienen m¨¢s riesgo de padecer de un trastorno mental como la depresi¨®n -porque enfrentan m¨¢s dificultades en la vida-, pero tambi¨¦n tienen menos acceso a un cuidado adecuado.
Sin embargo, menos del 2% del presupuesto de salud en la regi¨®n est¨¢ destinado a la salud mental, seg¨²n la OMS. Y en todas las regiones del mundo, el porcentaje de recursos que se destina a este fin no es suficiente para cubrir las necesidades b¨¢sicas, seg¨²n Jos¨¦ Miguel Uribe.
Por eso el Banco Mundial, cuyo principal mandato es el desarrollo econ¨®mico y el combate a la pobreza, quiere poner el tema de salud mental como un elemento importante en la agenda del desarrollo y prioridad para las autoridades econ¨®micas y de salud de sus pa¨ªses miembros.
Informaci¨®n contra el estigma
Seg¨²n Uribe, hay varios problemas hacen dif¨ªcil brindar atenci¨®n adecuada a la salud mental. ¡°El primero es el estigma alrededor de los trastornos mentales, que hace que las personas muchas veces sientan una dificultad en buscar ayuda porque sienten verg¨¹enza o tienen algunas preconcepciones sobre c¨®mo son los tratamientos¡±.
Esto en parte puede ser debido a una falta de informaci¨®n. ¡°Las personas no tienen la informaci¨®n y esto contribuye a las barreras al cuidado¡±, apunta Paulo Rossi Menezes. ¡°Las personas no saben que lo que sienten puede ser lo que llamamos depresi¨®n, o si lo reconocen, no es f¨¢cil para ellos decirlo a otros.¡±
Por otra parte, las personas con trastornos mentales han sido hist¨®ricamente v¨ªctimas de discriminaci¨®n y solo recientemente han podido tener un papel m¨¢s visible y abogar por sus derechos a la salud y a la inclusi¨®n social.
Por ser tambi¨¦n una cuesti¨®n de derechos humanos, la iniciativa SaluDerecho del Banco Mundial apoya esfuerzos en el ¨¢rea de salud mental en Am¨¦rica Latina.
¡°Necesitamos darle normalidad tambi¨¦n a los pacientes de salud mental¡±, opina Nieves Dom¨ªnguez Gonz¨¢lez, m¨¦dica y cirujana de la Universidad de Santiago de Compostela y ex gerente del Servicio Gallego de Salud.
¡°Hay que ense?arle a la poblaci¨®n que estos pacientes pueden llevar una vida normal, con unas determinadas circunstancias¡±. Cuenta la experta espa?ola que en Galicia, por ejemplo, se utiliz¨® el cine como herramienta ¨C al final de una pel¨ªcula relacionada con trastornos mentales, un experto hablaba con el p¨²blico.
Otros retos tienen que ver con el n¨²mero de m¨¦dicos con la experiencia necesaria para tratar trastornos mentales. ¡°No hay suficientes profesionales¡±, dice Jos¨¦ Miguel Uribe. ¡°Y lo otro es que tradicionalmente la salud mental no ha sido prioritaria para los sistemas de salud.¡±
Reforzar la atenci¨®n primaria
Para enfrentar el problema, las organizaciones internacionales proponen algunas estrategias. ¡°Reforzar la atenci¨®n primaria en salud y en salud mental¡±, dice Uribe. Esto significa una atenci¨®n cerca de las personas, en las comunidades, pero tambi¨¦n que el personal m¨¦dico general sea capacitado para reconocer trastornos mentales.
¡°Muchos de los problemas comunes de salud mental pueden ser resueltos por un equipo de atenci¨®n primaria.¡± Tambi¨¦n es importante una coordinaci¨®n buena entre los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria y los especialistas, para referir un caso m¨¢s complejo al especialista adecuado.
En algunos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, las cosas ya est¨¢n cambiando. En Brasil, por ejemplo, si hace 20 o 30 a?os la estrategia se enfocaba principalmente en trastornos mentales graves y pacientes en hospitales psiqui¨¢tricos, ahora se ha ampliado, explica Menezes.
¡°Hubo un cambio muy grande en la pol¨ªtica de salud mental del pa¨ªs¡±, dice. ¡°Ahora nuestra pol¨ªtica de salud mental no est¨¢ basada en los hospitales, sino en centros de atenci¨®n psicosocial y en la integraci¨®n de la salud mental en la atenci¨®n primaria y general¡±.
Aunque todav¨ªa hay muchas dificultades que enfrentar, seg¨²n el especialista, tambi¨¦n se est¨¢ haciendo esfuerzos para dar acceso a servicios de salud mental a un gran n¨²mero de personas que pueden padecer de trastornos mentales m¨¢s leves, como la mayor parte de los casos de depresi¨®n.
El objetivo, dicen los expertos, es que mejore la atenci¨®n a la salud mental en la regi¨®n y que cada vez m¨¢s latinoamericanos tengan la posibilidad de derrotar a ese perro negro que a muchos les acompa?a a todas partes.
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