Elio Fiorucci, el modisto de la extravagancia

El estilista Elio Fiorucci, padre de la extravagancia y del Made in Italy y famoso por revolucionar la moda en los a?os setenta, muri¨® el pasado lunes a los 80 a?os en su casa de Mil¨¢n. Fueron los familiares los que, preocupados porque Fiorucci no respond¨ªa a las llamadas telef¨®nicas, alertaron a la polic¨ªa, que encontr¨® el cuerpo sin vida del modisto milan¨¦s. Multifac¨¦tico, rebelde, directo y con una visi¨®n agresiva y transgresora de la moda, apost¨® por los colores fl¨²or y se inspir¨® en dise?os pop que encantaron al mism¨ªsimo Andy Warhol y a estrellas como Cher o Elizabeth Taylor.

Su particular revoluci¨®n de la moda comenz¨® en Mil¨¢n en 1976, cuando abri¨® su primera tienda de ropa, un local decorado en colores estridentes, con una iluminaci¨®n como la de un estudio de fotograf¨ªa y un sistema de m¨²sica similar al que ten¨ªan las mejores discotecas del momento. El establecimiento milan¨¦s se convirti¨® en el principal punto de encuentro de los j¨®venes de los setenta. Y es que Fiorucci cambi¨® la historia de la moda italiana. Con sus atrevidos vestidos creci¨® toda una generaci¨®n de j¨®venes pacifistas que prefer¨ªan el amor a la guerra. J¨®venes que, para el modisto, ¡°revolucionaron el estilo y mejoraron nuestro modo de vida¡±, porque demostraron que existe ¡°la posibilidad de elegir y de combinar las cosas como se quiera¡±.

Un verdadero esc¨¢ndalo en la capital de la moda que pronto traspas¨® fronteras. La expansi¨®n internacional lleg¨® pocos a?os despu¨¦s con su prenda estrella, los pantalones vaqueros femeninos, ajustados y de talle alto para marcar la silueta, que aterrizaron en Londres y Nueva York y desde ah¨ª se dieron a conocer al mundo entero. Su s¨ªmbolo, dos angelitos, uno rubio y uno moreno, llegaron pronto a Am¨¦rica Latina y Jap¨®n.

A pesar del ¨¦xito internacional, Fiorucci quiso democratizar la moda con sudaderas, camisetas y pantalones vaqueros, con estampados pop en los que llegaron a colarse personajes Disney.

El creador milan¨¦s tambi¨¦n dise?¨® alta costura, pero prefiri¨® dedicarse a los dise?os m¨¢s urbanos y dec¨ªa mirar la calle como fuente de inspiraci¨®n, para observar lo que ocurre y transformarlo en camisetas, vestidos o zapatos.

Para este dise?ador, al que algunos llamaban el Dal¨ª de la contracultura, la calle era una met¨¢fora de la vida. ¡°La moda debe nacer espont¨¢nea¡±, sosten¨ªa Fiorucci, defensor de que ¡°la moda no puede separarse de la vida¡±. Reciclar era una de sus palabras favoritas, aunque no recomendaba copiar estilos, sino buscar el mensaje de un maestro y ¡°crear un estilo propio¡±. Algo que ¨¦l mismo aplic¨® en su carrera tomando inspiraci¨®n de otros dise?adores, como Jean Paul Gaultier, al que admiraba pero a quien ¡°jam¨¢s copiar¨ªa una colecci¨®n¡±.

Mil¨¢n, cuna de las creaciones de Fiorucci, despidi¨® a ¡°uno de los embajadores¡± de la capital lombarda, al que tambi¨¦n dio un ¨²ltimo adi¨®s el escritor Paulo Coelho, quien en Twitter agradeci¨® su amistad y coment¨® que ahora ser¨¢n los ¨¢ngeles quienes disfruten de su compa?¨ªa.