Albright: ¡°No confiamos en los iran¨ªes. Esa es la clave del acuerdo¡±
La exsecretaria de Estado pide un debate responsable sobre el pacto nuclear En su opini¨®n, se debe seguir presionando a Cuba en materia de derechos humanos
El pr¨®ximo 6 de agosto se cumplen 70 a?os del bombardeo nuclear de Hiroshima. El aniversario llegar¨¢ en pleno periodo de revisi¨®n por parte del Congreso de Estados Unidos del acuerdo firmado hace una semana para desactivar el programa nuclear de Ir¨¢n. Madeleine Albright, exembajadora en la ONU (1993-1997) y exsecretaria de Estado de EE UU (1997-2000), cree que es una buena referencia para recordar a los norteamericanos y sus congresistas en qu¨¦ consiste la pol¨ªtica de no proliferaci¨®n de armas nucleares.
Albright afirma que acaba de terminar de leer el texto del acuerdo, que califica de ¡°hist¨®rico¡± y ¡°muy detallado¡±. ¡°Yo lo apoyo por lo que ha conseguido. A la gente le preocupa lo que haga Ir¨¢n en el tema nuclear y lo que ha hecho es cortar tres caminos de Ir¨¢n para conseguir la bomba. Uno es el uranio, otro es el plutonio y otro son las actividades secretas. Aporta un enfoque de verificaci¨®n muy detallado. Es muy preciso en la forma en que se tienen que hacer las verificaciones. Si deciden romper el acuerdo, hacerse con un arma nuclear les llevar¨ªa un a?o, con lo que dar¨ªa tiempo a hacer algo, no como ahora, que pueden conseguirlo muy pronto¡±.
Para Albright, la cuesti¨®n de si los iran¨ªes cumplir¨¢n su parte o no est¨¢ fuera de lugar. ¡°No confiamos en ellos. Esa es la clave del acuerdo¡±. La importancia de lo firmado no est¨¢ en ¡°la confianza¡±, afirma, ¡°sino en el aspecto de verificaci¨®n y el hecho de que no es s¨®lo Estados Unidos, sino un acuerdo multilateral, en el que est¨¢ implicada la ONU (que aprob¨® una resoluci¨®n de apoyo el lunes)¡±.
El acuerdo se enfrenta ahora al Congreso de Estados Unidos, donde debe ser aprobado o rechazado en el plazo de 60 d¨ªas. Los l¨ªderes de la mayor¨ªa republicana han prometido oponerse al mismo y el presidente ha dicho que vetar¨¢ cualquier oposici¨®n. Para levantar el veto, la oposici¨®n necesita una mayor¨ªa reforzada de dos tercios, y las dudas entre algunos dem¨®cratas auguran una batalla pol¨ªtica fenomenal en los pr¨®ximos dos meses en Washington.
¡°Creo que los argumentos van a ser muy importantes, en el sentido de ?estamos mejor si Ir¨¢n tiene estos l¨ªmites? Yo creo que s¨ª. Nos va a dar ojos sobre lo que est¨¢n haciendo los iran¨ªes y va a mandar un mensaje muy claro sobre en qu¨¦ direcci¨®n van las cosas en cuanto a no proliferaci¨®n nuclear¡±, opina Albright.
La exsecretaria de Estado alaba la forma en la que se han conducido las negociaciones. Pero cree tambi¨¦n que un buen debate a fondo en el Congreso es fundamental para EE UU. ¡°Es dif¨ªcil que la gente entienda los porcentajes, cu¨¢ntas centrifugadoras¡ todo eso. Pero estoy muy a favor del debate. Creo que en una democracia es importante que la gente entienda qu¨¦ se ha firmado en su nombre. Es apropiado tener este debate. Lo que no es apropiado es ser un demagogo, hay que hablar de datos¡±.
El presidente Obama vino a pedir dos cosas distintas cuando present¨® el acuerdo. Por un lado, pidi¨® a los congresistas que debatieran sobre los detalles. Por otro, pidi¨® al p¨²blico norteamericano que juzgara el asunto en t¨¦rminos generales de buen camino o mal camino, diciendo que la alternativa es una eventual guerra. ¡°El presidente pide las dos cosas. Yo he visto y he le¨ªdo su conferencia de prensa. ?l est¨¢ preparado para debatir sobre los detalles y le da suficiente cr¨¦dito al Congreso sobre su disposici¨®n a conocer los detalles. Est¨¢n recibiendo informes muy espec¨ªficos sobre el acuerdo¡±.
Los l¨ªderes del Partido Republicano, sin embargo, han prometido hundir pol¨ªticamente el acuerdo sin leerlo. ¡°Los hay que est¨¢n muy pendientes de los detalles, como debe ser, que hablan en nombre de sus votantes y quieren ser capaces de explic¨¢rselo. Y luego hay algunos que creo que no act¨²an de manera responsable, diciendo que se oponen sin conocer los detalles. Creo que el presidente est¨¢ llamando a un debate intelectualmente honesto sobre lo que esto significa. ?l asegura que como presidente, comandante en jefe y primer diplom¨¢tico del pa¨ªs se siente c¨®modo con este acuerdo y quiere que el p¨²blico tambi¨¦n lo est¨¦. Pero esto requiere una discusi¨®n intelectualmente honesta¡±.
Bill Clinton lleg¨® a la Casa Blanca en 1993 con la idea de normalizar relaciones con Cuba, afirma la que era entonces embajadora en la ONU. ¡°Hubo conversaciones privadas¡±, afirma. El derribo de dos avionetas civiles (1996) no solo acab¨® con el intento, sino que convirti¨® el embargo en ley, explica Albright. La actual apertura ¡°es la direcci¨®n adecuada¡±, opina Albright, ¡°pero va a ser una larga historia hasta que el embargo pueda ser levantado¡±. ¡°Es un proceso. Espero de verdad que la gente de Cuba tenga la oportunidad de vivir en libertad y en democracia¡±.
La apertura de Obama hacia Cuba ha sido criticada porque la dictadura no ha cambiado en nada su pol¨ªtica de represi¨®n. En cierto sentido, el r¨¦gimen puede decir que ha resistido heroicamente. ¡°Nadie puede controlar lo que van a decir a su gente. Pero lo que ha pasado aqu¨ª es que ha habido una apertura, la gente viaja en ambas direcciones, hay formas de hacer ciertos negocios en Cuba. Creo que ning¨²n pa¨ªs, da igual qui¨¦n lo gobierne, va a decir que ha perdido. Los iran¨ªes van a decir a los suyos que el acuerdo es bueno para ellos. Todos los pa¨ªses tienen su pol¨ªtica. Creo que debemos seguir presionando para que el Gobierno cubano mejore en tema de derechos humanos, deje de detener gente y libere a presos. No debemos olvidar eso, es parte de esta historia, parte de la agenda que debe desarrollarse. No va a pasar de un d¨ªa para otro¡±. Por ejemplo, Albright est¨¢ convencida de que el opositor Oswaldo Pay¨¢ fue asesinado por el r¨¦gimen y cree que ¡°no se debe dejar de hablar¡± de cosas como esa.
Albright (Praga, 1937) atendi¨® a EL PA?S en la Biblioteca Richard Nixon de Los ?ngeles en la presentaci¨®n de una exposici¨®n de su colecci¨®n de broches. A Albright, la ¨²nica mujer en un mundo de hombres en los noventa, le gustaba lucir broches en la ropa que daban pistas sobre el tema que quer¨ªa tratar o su posici¨®n en el mismo. Como la vez que Sadam Husein la llam¨® serpiente y apareci¨® en el Consejo de Seguridad con una joya en forma de serpiente en la chaqueta. La exposici¨®n (Read my pins) tiene m¨¢s de 200 broches, cada uno con una historia de diplomacia detr¨¢s que Albright cuenta con bastante gracia. El martes luc¨ªa un broche con la estatua de la libertad, un s¨ªmbolo con el que est¨¢ muy c¨®moda en todas las ocasiones porque, dice, no hace falta dar ninguna explicaci¨®n.
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