Tsipras el Griego
La amenaza de ruptura en la uni¨®n monetaria europea est¨¢ siendo observada con mucho inter¨¦s en Latinoam¨¦rica
La amenaza de ruptura en la uni¨®n monetaria europea provocada por la crisis financiera de Grecia est¨¢ siendo observada con mucho inter¨¦s en Latinoam¨¦rica por sus posibles derivaciones pol¨ªticas para una regi¨®n que tiene mucha experiencia con problemas de deuda. La pregunta es si un pa¨ªs cr¨®nicamente moroso, como Grecia, puede lograr mayor bienestar desafiando a los financiadores de su econom¨ªa con una suspensi¨®n de pagos de su deuda. El caso de Grecia es emblem¨¢tico porque el drama ha producido una decisi¨®n popular en un refer¨¦ndum en el que los electores han rechazado los remedios dolorosos que exigen los financiadores para seguir apoyando a Grecia.
La negativa a la austeridad por un pronunciamiento democr¨¢tico ser¨ªa seguramente aplaudido por Pericles, el gran estadista de la ¨¦poca cl¨¢sica de Grecia que promovi¨® la democracia ateniense. Zorba el Griego, el personaje de la famosa pel¨ªcula que encarna el esp¨ªritu exuberante de su pueblo, estar¨ªa bailando en las calles junto a los otros manifestantes que celebraron el triunfo del ¡°no¡±. En el exterior, las izquierdas inundaron las redes sociales con mensajes festejando la victoria. ¡°Vencemos, podemos¡± tuite¨® un espa?ol, celebrando la victoria del Syriza, el partido izquierdista griego, como un anticipo de la toma del poder en Espa?a del movimiento Podemos, que ya gobierna, en coalici¨®n, en Madrid y Barcelona y aspira a ganar el poder nacional en elecciones en Diciembre.
Las evidencias ocurridas en Am¨¦rica Latina certifican que las rupturas radicales agravan las crisis
En Brasil, el partido PSOL, formado por disidentes a la izquierda del Partido de Trabajadores (PT), se declar¨® aliado de Syriza en el combate contra los poderes financieros internacionales que est¨¢n cobrando a Grecia los 50.000 millones de d¨®lares que debe. ¡°Hay que apoyar al Gobierno griego¡± dijo en su p¨¢gina Correio de Ciudadania. Y Jose Felicio, director de relaciones internacionales de la Central ?nica de Trabajadores (CUT), resumi¨® la visi¨®n de la izquierda en una declaraci¨®n: ¡°Es hora de que los pa¨ªses europeos y los partidos de izquierda se alineen y digan ¡°basta¡± a esta situaci¨®n, enfrentando de forma conjunta las pol¨ªticas de ajuste fiscal. Lo que est¨¢ ocurriendo en Grecia, con el rechazo de poblaci¨®n, es la prueba m¨¢s cabal de que existen caminos para resistir el ajuste fiscal y la austeridad... Para nosotros, la alternativa no es esa. Hay que hacer profundas reformas tributarias en todos los pa¨ªses a fin de que los estados obtengan m¨¢s recursos para su desarrollo¡±, afirma, seguramente pensando en el ajuste del Gobierno de Dilma Rousseff.
Alexis Tsipras, el joven (40 a?os) y medi¨¢tico primer ministro de Grecia se ha convertido en un icono de la izquierda en Am¨¦rica y en los pa¨ªses europeos que sufren problemas de endeudamiento, desempleo, y retroceso en el crecimiento econ¨®mico similares a Grecia, como Espa?a, Italia y Portugal. Pero, ?constituyen Tsipras y su partido Syriza, de izquierda radical, la salvaci¨®n? Para los 11 millones de griegos el problema consiste en que su econom¨ªa se encuentra gravemente debilitada, con un retroceso del 25% desde al a?o 2000 y deudas acumuladas que representan m¨¢s de todo lo que Grecia produce cada ano. Se necesita que la econom¨ªa se recupere para poder equilibrar las deudas y esta recuperaci¨®n solo es posible si se ejecutan las inversiones productivas adecuadas. Las evidencias ocurridas en Am¨¦rica Latina certifican que las rupturas radicales agravan las crisis. En cambio, si los pa¨ªses deudores aplican criterios pragm¨¢ticos se puede llegar a buenos acuerdos que faciliten la recuperaci¨®n de la capacidad de pago, a base de nuevas inversiones dom¨¦sticas y en el exterior. Pero para conseguir esas inversiones se necesita aplicar disciplina a las finanzas p¨²blicas, lo que no se ha llevado a cabo en Grecia. En Am¨¦rica Latina hay algunos ejemplos del caso contrario.
Las experiencias de las crisis de deuda soberana siempre esconden un ingrediente pol¨ªtico y otro econ¨®mico, sea en Grecia o en Latinoam¨¦rica
Tanto M¨¦xico, como Brasil, Chile y Argentina han pasado por crisis de deuda externa. Y con resultados diversos. M¨¦xico se declar¨® en 1982 en suspensi¨®n de pagos (default, en ingl¨¦s) de una deuda de 80.000 millones de d¨®lares que se acumul¨® durante el Gobierno del presidente Jos¨¦ L¨®pez Portillo. ?ste despilfarr¨® ganancias provenientes del petr¨®leo hasta que este mismo producto, y su precio vol¨¢til, acarre¨® una crisis. Portillo nacionaliz¨® los bancos privados para no pagar las deudas, pero sus sucesores corrigieron las medidas radicales, consiguieron acuerdos con el Fondo Monetario Internacional y pacificaron al mundo financiero que mantiene el sistema capitalista occidental. Con el tiempo, M¨¦xico volvi¨® a ser un gran productor de petr¨®leo y la crisis fue olvidada.
Brasil suspendi¨® pagos en 1987, cuando un Gobierno, fruto de elecciones democr¨¢ticas, no consigui¨® pagar en su d¨ªa una deuda de 75.000 millones de d¨®lares acumulada durante 21 a?os de gobiernos militares. Las deudas financiaron grandes inversiones que produjeron el llamado ¡°milagro brasile?o¡± de los a?os ochenta. Pero este milagro desemboc¨® en crisis cuando Estados Unidos elevaron los intereses a m¨¢s del 21% anual sobre la deuda. Era impagable. Brasil negoci¨®, consigui¨® un alargamiento de los plazos y, finalmente, estabiliz¨® su econom¨ªa controlando la inflaci¨®n y estimulando inversiones privadas con el Plano Real de 1995. Ahora Brasil tiene reservas internacionales de m¨¢s de 350.000 millones de d¨®lares en monedas convertibles y un futuro econ¨®mico con gran expansi¨®n de exportaciones agr¨ªcolas y mineras, incluyendo petr¨®leo.
Chile sufri¨® en 1973 el colapso de su econom¨ªa por pol¨ªticas de cu?o socialista, alejando inversiones con la nacionalizaci¨®n de las minas de cobre. Era lo que el presidente Salvador Allende llamaba ¡°el sueldo de Chile¡±. Chile tard¨® una d¨¦cada en recuperarse y volver a tener acceso a las inversiones internacionales y a que su econom¨ªa creciera gracias a gobiernos democr¨¢ticos que atrajeron a las grandes mineras internacionales. Estas inversiones han hecho que Chile sea el mayor exportador de cobre del mundo, con China como su principal mercado.
El caso Argentino es muy relevante para lo que sucede en Grecia. Despu¨¦s de establecer la convertibilidad del peso al d¨®lar americano en a un cambio fijo durante los a?os noventa como medida para estabilizar la moneda y atraer inversiones, un mal desempe?o fiscal acarre¨® que Argentina acumulara d¨¦ficits internos que financiaba con deudas externas que alcanzaron en 2001 los 90.000 millones de d¨®lares. Fue entonces cuando el pa¨ªs declar¨® la mayor suspensi¨®n de pagos de deuda soberana de la historia. El por entonces presidente, Fernando de la R¨²a, jefe de un Gobierno del moderado pero ineficaz Partido Radical, fue obligado a convocar elecciones anticipadas que dieron el poder al partido Justicialista del peronismo hist¨®rico. El nuevo presidente interino, Ernesto Duhalde, frente a la amenaza de un colapso del sistema financiero, nombro a Roberto Lavagna, un economista peronista con gran experiencia internacional, nuevo ministro de Econom¨ªa. Lavagna trajo una visi¨®n diferente al la del establishment financiero internacional, encabezado por el FMI, referente a c¨®mo reestablecer la solvencia Argentina y as¨ª salir de una recesi¨®n que ya empobrec¨ªa a los asalariados, a los pensionistas y a los peque?os empresarios. Hizo que los bancos argentinos cargasen con p¨¦rdidas procedentes de pr¨¦stamos imprudentes y orden¨® que los poderes financieros deber¨ªan compartir el sufrimiento de los sectores populares.
La negativa a la austeridad por un pronunciamiento democr¨¢tico ser¨ªa seguramente aplaudido por Pericles
Para acabar, rechaz¨® la soluci¨®n conservadora de buscar nuevos pr¨¦stamos antes de poner en orden la propia casa. Los acreedores internacionales aceptaron, en su mayor¨ªa, un recorte de m¨¢s del 30% del valor de la deuda. Con mano firme, cobrando impuestos y con el apoyo pol¨ªtico de la mayor¨ªa de los gobernadores peronistas, Lavagna consigui¨® que en 2005 la estabilidad argentina, sin inflaci¨®n y ayudada con fuertes exportaciones de su gran producci¨®n agr¨ªcola-ganadera. Este triunfo se ech¨® a perder despu¨¦s por los gobiernos de N¨¦stor Kirchner y su sucesora y esposa, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, que fueron part¨ªcipes de una pol¨ªtica sectaria del ¡°todo o nada¡± en la que falsificaron los datos econ¨®micas a fin de esconder un rebrote inflacionario y un desempleo creciente. Esta radicalizaci¨®n pol¨ªtica, que se apoya en programas sociales generosos pero insuficientemente financiados, ser¨¢ juzgada en las pr¨®ximas elecciones presidenciales de Octubre, donde la oposici¨®n conf¨ªa en poner final kirchnerismo.
De modo que las experiencias de las crisis de deuda soberana siempre esconden un ingrediente pol¨ªtico y otro econ¨®mico, sea en Grecia o en Latinoam¨¦rica. La izquierda radical, por razones ideol¨®gicas, rechaza acuerdos con los poderes financieros que tienen el capital necesario para desarrollar una econom¨ªa de mercado, con propiedad privada y libre iniciativa para los inversores. Los progresistas m¨¢s pragm¨¢ticos reconocen que sin capital (hecho a base de ahorro p¨²blico o privado) no hay inversiones, y por lo tanto mantienen las puertas abiertas para el financiamiento privado. Veremos que decide el Gobierno Syriza. El refer¨¦ndum del domingo no es incompatible con mantener a Grecia dentro de la Uni¨®n Europea y Tsipras parece que entiende que no hay soluci¨®n para la crisis econ¨®mica si Grecia parte hacia un viaje en solitario.
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