No hay dinero para Nepal

Este a?o las lluvias monz¨®nicas est¨¢n llegando a Nepal como las ayudas internacionales: muy poco a poco. Lo primero es bueno para los nepal¨ªes, porque unos monzones fuertes ser¨ªan la gota que colmara el vaso para los ocho millones de personas afectadas por los dos terremotos del 25 de abril y 12 de mayo. Pero lo segundo es muy preocupante, ya que cuando se van a cumplir tres meses de la tragedia, el dinero sigue sin llegar. De los 5.000 millones de d¨®lares (4.570 millones de euros) que calcul¨® la comunidad internacional que se necesitar¨ªan para reconstruir Nepal, tan solo se han comprometido 423 y han llegado a destino 92 millones.

En Bhaktapur, uno de los tres distritos de Katmand¨², se pueden comprobar los efectos de los temblores como si hubieran sucedido anteayer. Han limpiado un poco las calles y han apilado los escombros, pero no se ha empezado a reconstruir ni una vivienda, ni una de las docenas de templos de esta ciudad cultural, que fue capital del reino entre los siglos XII y XV, y que es visitada cada a?o por decenas de miles de turistas.

La plaza Durbar, el centro neur¨¢lgico de este distrito en donde viv¨ªan m¨¢s de 100.000 personas, es como una pesadilla comparada con los sue?os que representaba hace apenas tres meses. Tan solo el Palacio de las 55 ventanas (que fue residencia del rey de Nepal) se mantiene casi entero; eso s¨ª, apuntalado para que no se desplome. Alrededor de la plaza, decenas de viviendas destruidas y sin esperanza de iniciar su reconstrucci¨®n hasta que pasen los monzones, como m¨ªnimo. Seg¨²n los c¨¢lculos m¨¢s optimistas, la recuperaci¨®n no habr¨¢ concluido hasta dentro de cinco a?os.

El mi¨¦rcoles 15, el Gobierno nepal¨ª aprob¨® los presupuestos para los pr¨®ximos 12 meses, por un total de 8.190 millones de d¨®lares, de los que 1.000 millones estar¨¢n destinados a la reconstrucci¨®n de un pa¨ªs devastado. Unas cifras que casi nadie se cree y que contrastan con las 300.000 viviendas destruidas, los ocho millones de personas afectadas sobre una poblaci¨®n de 20 millones o los 2,8 millones de nepal¨ªes que han quedado sin techo y necesitan ayuda humanitaria.

Ya antes de los terremotos de abril y mayo, el 40% de la poblaci¨®n de Nepal viv¨ªa por debajo del umbral de pobreza. Ten¨ªan muy poco, pero ahora lo han perdido todo; hasta la esperanza. Ya han llorado a los 8.792 muertos por los temblores y siguen cuidando a los 22.511 heridos y no saben c¨®mo saldr¨¢n de esta.

Quien s¨ª se muestra optimista es Haider W. Yaqub, director regional de la ONG Plan Internacional, que se ha desplazado desde Bangkok hasta Katmand¨² para dirigir las operaciones de respuesta de emergencia. ¡°Es verdad que el Gobierno de Nepal no ha respondido bien¡±, explica, ¡°pero nos estamos encontrando con una magn¨ªfica respuesta de la sociedad civil, que se ha movilizado frente a la tragedia¡±.

Problemas urgentes

Con un presupuesto de 16 millones de d¨®lares (14,6 millones de euros), la mayor¨ªa procedente de donantes privados, Plan Internacional intenta atacar los problemas m¨¢s urgentes de la poblaci¨®n: refugios ante las lluvias, alimentos y educaci¨®n y protecci¨®n para los ni?os. ¡°La situaci¨®n va mejorando muy poco a poco¡± a?ade Haider. ¡°Se ha conseguido una gran cooperaci¨®n entre ONG internacionales y locales y estamos intentando asegurar la supervivencia durante la ¨¦poca de lluvias, con recursos financieros que entregamos directamente a las familias m¨¢s desfavorecidas¡±.

El problema es la lluvia. Todas las ma?anas, los nepal¨ªes miran al cielo y, hasta ahora, los monzones est¨¢n siendo clementes con una poblaci¨®n demasiado castigada por las cat¨¢strofes. Ya ha pasado un mes y, aunque llueve, los refugios van aguantando y los ni?os pueden ir a la escuela, el ¨²nico lugar en donde se sienten seguros y les permite olvidar la terrible tragedia que vivieron.

Lo que se echa en falta es un plan. Hay buena voluntad, pero la Administraci¨®n no parece preparada para encarar el problema, y las ayudas internacionales no llegar¨¢n hasta que no exista un programa detallado de reconstrucci¨®n. Es una especie de circulo vicioso en el que sin programa no hay fondos y sin fondos no hay programa.