Damasco amnist¨ªa a los desertores del servicio militar por falta de soldados
El Ej¨¦rcito sirio necesita combatientes ante el avance de los frentes opositores
El presidente sirio, Bachar el Asad, ha anunciado hoy una amnist¨ªa general para ¡°todos aquellos que han escapado al servicio militar dentro o fuera del pa¨ªs¡±. Se trata de la segunda en menos de un a?o. La guerra civil siria, que se enquista en su quinto a?o, se ha cobrado ya m¨¢s de 230.000 vidas. Un tercio de ellas soldados y milicianos afines al Gobierno de Damasco, seg¨²n datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres (OSDH).
¡°No pienso regresar, si lo hago s¨¦ que entrar¨¦ en el Ej¨¦rcito y no podr¨¦ salir en cuatro a?os¡±, explica Ahmed M. de 25, nombre falso para proteger su identidad. ¡°Mi primo regres¨® en la ¨²ltima amnist¨ªa y ah¨ª sigue¡±, a?ade. Ahmed trabaja en un caf¨¦ de un barrio c¨¦ntrico de Beirut donde lleva viviendo desde que comenz¨® la guerra. Como ¨¦l, miles de j¨®venes han huido de Siria para evitar vestir de caqui y combatir en las l¨ªneas del frente.
Las tropas sirias est¨¢n faltas de efectivos. El pasado mes de mayo, el Estado Isl¨¢mico (EI) lograba ampliar territorio al hacerse con Palmira en el centro del pa¨ªs. En el sur, las milicias rebeldes prosiguen su envite desde Quneitra y Sueida. Y en la costa noroeste, el Frente de la Conquista (coalici¨®n que une a Al Qaeda y otras facciones opositoras de mayor o menor corte islamista), amenaza en la frontera norte del feudo alau¨ª de Latakia (confesi¨®n que profesa la familia El Asad). A la falta de efectivos se suman los problemas recientes con las Fuerzas Nacionales o Defensas Civiles. Compuestas por voluntarios pagados por el Gobierno para apoyar en el control y mantenimiento de las ciudades, muchos se niegan a ir al frente prefiriendo quedarse en las ciudades para proteger sus casas y familias. A pesar de ello, numerosos j¨®venes siguen prest¨¢ndose voluntarios para ingresar en el Ej¨¦rcito regular.
Seg¨²n el OSDH, unos 70.000 desertores permanecen en Siria. Otros, sin que se conozcan las cifras exactas, han huido al vecino L¨ªbano, para quedar atrapados sin poder regresar. Acuciados por la necesidad econ¨®mica, muchos j¨®venes optan tambi¨¦n por salir por mar ilegalmente. El soldado raso cobra cinco euros al mes durante el servicio militar. El voluntario, hasta 150. Los varones hijos ¨²nicos est¨¢n exentos. Los que se acojan a la Amnist¨ªa quedar¨¢n exentos de las penas impuestas por el c¨®digo penal militar para aquellos dentro del pa¨ªs (art¨ªculo 100), o aquellos que han huido fuera (art¨ªculo 101). Si bien esta llamada no ata?e a los desertores que se han sumado a las filas de la oposici¨®n, tampoco especifica si los j¨®venes tendr¨¢n que cumplir con los dos a?os de servicio militar nada m¨¢s entregarse.
Fouad, seud¨®nimo que elige este joven sirio de 19 a?os, hace m¨¢s de uno que huy¨® de Damasco. ¡°Tengo varias hermanas y necesito trabajar para mandar dinero a casa¡±, dice el joven. Carpintero de profesi¨®n, huy¨® al L¨ªbano, donde habita en un min¨²sculo cuarto junto con otros tres sirios. Sus compa?eros provienen de las zonas m¨¢s castigadas por la guerra; de Raqqa, hoy capital del EI en Siria, o de Qamishli al noreste del pa¨ªs. El sector de la construcci¨®n libanesa y los caseros que alquilan sus pisos a sirios son dos de los primeros beneficiarios, si no explotadores, de los cerca de 250.000 trabajadores migrantes sirios que llevan d¨¦cadas en L¨ªbano. Fouad y sus tres compa?eros de cuarto trabajan en la construcci¨®n por unos 370 euros al mes. Pagan 180 euros por el alquiler de un cuarto de escasos metros cuadrados sin ba?o ni cocina, y malviven para mandar el resto a sus familias. A pesar de que no niega querer hacer el servicio militar en Siria, Fouad dice no poder permitirse ganar cinco euros al mes. ¡°Necesito mantener a mi familia¡±, concluye.
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