El hombre que regres¨® del corredor de la muerte de Texas para hacer justicia
Anthony Graves pas¨® 18 a?os encerrado por un crimen que no hab¨ªa cometido Lleg¨® a tener fecha de ejecuci¨®n dos veces
¡°Usted est¨¢ detenido por el asesinato de seis personas¡± le dice un polic¨ªa en un v¨ªdeo que capt¨® el momento en el que Anthony Graves lleg¨® a la comisar¨ªa para ser interrogado. ¡°?Qu¨¦? ?Yo?¡± responde ¨¦l sorprendido. Tras unos minutos, se sent¨® y comenz¨® a pellizcarse la cara: ¡°Estoy so?ando¡±, dijo. Esa tarde de agosto en 1992 fue el inicio de 6.640 d¨ªas de una vida congelada tras las rejas, donde no par¨® de clamar su inocencia.
Ese verano en Somerville, Texas, Bobbie Davis (45), Nicole Davis (16), y cuatro ni?os, D¡¯Nitra (9), Brittany (6), Lea (5) y Jason (4) fueron hallados muertos en la casa de Davis. El crimen captur¨® la atenci¨®n medi¨¢tica y el p¨²blico exig¨ªa un culpable r¨¢pido.
El arresto del afroamericano Robert Carter, padre de Jason, fue el primer paso, pero por el perfil del crimen y el n¨²mero de v¨ªctimas, la tesis fue que actu¨® junto con otra persona. Carter ofreci¨® un nombre tras varias horas de interrogatorio: Anthony Graves. De inmediato fue arrestado, a pesar de que no exist¨ªa ninguna prueba que lo ligara al crimen. Ah¨ª comenz¨® lo que describi¨® en una entrevista con EL PA?S, como ¡°el d¨ªa m¨¢s horrible de su vida¡±.
¡°Perd¨ª mi libertad, no sab¨ªa nada del sistema, no sab¨ªa qu¨¦ esperar, ten¨ªa mucho miedo¡±, recuerda. Carter se hab¨ªa separado de la prima de Graves, Lisa, esa era la conexi¨®n entre ambos.
Tenemos alrededor de 3.000 fiscales de distrito en el pa¨ªs y cerca de un 95% de ellos son blancos
Aunque Carter hab¨ªa inculpado a Graves en su testimonio inicial, cuando se enfrent¨® al jurado cont¨® que lo hab¨ªa hecho como parte de un trato. ¡°Me dijeron que podr¨ªa irme si les daba un nombre, una historia y eso fue lo que hice¡±, dijo. Pero su credibilidad en ese momento era nula, ya que tambi¨¦n aleg¨® su propia inocencia.
?Pero por qu¨¦ Graves espec¨ªficamente y no otra persona? ¡°El d¨ªa que fue arrestado Carter vio a tres hombres en un jeep y pens¨® que uno de ellos era yo. Lo interrogaron por 14 horas y le pidieron que les diera el nombre, record¨® que me hab¨ªa visto en el jeep y dijo mi nombre¡±, explica Graves.
El 7 de noviembre de 1994, Anthony Graves fue condenado a muerte por aquel crimen. Ah¨ª comenz¨® su vida en aislamiento en prisi¨®n durante los siguientes 12 a?os. Un escenario que simplemente describe como una infierno f¨ªsico, mental y emocional dise?ado para romper la voluntad de vivir.
La persona que era Graves antes de entrar a la c¨¢rcel estaba cada vez m¨¢s lejos. El mec¨¢nico que trabajaba de 8 a 5, padre de tres hijos, era una imagen borrosa con el paso de los d¨ªas. ¡°Mi familia fue condenada a muerte conmigo, mis hijos ten¨ªan que ir a visitarme a la c¨¢rcel y crecieron as¨ª. Ten¨ªan 7, 8 y 11 a?os cuando esto ocurri¨®¡±.
Graves tuvo dos veces fecha de ejecuci¨®n, pero se convenci¨® que no morir¨ªa ejecutado. ¡°Yo nunca cre¨ª que eso suceder¨ªa. Creo que eso me salv¨® la vida. Vi a otros compa?eros que cuando les daban su fecha de ejecuci¨®n perd¨ªan la cabeza¡±, relata.
En 2011 el Estado de Texas le pag¨® 1,4 millones como indemnizaci¨®n por el tiempo que pas¨® entre rejas
Los a?os comenzaron a pasar. Carter fue ejecutado en el a?o 2000. En sus ¨²ltimas palabras antes de la inyecci¨®n letal dijo que Graves no ten¨ªa nada que ver con el crimen y que ¨¦l era el ¨²nico responsable.
Tras 12 a?os Graves finaliz¨® su per¨ªodo de aislamiento en la c¨¢rcel y empez¨® a conocer a sus compa?eros de encierro. Seg¨²n ¨¦l, varios de ellos carecen de un juicio justo.
¡°Tenemos alrededor de 3.000 fiscales de distrito en el pa¨ªs y cerca de un 95% de ellos son blancos. Tienes un grupo demogr¨¢fico aplicando castigo en la sociedad y no tienen ninguna conexi¨®n con la gente que entra a la corte. Es f¨¢cil mirarlos y decir que son criminales¡±, se?al¨®.
Esta no es la ¨²nica cr¨ªtica que Graves tiene sobre el sistema judicial en Texas, que est¨¢ empecinado en cambiar. La diversidad es un elemento que considera cr¨ªtico, pero tambi¨¦n clam¨® por un cambio de fondo en la cultura que prevalece en el proceso.
¡°Los abogados defensores deben sacarse de la cabeza la idea de que su cliente es culpable, sin hacer ning¨²n tipo de investigaci¨®n en el caso¡±, reclam¨®. ¡°No se concentran en investigar si eres inocente, sino en buscarte el mejor trato en tu caso. Seis meses de c¨¢rcel, un a?o, dos. Como muchos de los acusados son j¨®venes y no conocen la ley, dicen 'bueno aceptar¨¦ el trato¡±, explica.
Eso, seg¨²n Graves, les pone una marca en su espalda de la que no pueden escapar, ya que cuando salen de la c¨¢rcel no pueden recibir asistencia del Gobierno y tienen muy pocas oportunidades en el mercado laboral.
Actualmente es miembro del directorio del Centro Forense Cient¨ªfico de Houston, dedicado a ayudar en las investigaciones criminales
La abogada y profesora de la escuela de comunicaciones de la Universidad de St. Thomas, en Texas, Nicole Casarez, investig¨® el caso de Graves con sus alumnos como parte de un proyecto de la universidad y luego entregaron toda la informaci¨®n a los abogados. Casarez descubri¨® errores graves en el caso, sobre todo por parte del fiscal de distrito que llev¨® a Graves a prisi¨®n: Charles Sebesta. Entre ellos, que el fiscal hab¨ªa ocultado pruebas favorables y hab¨ªa usado un testimonio falso para ganar el caso.
En 2006, la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito revoc¨® la condena y orden¨® un nuevo juicio. As¨ª se inici¨® otro proceso y una nueva investigaci¨®n. Finalmente, en 2010 Graves logr¨® su libertad e inici¨® una vida que nunca imagin¨® posible. En 2011 el Estado de Texas le pag¨® 1,4 millones de d¨®lares como indemnizaci¨®n por el tiempo que pas¨® entre rejas. Graves cre¨® una fundaci¨®n dedicada a ayudar a las personas que han experimentado una condena injusta.
Tambi¨¦n comenz¨® a dar charlas comunitarias a lo largo del pa¨ªs, donde su objetivo es inspirar pero tambi¨¦n instar a la gente a presionar por un cambio en el sistema. Graves incluso ha testificado en el Congreso de Estados Unidos en contra de la pol¨ªtica de aislamiento en la c¨¢rcel.
Este a?o fue designado como miembro en el directorio del Centro Forense Cient¨ªfico de Houston, dedicado a analizar pruebas f¨ªsicas y digitales para ayudar en las investigaciones criminales, adem¨¢s de asegurar est¨¢ndares de calidad y objetividad en el proceso. Creado en 2012, est¨¢ dirigido actualmente por Casarez.
En junio de 2015, Sebesta perdi¨® su licencia de abogado, pero para Graves hablar de justicia a¨²n es dif¨ªcil. ¡°?l casi me asesin¨®. Nunca fue a prisi¨®n, no ha estado en la corte, no ha sido juzgado. Debe hacerse responsable por su actividad criminal. Yo casi perd¨ª mi vida porque ¨¦l ocult¨® pruebas. Seguir¨¦ luchando. Quiero que sea juzgado de la manera en que yo fui juzgado y aceptar¨¦ lo que el jurado decida¡±, dijo.
Al hablar de su vida ahora y del futuro se dibuja una sonrisa en su rostro. Atr¨¢s quedaron el encierro, la soledad y el peso de una muerte programada. Ahora est¨¢ a punto de cerrar un acuerdo para realizar una pel¨ªcula sobre su vida, est¨¢ trabajando en su propio show de televisi¨®n y quiere escribir un libro para presos sobre c¨®mo hacer la transici¨®n desde la c¨¢rcel al exterior. ¡°Amo hacer esto y me siento en vacaciones todos los d¨ªas¡±, confes¨®.
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