M¨¦xico busca recomponer su relaci¨®n con Texas

El Gobierno de M¨¦xico est¨¢ poniendo todo su peso diplom¨¢tico para abrir las puertas en su relaci¨®n con el Estado de Texas. Un esfuerzo claro para sobreponerse a las heridas que dej¨® la batalla medial entre el exgobernador Rick Perry y el presidente, Enrique Pe?a Nieto. El canciller mexicano, Jos¨¦ Antonio Meade, finaliz¨® este viernes una gira de dos d¨ªas por el Estado, donde visit¨® Austin y Dallas y fue recibido por el gobernador Greg Abbott en su mansi¨®n.

El Gobierno de M¨¦xico anunci¨® la visita en el marco de ¡°revitalizar el di¨¢logo pol¨ªtico y fortalecer los v¨ªnculos comerciales, econ¨®micos y culturales¡±. Meade incluso public¨® una columna en el peri¨®dico Dallas Morning News, donde asegur¨® que M¨¦xico y Texas son viejos amigos que necesitan una nueva asociaci¨®n estrat¨¦gica.

¡°Compartimos 33 puertos de entrada. Un di¨¢logo abierto y constructivo es la manera m¨¢s efectiva de mejorar la seguridad bilateral, impulsar la competitividad y construir interacciones fruct¨ªferas. Ese no siempre ha sido el caso en los ¨²ltimos a?os¡±, dice la columna.

Ciertamente no lo ha sido. En 2014 en plena crisis humanitaria, cuando ni?os centroamericanos indocumentados y familias cruzaban la frontera de Texas, Perry anunci¨® el despliegue de la Guardia Nacional y Pe?a Nieto calific¨® la movida como ¡°desagradable y condenable¡±.

Perry respondi¨® con una carta donde dijo que los problemas de Texas eran ¡°parcialmente consecuencia del fracaso del Gobierno mexicano para asegurar la frontera sur de la inmigraci¨®n ilegal de ni?os no acompa?ados y otros individuos de Am¨¦rica Central, adem¨¢s del despliegue adecuado de recursos para controlar el elemento criminal en M¨¦xico¡±. El exgobernador coment¨® que la violencia de los carteles ten¨ªa invadida a la frontera e invit¨® a Pe?a Nieto a visitar Texas para que viera el trabajo de la Guardia Nacional, lo que evidentemente nunca se concret¨®.

A nivel p¨²blico la pelea qued¨® ah¨ª, pero en privado qued¨® un sabor amargo en la diplomacia bilateral, que Meade intenta ahora recomponer. La estrategia mexicana quiere abarcar la mayor influencia posible, adem¨¢s de Abbott, el canciller se reuni¨® con legisladores estatales, donde insisti¨® en medidas para facilitar los flujos de bienes y personas en la frontera.

¡°Creo que es un intento unilateral de hacer un llamado al Gobierno texano. Sin embargo, por ahora es unilateral y no sirve de nada montar una campa?a de acercamiento cuando la otra parte no incorpora en el discurso la moderaci¨®n de tono y cambios concretos¡±, asegur¨® la acad¨¦mica Guadalupe Correa-Cabrera, directora del Departamento de Gobierno en la Universidad de Texas en Brownsville.

¡°Hasta este momento ha resultado muy f¨¢cil para el poder ejecutivo texano seguir con la misma actitud de Perry hacia M¨¦xico. A pesar de su importancia, sigue siendo un pa¨ªs dispensable. El terreno pol¨ªtico electoral en Texas no es f¨¦rtil para una buena relaci¨®n¡±, coment¨® Tony Payan, director del Centro M¨¦xico en la Universidad de Rice.

Abbott respondi¨® a la visita de Meade con palabras diplom¨¢ticas y dijo que esperaba colaborar con las autoridades mexicanas para profundizar su larga asociaci¨®n. Insisti¨® en ¡°mejorar las relaciones bilaterales para tener una relaci¨®n m¨¢s positiva y productiva con M¨¦xico¡±.

Pero las palabras del gobernador est¨¢n lejos de los hechos, sobre todo considerando que en junio promulg¨® la ley HB11 que destina 300 millones de d¨®lares adicionales para aumentar la seguridad en la frontera y facilitar la contrataci¨®n de nuevas tropas para vigilar el ¨¢rea. Tambi¨¦n permiti¨® la continuaci¨®n de las operaciones de la Guardia Nacional hasta que se contrate y entrene m¨¢s de 250 agentes que ser¨¢n colocados de forma permanente en la frontera.

M¨¦xico incluso emiti¨® una declaraci¨®n donde lament¨® la promulgaci¨®n de HB11 e indic¨® que fomentaba la divisi¨®n de las sociedades y se opon¨ªa a los valores de la relaci¨®n bilateral. Detr¨¢s de las declaraciones de Los Pinos est¨¢n los n¨²meros. M¨¦xico increment¨® en un 76% de las deportaciones de centroamericanos en el ¨²ltimo a?o. En 2014 registr¨® m¨¢s de 12,000, mientras en enero de 2015 la cifra lleg¨® a 21,000.

Esto no parece impresionar al liderazgo pol¨ªtico texano. ¡°Hasta el momento el gobierno mexicano ha demostrado una hiperactividad diplom¨¢tica pero realmente con pocos cambios. En el caso de Texas los resultados no pueden esperar, es una relaci¨®n muy importante y gran parte de las inversiones futuras en M¨¦xico, sobre todo en el sector energ¨¦tico, tendr¨¢n que venir de Texas¡±, insisti¨® Payan.

El a?o pasado las exportaciones de Texas a M¨¦xico ascendieron a 100 mil millones de d¨®lares. El comercio bilateral lleg¨® a 192 mil millones de d¨®lares. Seg¨²n cifras del censo estadounidense en Texas viven 7,9 millones de mexicanos.