Per¨² lucha contra la miner¨ªa ilegal del oro
La polic¨ªa destruye maquinaria y rescata a trabajadoras sexuales, pero el problema persiste desde hace a?os
La polic¨ªa peruana ha destruido entre el lunes y el martes decenas de campamentos y maquinaria para la extracci¨®n ilegal de oro en la selva sur del pa¨ªs. Despu¨¦s de ocho meses sin estas operaciones contra la miner¨ªa, el Gobierno ha vuelto a la Reserva Nacional Tambopata con 900 polic¨ªas, que se incautaron 87 motores y 105 tolvas y recipientes de insumos qu¨ªmicos. Tambi¨¦n rescataron a 32 trabajadoras sexuales de los prostibares de La Pampa. Las intervenciones de la polic¨ªa, que se repiten desde 2010, han reducido el volumen de producci¨®n ilegal de oro, que antes representaba el diez por ciento del suministro nacional. Pero no han logrado que disminuyan las excavaciones ni la trata de personas.
¡°Los mineros se van un poco m¨¢s all¨¢, a zonas donde solo se entra con motocicleta¡±, afirma el director de un albergue que acoge a los menores que son v¨ªctimas de la trata. El comisionado contra la miner¨ªa ilegal, Antonio Fern¨¢ndez, un militar en retiro, indic¨® a Reuters que en el resto del a?o se har¨¢n otras seis operaciones. ¡°Tenemos que seguir regresando aqu¨ª hasta que estos criminales entiendan que lo que hacen es ilegal¡±, agreg¨®.
¡°Los operativos de esta naturaleza no van a surtir ning¨²n efecto¡±, subray¨® por tel¨¦fono ?scar Guadalupe, director de Asociaci¨®n Huarayo, una organizaci¨®n ambientalista y defensora de derechos humanos en Madre de Dios. La instituci¨®n ha sido testigo de los abusos relacionados con la miner¨ªa ilegal desde 1997, ¨¦poca en que empez¨® a ayudar a los menores que llegaban al lugar como mineros que finalmente no recib¨ªan sus sueldos y quedaban abandonados.
¡°Ninguna de las mujeres prostituidas que fueron rescatadas esta semana est¨¢ aqu¨ª. En la regi¨®n Madre de Dios no hay espacios adecuados para que sean acogidas. Las mujeres adultas son m¨¢s vulnerables, pues la mayor¨ªa no son de este lugar¡±, asegura Ana Hurtado, miembro y fundadora de la Asociaci¨®n Huarayo. ¡°No hay un protocolo ¨²nico para quienes han sido supuestas v¨ªctimas de trata. En una comisar¨ªa est¨¢n el tratante y la afectada juntos en una oficina peque?ita con una sola silla. Eso facilita la revictimizaci¨®n de quienes son rescatadas en estos operativos¡±, detalla Hurtado. ¡°La pr¨®xima semana empieza a ejecutarse un convenio con el Ministerio de la Mujer y las Poblaciones Vulnerables para intentar remediar esta situaci¨®n¡±, agrega.
La corrupci¨®n
La polic¨ªa prendi¨® fuego a unos 50 campamentos mineros en La Pampa, y detuvo a seis sospechosos del delito de trata, pero los mineros ya hab¨ªan escapado del lugar cuando comenz¨® la intervenci¨®n, informa Reuters.
El director de Huarayo indica que la corrupci¨®n es el factor que impide luchar de manera m¨¢s efectiva contra la miner¨ªa ilegal y la trata asociada a esta. ¡°Hay sobornos para pasar el combustible a los campamentos mineros y hay permisividad. ?Por qu¨¦ no se sanciona la trata? La ley es bastante dura: condena a ocho a?os de prisi¨®n, pero no hay nadie sentenciado a ocho a?os¡±, reclama.
Guadalupe describe que la mayor¨ªa de j¨®venes que son v¨ªctimas de trata en Madre de Dios proceden de los departamentos de la sierra (Puno y Cusco). ¡°En el trayecto desde localidades tan apartadas, que son el lugar de origen de las v¨ªctimas, hasta llegar a Madre de Dios, hay una serie de controles, pero se permite que los menores pasen. La polic¨ªa tiene que estar en condici¨®n de indagar cu¨¢ndo se transportan y con qui¨¦n est¨¢n viajando¡±, a?ade.
El albergue, ubicado en el poblado de Mazuko, recibe cada a?o a 70 v¨ªctimas de trata, seg¨²n el director. Los menores cuentan con dolor que sus padres no tienen dinero para viajar a recogerlos desde las zonas altoandinas, afirma Guadalupe.
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