El orgullo por la cultura
El aprecio por las artes y las letras en Latinoam¨¦rica son una herencia familiar
Por qu¨¦ en Am¨¦rica Latina la cultura goza de tanto valor y respeto? ?Por qu¨¦ los latinoamericanos suelen acudir en masa a los eventos culturales? ?Por qu¨¦ los j¨®venes se muestran tan activos en esta ¨¢rea? Son algunas de las preguntas que con admiraci¨®n se formulan, sobre todo, los habitantes de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados cuando asisten a festivales, congresos, bienales, foros, conciertos, recitales o cualquier tipo de evento cultural realizado entre el r¨ªo Bravo y la Patagonia. Y son unos cuantos eventos peque?os y de gran proyecci¨®n internacional que van desde las ferias internacionales del libro de Guadalajara (M¨¦xico), Bogot¨¢, Lima y Buenos Aires o las bienales de arte de las principales capitales latinoamericanas, hasta el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogot¨¢, o el Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici) de Buenos Aires, pasando por el cl¨¢sico Festival de Vi?a del Mar, en Valpara¨ªso (Chile).
Encuentro con los escritores
Directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara
"En sus casi 30 a?os de existencia (que se cumplen en 2016), la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) se ha consolidado como el mayor encuentro literario y editorial de Iberoam¨¦rica. Este certamen (que es una feria de ferias, porque tiene m¨²ltiples facetas y distintas capas) se dirige a p¨²blicos muy diversos, desde los profesionales de la industria del libro hasta los ni?os y la poblaci¨®n juvenil. FIL Joven, como se llama este programa, por un lado acoge a los j¨®venes de la entidad y de estados cercanos a Jalisco que recorren festivamente los pasillos y participan en presentaciones o actividades especialmente dise?adas para ellos, como Mil j¨®venes con... Se trata de un espacio que privilegia el encuentro con grandes escritores que visitan la FIL.
Otra manera de acercar a los j¨®venes a la literatura es el programa Ecos de la FIL, que se trabaja en alianza con el Sistema de Educaci¨®n Media Superior de la Universidad de Guadalajara. A?o con a?o, m¨¢s de cien escritores de distintas lenguas y procedencias visitan las escuelas preparatorias del estado de Jalisco para entablar un di¨¢logo divertido y enriquecedor con los estudiantes, quienes previamente, gracias a los profesores, han le¨ªdo parte de sus obras. As¨ª, la posibilidad de la lectura se enriquece y conocen a quienes las crearon"
Pero de entre todos esos eventos hay uno que recorre el mundo y no espera a que vayan a su pa¨ªs a comprobar el entusiasmo de los j¨®venes por la cultura y c¨®mo la cultura contribuye a la mejora de la sociedad y formaci¨®n de los ciudadanos: se trata de la Orquesta Sinf¨®nica de la Juventud Venezolana Sim¨®n Bol¨ªvar, que forma parte del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela creada en 1975 por Jos¨¦ Antonio Abreu y auspiciado por los distintos gobiernos venezolanos. Hay m¨¢s de 150 orquestas repartidas por todo el pa¨ªs que seducen a los ni?os y j¨®venes de la calle, con problemas de drogas o de bajos recursos econ¨®micos. Cerca de 300.000 menores han pasado ya por esa red.
Am¨¦rica Latina no es solo un continente joven, ni la segunda regi¨®n del mundo con m¨¢s poblaci¨®n juvenil (la edad media es de 26 a?os), sino que a ojos de muchos su esp¨ªritu y ¨¢nimo por la cultura es casi adolescente. En especial en las ¨²ltimas d¨¦cadas, son los j¨®venes quienes han impulsado y ampliado los intereses culturales y, sobre todo, buscan hacer m¨¢s visible la creaci¨®n cultural de sus regiones ayudados por las tecnolog¨ªas emergentes en el ciberespacio. Un inter¨¦s social que no se corresponde con lo que dedican los estados a la cultura, pues apenas representa una media del 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB), por pa¨ªs.
Pese a ello, la incidencia positiva de la cultura en el desarrollo socioecon¨®mico de la juventud es alta, seg¨²n el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La cultura, adem¨¢s, informa el organismo, es un elemento clave, junto con el deporte, para ayudar a prevenir la violencia y conformar un tejido social m¨¢s fuerte y mejor. ¡°Desarrollo no son solo las industrias culturales, sino invitar a los j¨®venes a que persigan sus sue?os¡±, ha dicho en varias ocasiones el presidente del BID, Luis Alberto Moreno.
Un antiguo legado
Ra¨ªces, pasado y presente-futuro cultural son un solo elemento de fuerza y reivindicaci¨®n en la sociedad latinoamericana. Tres momentos de la historia que son tratados de manera conjunta o indisociable o individual pero siempre con proyecci¨®n de porvenir. En Latinoam¨¦rica el pasado no es coactivo. Al menos ahora. Y siempre se ha buscado la posibilidad de inaugurar escenarios y dispositivos de di¨¢logo entre generaciones y pueblos, ha se?alado en varias ocasiones Jes¨²s Mart¨ªn-Barbero, antrop¨®logo y semi¨®logo hispanocolombiano.
Cine del centro y la periferia
Director del Festival de Cine de Buenos Aires (Bafici)
"El Festival de Cine de Buenos Aires (Bafici) tiene varias asociaciones con la juventud. Para empezar, gran parte de su p¨²blico (que se cuenta por decenas de miles cada a?o) es joven, pero no s¨®lo eso: debe adem¨¢s cargar con el estereotipo de turno (hipster, gafapasta, esnob: ninguno de ellos especialmente preciso ni inspirado) y lo hace con despreocupada elegancia. No van al Bafici porque son j¨®venes ni a cumplir con un determinado "deber ser"; van en todo caso a la manera de Picasso, pensando que "lleva tiempo llegar a ser joven", y que parte de ese tiempo est¨¢ bien empleado frente a una pantalla de cine. Es Bafici, asimismo, un festival joven al que le ha llevado tiempo llegar a serlo. Naci¨® con obligaciones "de adulto": acercar a Buenos Aires un tipo de cine que a finales de la d¨¦cada de los noventa no se pod¨ªa encontrar en ninguna pantalla.
Con el tiempo hall¨® su lugar en la cultura de la ciudad, y desde all¨ª se proyect¨® al mapa mundial de los festivales: como plataforma de lanzamiento del nuevo cine argentino, como sitio en el que j¨®venes de los nuevos y de los de toda la vida se enfrentan a las pel¨ªculas con ganas de que dejen huella y, sobre todo, como espacio que solo acepta tener deudas con una determinada idea del cine. Sin prejuicios, explorando la historia y apostando al futuro, y de la manera m¨¢s festiva posible. Porque acaso (?ojal¨¢!) la juventud sea eso¡±
El aprecio, respeto y valoraci¨®n por la cultura, al igual que por sus creadores, e incluso por sus gestores y dinamizadores, es uno de los legados de la educaci¨®n familiar y escolar. Viene de antiguo. Tanto de la cultura precolombina, cuando el saber era asociado a la fuerza y poder donde residen parte de las claves para que las sociedades avancen, como de la cultura europea que desembarca en el continente a partir de 1492, y su poder e influencias llegan hasta all¨ª tanto por los europeos como por los criollos que se educan en Europa y luego vuelven como l¨ªderes de sus comunidades.
Un ecosistema en tensi¨®n que se ve claramente en el aprecio por el idioma, por la lengua espa?ola; por su manejo correcto, respetuoso y de preservaci¨®n como ha recalcado en diferentes ocasiones la Real Academia Espa?ola (RAE). El habla es la base de la cultura en su sentido m¨¢s amplio, es su primera herramienta de expresi¨®n, algo que se inculca desde la casa y los primeros a?os de aprendizaje escolar.
A esa educaci¨®n familiar y escolar se suma la necesidad de afianzar una identidad regional, nacional y continental. Y es en la cultura de esa veintena de pa¨ªses hispanohablantes distintos, pero con un pasado y origen com¨²n, donde los j¨®venes siempre han encontrado una respuesta, un aliado digno que unifique su presencia y posici¨®n en el mundo m¨¢s all¨¢ de los lunares y verg¨¹enzas que puedan generar el resto de ¨¢mbitos de la sociedad y el pa¨ªs como la pol¨ªtica, la econom¨ªa, la pobreza, la violencia, etc¨¦tera.
Rescatar, reivindicar, mostrar, proyectar y heredar lo que para ellos s¨ª es motivo de satisfacci¨®n. ¡°Pocas regiones del mundo pueden sentirse tan orgullosas como la latinoamericana de tener una identidad tan definida y con tanta proyecci¨®n en el resto del mundo. Parece l¨®gico que tratemos de proyectar esta realidad de la que solo pueden derivarse beneficios¡±, se?ala en sus conclusiones la Encuesta Latinoamericana de H¨¢bitos y Pr¨¢cticas Culturales 2013, realizada por la Organizaci¨®n de Estados Iberoamericanos (OEI).
El gran aliado digital
Y en tiempos digitales, la cultura es el mejor recurso para mostrar. Un 40% de la poblaci¨®n tiene acceso a Internet, seg¨²n el informe de la Encuesta Latinoamericana. Se trata de un mundo dual, anal¨®gico y digital, que sigue imparable su desarrollo y trae consigo, como lo hiciera en el siglo pasado la televisi¨®n, el desconcierto, la expectativa y una red de temores y dudas. Cobran vigencia, entonces, las reflexiones que hiciera en el umbral de este presente, Mart¨ªn Barbero, en 2002: ¡°Los j¨®venes articulan hoy las sensibilidades modernas a las posmodernas en ef¨ªmeras tribus que se mueven por la ciudad estallada o en las comunidades virtuales cibern¨¦ticas¡±.
El teatro del mundo
Directora del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogot¨¢
"El Festival Iberoamericano de Teatro de Bogot¨¢ es un Carnaval de las Artes Esc¨¦nicas que se realiza cada dos a?os durante 17 d¨ªas en una ciudad de ocho millones de habitantes con una gran programaci¨®n, que en la ¨²ltima versi¨®n realiz¨® 695 funciones de sala y 210 de calle. Para entender el impacto que este evento tiene sobre los j¨®venes debemos remontarnos a 1988, a la primera edici¨®n del Festival que se dio en un pa¨ªs inmerso en un proceso violento, aislado del mundo y con pocas esperanzas para los j¨®venes.
El Festival signific¨® una bocanada de aire al traer directores, grupos, artistas de los cinco continentes que mostraron lo que estaba ocurriendo en el mundo de las artes esc¨¦nicas, desconocido para los colombianos. Ese impacto se ha multiplicado con el desarrollo del Festival en otros campos. En la versi¨®n n¨²mero tres se incluy¨® un programa acad¨¦mico, la Escuela del Festival, para extraer literalmente los conocimientos y las experiencias de los directores, artistas y t¨¦cnicos visitantes en beneficio del talento de los j¨®venes colombianos. Y con la Ventana Internacional de las Artes (VIA) se cierra el ciclo, pues esos j¨®venes creadores que han estado expuestos a las obras y conocimientos de los invitados al Festival, tienen en VIA la posibilidad de mostrar a los productores internacionales sus propias creaciones en una rueda de negocios¡±
Trece a?os despu¨¦s el tiempo ha reforzado sus palabras. Un informe de la Unesco recuerda c¨®mo en Latinoam¨¦rica la cultura tambi¨¦n es un proceso en constante construcci¨®n. Y una de las conclusiones principales de la Encuesta Latinoamericana de H¨¢bitos y Pr¨¢cticas Culturales 2013 es que los latinoamericanos consideran la cultura como una forma de vida. Ese es el escenario general. Otra cosa es el acceso a la cultura. En cine el 65% dice no haber asistido en su ¨²ltimo a?o; en m¨²sica seis de cada 10 personas la escuchan de manera grabada; en libros el 55% lee, pero el 45% reconoce que no lo hace nunca o casi nunca por motivos profesionales o educativos.
El 57% de los latinoamericanos tiene la percepci¨®n de que en los ¨²ltimos 10 a?os han aumentado las posibilidades de acceder a la cultura de su pa¨ªs. Las actividades m¨¢s frecuentadas son la audici¨®n de m¨²sica, el video y la lectura. En el extremo contrario est¨¢n la asistencia a conciertos, al teatro o al cine. En una zona intermedia figuran las pr¨¢cticas relacionadas con las nuevas tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n: uso de ordenadores y el correo electr¨®nico e Internet. Lo m¨¢s extendido es la radio y la televisi¨®n.
Am¨¦rica Latina tiene en formaci¨®n un tejido cultural enorme que inculca la gran cultura, la cultura masiva o popular y la cultura como tejido de base en escuelas, barrios, organizaciones y todo aquello que involucre lo comunitario. Y suelen estar en el pueblo m¨¢s peque?o o en un barrio de una gran ciudad. Como se?ala el informe de la OEI, ¡°la cultura puede ser un lugar de encuentro y de inclusi¨®n social¡±.
Plataforma musical
Periodista de entretenimiento que ha vivido las ¨²ltimas 25 ediciones del Festival Vi?a del Mar.
"Dicen que el Festival de Vi?a del Mar es el m¨¢s importante del mundo hispano. Nosotros desde Chile, tenemos la convicci¨®n de que ello es as¨ª. Es la gran fiesta de este pa¨ªs, el mismo de Neruda, Mistral y Lucho Gatica. Es el encuentro de la m¨²sica, de la juventud. La gran plaza p¨²blica que re¨²ne a todo este lado del cono sur.
Naci¨® a fines de la d¨¦cada de los cincuenta, cuando Chile viv¨ªa casi en el subdesarrollo. Hoy es un evento particular porque re¨²ne competencias de g¨¦nero internacional y folcl¨®rico con un show digno de cualquier escenario mundial. Canciones famosas han salido de este certamen.
El Festival es el lugar donde todos los artistas hispanos han pasado su examen final para la consagraci¨®n: en los setenta con la televisi¨®n local y desde los ochenta hasta ahora a trav¨¦s del sat¨¦lite, a buena parte del mundo (150 millones de personas vieron la ¨²ltima edici¨®n).
En los ochenta fue el escenario de protesta de los j¨®venes. La canci¨®n dec¨ªa ¡°Mami que ser¨¢ lo quiere el negro¡± y la galer¨ªa respond¨ªa al un¨ªsono ¡°Que se vaya Pinochet¡±. Los ¨²ltimos a?os hemos sido testigos de un festival moderno, con alta tecnolog¨ªa, seis jornadas de fiesta, y una plataforma tecnol¨®gica equiparada a seis noches de Eurovisi¨®n. Se acaba Vi?a y se acaba el verano y en Chile, se acaba la fiesta"
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