La falta de apoyo popular fuerza un giro en el proceso de paz en Colombia

El creciente desencanto de la opini¨®n p¨²blica colombiana ante el proceso de paz ha obligado al Gobierno y a las FARC a dar, en apenas de 10 d¨ªas, un golpe de tim¨®n a las negociaciones. Hasta el punto de que el presidente, Juan Manuel Santos, ha fijado por primera vez en casi tres a?os una fecha l¨ªmite para decidir si sigue o no adelante con los di¨¢logos. Ser¨¢ dentro de cuatro meses, el tiempo que ambas partes se han otorgado para evaluar los resultados del desescalamiento del conflicto acordado este domingo en La Habana y ver si logran avances, especialmente en materia de justicia. ¡°Dependiendo de si las FARC cumplen, tomar¨¦ la decisi¨®n de si seguimos con el proceso o no¡±, sentenci¨® Santos.

Hasta ahora, lo que ocurr¨ªa en Colombia apenas afectaba a los di¨¢logos en La Habana. Ese tiempo ya pas¨®. Que los partidarios de la salida negociada sean los mismos que los de una soluci¨®n militar, como apunt¨® una encuesta del 2 de julio, y que junio fuese el mes m¨¢s violento desde que se inici¨® el proceso, ha urgido al Gobierno y a la guerrilla a acelerarlo. De ah¨ª que concluyeran el domingo agilizar las negociaciones para poner fin a un conflicto de m¨¢s de 50 a?os y con cerca de siete millones de v¨ªctimas. Ambas partes afirmaron que van a ¡°acordar sin demoras¡± los t¨¦rminos para alcanzar un cese al fuego bilateral y definitivo incluso antes de la firma de la paz, como estaba estipulado en un principio. Este contar¨ªa con la participaci¨®n de un delegado de la ONU y otro de Uruguay, que ocupa la presidencia temporal de Unasur. Montevideo ha propuesto al exministro de Defensa Jos¨¦ Bayardi, un hombre cercano al presidente Tabar¨¦ V¨¢quez.

Mientras se alcanza esa tregua definitiva, ambas partes se han puesto de acuerdo en rebajar la intensidad del conflicto, la medida que tiene m¨¢s efecto en la poblaci¨®n al ser la m¨¢s tangible. Las FARC anunciaron la semana pasada una tregua unilateral, a partir del 20 de julio, durante un mes, que prolongar¨¢n finalmente a cuatro. El Gobierno, como respuesta al gesto de la guerrilla, asegur¨® que adoptar¨¢ medidas de desescalamiento, aunque no ha precisado a¨²n cu¨¢les ser¨¢n.

¡°Nuestras fuerzas armadas est¨¢n listas para un gradual desescalamiento, si las FARC cumplen. Si no cumplen, estar¨¢n listas para enfrentarlas, con la determinaci¨®n y contundencia con que siempre lo han hecho¡±, advirti¨® Santos, en l¨ªnea con el jefe negociador en La Habana, Humberto de la Calle. ¡°No vamos a repetir experiencias fallidas. No vamos simplemente a paralizar la acci¨®n de la fuerza p¨²blica por la simple ilusi¨®n, que puede resultar frustrada, de lograr un acuerdo¡±, recalc¨® el jefe negociador. Tras la ¨²ltima tregua de las FARC, que dur¨® cinco meses, el Gobierno decidi¨® en marzo suspender los bombardeos contra la guerrilla, decisi¨®n que levant¨® tras la muerte de 11 militares en abril.

Ambas partes conf¨ªan en que esta rebaja de la intensidad del conflicto propicie un clima adecuado para abordar el tema de la justicia, el que marcar¨¢ el desenlace del proceso. ¡°Lo que falta es el tema m¨¢s complejo, que es el de c¨®mo lograr el m¨¢ximo de justicia que nos permita la paz. Este es el punto que va a definir si hay o no paz, y tenemos que superarlo. Ese es el reto. Si llegamos a un acuerdo sobre ese aspecto de la justicia, podremos decir, sin lugar a dudas, que estamos al otro lado¡±, recalc¨® Santos.

El giro en las negociaciones ha ido acompa?ado de un cambio en la pol¨ªtica comunicativa del Gobierno. Del hermetismo casi total se ha pasado, en una semana, a la omnipresencia, tanto de los negociadores como, sobre todo, del presidente, tratando de ejercer pedagog¨ªa del proceso. Del discurso m¨¢s catastrofista de De la Calle, que asegur¨® que cualquier d¨ªa las FARC no les encontrar¨ªan en la mesa de negociaciones, se ha virado al ¡°con estos nuevos avances, por fin veo clara la luz al final del t¨²nel¡±, pronunciado por Santos en su discurso a la naci¨®n del domingo. Quiz¨¢s sea una frase del presidente, en una entrevista este fin de semana con el diario El Colombiano, la que mejor defina la vor¨¢gine actual: ¡°Nunca est¨¢ la noche m¨¢s oscura que antes de amanecer¡±.?