Corregir las debilidades del Estado griego, principal objetivo del rescate
La laxitud fiscal o ante la corrupci¨®n lastran, seg¨²n los socios, el intento de superar la recesi¨®n
A diferencia de los dos rescates anteriores, que hac¨ªan hincapi¨¦ en los recortes, el tercer programa de ayuda a Grecia, que ser¨¢ negociado a trav¨¦s del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (Mede), es de ¨ªndole reformista. No es en absoluto un capricho de los socios, sino un intento puede que definitivo de corregir fallos estructurales del Estado griego (la laxitud fiscal o ante la corrupci¨®n, la dependencia de mecanismos de control o la debilidad institucional), que, a juicio de los acreedores, lastran todo intento de sacar al pa¨ªs del pozo de cinco a?os de recesi¨®n y una deuda que supone el 175% del PIB. Esa debilidad cong¨¦nita del Estado no es de ahora, sino un resultado de su sistema pol¨ªtico clientelista y de la impronta hist¨®rica, como los cuatro siglos de dominaci¨®n otomana. Varios expertos analizan cu¨¢l es la ra¨ªz de su disfuncionalidad y cu¨¢les son las recetas para superarlo.
Los incendios que este fin de semana han calcinado cientos de hect¨¢reas en varios puntos de Grecia recordaron por la intensidad de algunos focos la pavorosa lengua de fuego que en 2007 recorri¨® durante diez d¨ªas el Peloponeso, arras¨® 180.000 hect¨¢reas, caus¨® la muerte a 65 personas y, sobre todo, demostr¨® la incapacidad del Estado para responder a la emergencia. A?os despu¨¦s de la cat¨¢strofe, cientos de desplazados segu¨ªan viviendo en barracones, a la espera de una soluci¨®n administrativa a su indigencia.
El de los incendios no es el ¨²nico ejemplo de la disfuncionalidad del Estado griego, pero s¨ª uno de los m¨¢s clamorosos: la pr¨¢ctica inacci¨®n del Gobierno durante d¨ªas, la par¨¢lisis de sus autoridades, hasta que la llegada de ayuda material de la UE contribuy¨® a resolver la emergencia. Si se quiere, es s¨®lo una an¨¦cdota ¡ªmuy grave¡ª en comparaci¨®n con el cat¨¢logo de debilidades de Grecia, un pa¨ªs con un fort¨ªsimo sentido de naci¨®n ¡ªde ah¨ª ese nacionalismo que recorre todo el arco pol¨ªtico¡ª pero una d¨¦bil estructura de Estado.
Asuntos capitales como el inveterado fraude fiscal y la corrupci¨®n ¡ªque supone al menos el 25% del PIB¡ª, la falta de instituciones fuertes como contrapeso al poder pol¨ªtico o la dependencia de las autoridades estad¨ªsticas del Gobierno ¡ªes decir, del partido¡ª de turno revelan una debilidad cong¨¦nita, que el tercer rescate pretende remediar con un paquete de reformas estructurales que van de las pensiones ¡ªun coladero durante d¨¦cadas, por la existencia de infinidad de cajas recaudadoras, o las jubilaciones anticipadas¡ª al IVA o las estad¨ªsticas.
¡°Gran parte de las exigencias de la troika enfocan directamente al funcionamiento del Estado, las bases fiscales, privatizaciones, la independencia de mecanismos de control¡±, apunta Dimitris Katsikas, director del Observatorio de Crisis del centro de estudios Eliamep. ¡°La mayor parte de las medidas tienen esa finalidad, fortalecer el Estado, pero estas carencias no son el principal problema. El b¨¢sico es la naturaleza clientelista del Estado, con una red de intereses pol¨ªticos y personales en la que el principal objetivo no es servir al Estado, porque no hay noci¨®n de tal, sino a los amigos o los votantes¡±, a?ade Katsikas. ¡°En Grecia no existe el inter¨¦s com¨²n, por eso la crisis es tan profunda¡±.
El enchufismo no presenta adem¨¢s ning¨²n valor a?adido, salvo la garant¨ªa de unos votos. ¡°Pese al enorme tama?o de la Administraci¨®n [200.000 funcionarios menos desde 2010, ahora superan el medio mill¨®n], la contrataci¨®n de amigos o familiares no implica un aporte de conocimiento y eso explica el d¨¦ficit de profesionales bien formados en muchas ¨¢reas¡±, a?ade Katsikas, quien rechaza la definici¨®n de Estado fallido para el pa¨ªs. ¡°Eso es Somalia, Grecia es un Estado disfuncional, con una justicia de mala calidad e indicadores de corrupci¨®n por debajo de algunos pa¨ªses africanos¡ pero no fallido¡±.
Resultar¨ªa sencillo achacar la responsabilidad a los dos partidos (la conservadora Nueva Democracia y el socialista Pasok) que han patrimonializado el poder desde la restauraci¨®n de la democracia, en 1974; es la teor¨ªa favorita del escritor Petros M¨¢rkaris: ¡°El clientelismo y las dos dinast¨ªas y media que nos han gobernado, los Papandreu y los Karamanl¨ªs ¡ªla media son los Mitsotakis¡ª, son los que han arruinado Grecia¡±. Sin embargo, muchos de estos fallos estructurales tienen un origen remoto, que se hunde, por ejemplo, en la resistencia a pagar impuestos durante el Imperio Otomano, cuando la poblaci¨®n del millet (provincia) griego se negaba a entregar el jaratsi, el tributo, al sult¨¢n. O la falta de un catastro, resultado de una tard¨ªa y mal ejecutada reforma agraria de tierras que pertenec¨ªan a la Iglesia, el vector nacional durante los cuatro siglos de dominaci¨®n otomana y una de las instituciones m¨¢s favorecidas por la laxitud fiscal del Estado. Cuando Grecia logr¨® la independencia, en 1830, no lo hizo como otros Estados naci¨®n de la ¨¦poca, sino como una idea nacional ¡ªy un punto rom¨¢ntica, byroniana¡ª apoyada en estructuras calcadas del Occidente europeo.
Sobre la resistencia de la sociedad incide Nikiforos Diamandouros, que fue responsable de la Academia de Ciencias Pol¨ªticas griega y defensor del pueblo europeo. ¡°La desconfianza de los ciudadanos frente a un Estado que no responde a sus necesidades explica su resistencia, por ejemplo, a pagar impuestos. La relaci¨®n antagonista de los ciudadanos con el Estado es algo muy definitorio, pero tambi¨¦n una condici¨®n est¨¦ril, con un coste muy alto¡±, dice. El acad¨¦mico se remonta a la ¨¦poca otomana para explicar las peculiaridades del pa¨ªs. ¡°La noci¨®n de Estado de derecho es muy d¨¦bil, existe, pero se contraviene a menudo porque las reglas son d¨¦biles. El Estado actual es una herencia de un modelo estatal de sultanato, personalista, en el que no existen instituciones que delimiten ese poder¡±. Resulta imposible no recordar, por ejemplo, el poder omn¨ªmodo que despleg¨® en su primer mandato, en los ochenta, el socialista Andreas Papandreu¡ y toda la corrupci¨®n y la ruina futura que se engendraron entonces.
Diamandouros considera que ¡°las reformas de la troika van en la direcci¨®n correcta, porque el Estado necesita modernizarse¡±, pero otros son m¨¢s esc¨¦pticos. Haris Theocharis, portavoz parlamentario del liberal To Potami, dimiti¨® en 2014 como secretario general de Hacienda del ¨²ltimo Gobierno bipartito, tras s¨®lo unos meses en el cargo. En una entrevista concedida a este diario en febrero, Theojaris neg¨®, como apuntaron varios medios, que hubiese arrojado la toalla por amenazas. Chocar de frente contra el statu quo fue lo que le hizo renunciar tan r¨¢pido. ¡°La ¨¦lite, obviamente, no quiere que nada cambie, y si la Administraci¨®n no funciona, se enra¨ªza c¨®modamente¡±, aseguraba Theocharis, para quien la base de la corrupci¨®n es ¡°la baja calidad de los servicios p¨²blicos, que obliga a pagarlos dos veces¡±.
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