Cr¨ªticos con el Gobierno de EEUU, pero abiertos a sus ciudadanos
A pesar del antiamericanismo del r¨¦gimen, los iran¨ªes muestran una opini¨®n m¨¢s ponderada sobre el Gran Sat¨¢n de la ret¨®rica oficial
Cualquiera que viera como el pasado viernes se quemaban banderas de EEUU en Ir¨¢n, se llevar¨¢ una impresi¨®n equivocada. El antiamericanismo constituye uno de los pilares del r¨¦gimen isl¨¢mico surgido de la revoluci¨®n de 1979, pero las percepciones de los iran¨ªes sobre el Gran Sat¨¢n de la propaganda oficial son bastante m¨¢s matizadas. ¡°No tenemos problemas con Am¨¦rica, eso son cosas del r¨¦gimen¡±, aclara un hombre preocupado por la imagen que dan a los extranjeros..
Un poco despu¨¦s, en el metro, un joven habla por un m¨®vil con la bandera de EE. UU. en la carcasa. Actores y cantantes norteamericanos son conocidos entre la juventud iran¨ª, y aunque ¨Csalvo excepciones-- las pel¨ªculas de Hollywood no se exhiben en las salas de cine, su difusi¨®n en DVD piratas constituye un lucrativo negocio. De hecho, la atracci¨®n que ejerce la cultura popular estadounidense preocupa a los sectores m¨¢s inmovilistas, que a menudo denuncian una ¡°guerra blanda¡± contra los valores revolucionarios.
¡°Estados Unidos es un pa¨ªs donde asciendes y tienes ¨¦xito seg¨²n tu esfuerzo; es mucho m¨¢s libre que Ir¨¢n y no tendr¨¦ que llevar una vida doble, en casa y en p¨²blico¡±, declara Parisa, una ingeniera qu¨ªmica de 25 a?os, que piensa obtener una beca y emigrar all¨ª. Tambi¨¦n se muestra convencida de que si se reanudan las relaciones, Ir¨¢n se beneficiar¨¢ mucho.
EE. UU. es uno de los destinos favoritos para los profesionales y acad¨¦micos que buscan abrirse horizontes. Los iran¨ªes suelen mostrarse orgullosos del n¨²mero de sus compatriotas que trabajan como ingenieros en la NASA o son profesores en tal o cual prestigiosa universidad. Ese reconocimiento de las oportunidades que ofrece una sociedad abierta no impide sin embargo que se muestren muy cr¨ªticos con las pol¨ªticas de Washington hacia su pa¨ªs, y hacia Oriente Pr¨®ximo en general.
¡°Tiene que cambiar su actitud hegem¨®nica, en especial en esta regi¨®n¡±, se?ala Javad, un ingeniero de 27 a?os en paro. Pone como ejemplo la intervenci¨®n militar en Irak y Afganist¨¢n y responsabiliza a EE. UU. de los bombardeos saud¨ªes sobre Yemen. ¡°Si no fuera por el apoyo norteamericano, no se hubieran atrevido¡±, defiende. Tambi¨¦n duda de sus buenas intenciones en la negociaci¨®n nuclear. ¡°Incluso si se alcanza el acuerdo, mantendr¨¢ las sanciones con otra excusa¡±, a?ade.
¡°Sin duda el nivel de sus universidades m¨¢s alto; no me importar¨ªa hacer alg¨²n curso all¨ª, pero no quisiera quedarme a vivir¡±, manifiesta Ashgar, un estudiante universitario de 25 a?os. Aunque nunca ha visitado EE. UU. se muestra convencido de que sus creencias ¡°chocar¨ªan con el liberalismo americano¡±. ¡°Hay mucha islamofobia y si digo que soy un musulm¨¢n practicante, no lo respetar¨ªan¡±, asegura este joven que se define como conservador, antes de a?adir que eso tambi¨¦n pasa en Europa. No cree que sea posible el acomodo entre el islam y Occidente, pero admite que hay iran¨ªes partidarios de ese acercamiento.
Una reciente encuesta llevada a cabo por la Universidad de Maryland en colaboraci¨®n con la Universidad de Teher¨¢n sobre las negociaciones nucleares, confirma que la opini¨®n sobre el Gobierno de EE. UU. sigue siendo bastante negativa (el 73,4 %), aunque una ligera mayor¨ªa (el 52,3 %) tiene una visi¨®n positiva de los estadounidenses. S¨®lo cuatro de cada 10 consultados opinan que los gobernantes norteamericanos creen de verdad que Ir¨¢n intenta hacerse con armas at¨®micas. A la pregunta de por qu¨¦ imponen sanciones, la respuesta predominante es que ¡°EE. UU. quiere dominar Ir¨¢n¡±.
¡°En el a?o y medio que llevo aqu¨ª, no he tenido malas experiencias, A quienes saben que soy americano, no les importa. Me siento completamente seguro, incluso dir¨ªa que m¨¢s seguro que en algunos barrios de San Diego o Los ?ngeles porque la polic¨ªa no lleva armas¡±, explica Marcelo, un estadounidense que cursa un M¨¢ster en Estudios de Ir¨¢n en la Universidad de Teher¨¢n.
¡°A ning¨²n iran¨ª le gusta admitir que sus impresiones sobre Estados Unidos son excesivamente negativas; esperan que tengan una base real. As¨ª que cuando descubren mi ascendencia mexicana, que no soy americano-americano, se interesan por asuntos m¨¢s concretos y preguntan, por ejemplo, por el trato a la poblaci¨®n negra. En general tienen una buena impresi¨®n de Estados Unidos sobre todo si se compara con la que existe all¨¢ sobre Ir¨¢n¡±, concluye este estudiante.
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