El Gobierno chino trata de aplacar las cr¨ªticas por la opaca gesti¨®n de Tianjin

Enfrentado a una opini¨®n p¨²blica indignada y a uno de los peores accidentes industriales en la historia reciente de China por las explosiones en el puerto de Tianjin, el Gobierno central en Pek¨ªn parece haber cambiado de t¨¢ctica ante la crisis. Si en los primeros d¨ªas estuvo ausente y la gesti¨®n recay¨® sobre todo en las autoridades municipales, este domingo quiso proyectar una imagen resolutiva y el primer ministro, Li Keqiang, acudi¨® a la zona del desastre. Acusado de opacidad, anunci¨® tambi¨¦n varias medidas que intentan arrojar transparencia.

La Fiscal¨ªa General abrir¨¢ una investigaci¨®n para determinar si hubo negligencias o abuso de poder entre los funcionarios del sector p¨²blico que permitieron que ocurriera el suceso. La cifra de muertos en las explosiones del mi¨¦rcoles se eleva ya al menos a 112, mientras que 95 personas contin¨²an desaparecidas, 85 de ellos bomberos que intentaban sofocar el fuego que condujo a los estallidos en los contenedores de Ruihai International Logistics, una firma fundada en 2011 y especializada en el almacenamiento y distribuci¨®n de sustancias peligrosas. Hay, adem¨¢s, 700 heridos, 58 en estado grave.

Li, que rindi¨® homenaje a las v¨ªctimas del siniestro, subray¨® la necesidad de ¡°informaci¨®n transparente y puntual¡±, seg¨²n la agencia oficial de noticias china, Xinhua. Su presencia en Tianjin, donde se reuni¨® con algunas de las v¨ªctimas y sus familias, parece tener el objetivo de calmar el ¨¢nimo de los afectados, que ya han empezado a protestar de manera muy p¨²blica.

Los residentes de las zonas afectadas que reclamaban compensaci¨®n por los da?os a sus hogares exig¨ªan ayer explicaciones a los funcionarios que ofrec¨ªan una rueda de prensa. Un grupo de familias de los bomberos desaparecidos march¨® hacia unas oficinas gubernamentales para reclamar noticias sobre sus seres queridos. Todos ellos se quejaban de falta de informaci¨®n, una opacidad que se pon¨ªa de manifiesto incluso en las respuestas de la rueda de prensa. A la pregunta de qu¨¦ persona dirig¨ªa la operaci¨®n de rescate, el portavoz del Ayuntamiento de Tianjin contest¨®: ¡°D¨¦jeme comprobarlo primero¡±.

La tardanza de Li en llegar al lugar de la tragedia resulta llamativa: en junio pasado acudi¨® de inmediato a coordinar las operaciones de rescate tras el hundimiento de un ferry en el Yangtze en el que murieron 400 personas. Y Tianjin se encuentra a tan solo 120 kil¨®metros de Pek¨ªn.

Desconfianza ciudadana

Si el primer ministro aspiraba a tranquilizar los ¨¢nimos, tiene una enorme tarea por delante. El escepticismo entre la poblaci¨®n sobre los datos que da a conocer el Gobierno es enorme y viene de lejos; tiene sus ra¨ªces en esc¨¢ndalos anteriores, desde el intento de encubrir en 2002 los primeros brotes de la enfermedad respiratoria SARS al envenenamiento de 300.000 beb¨¦s por melamina en la leche en polvo en 2008. Las exhortaciones de Li a la transparencia suenan huecas a una poblaci¨®n que ya las ha o¨ªdo otras veces. Ahora, los censores tambi¨¦n trabajan a destajo: ayer anunciaron el cierre de 50 p¨¢ginas web que ¡°suscitaban el p¨¢nico¡± con ¡°informaci¨®n no verificada¡±.

Uno de los interrogantes que ha causado mayor preocupaci¨®n es la presencia de sustancias t¨®xicas en el aire y el agua liberadas por la explosi¨®n. Aunque siempre insisten en que las concentraciones no llegan a niveles nocivos, las autoridades hab¨ªan reconocido la presencia en el almac¨¦n de centenares de toneladas de cianuro de sodio, un producto que puede ser mortal si se inhala o ingiere. El jefe del operativo militar que participa en las tareas de limpieza y rescate, Shi Luzhe, declar¨® este domingo que los niveles de ese gas en la zona del epicentro ¡°son m¨ªnimas¡±. La organizaci¨®n ecologista Greenpeace ha corroborado ese extremo; sus pruebas no han encontrado contaminaci¨®n por esta sustancia.

Tampoco se sabe c¨®mo es posible que se permitiera levantar un almac¨¦n de esas dimensiones (46.000 metros cuadrados) a solo 500 metros de edificios residenciales.

La empresa tambi¨¦n hab¨ªa cometido irregularidades en el almacenamiento de sustancias peligrosas hace dos a?os, seg¨²n se encontr¨® en una inspecci¨®n.

Aunque la responsabilidad ¨²ltima del accidente recae en la compa?¨ªa, no es posible que Ruihai operara o que obtuviera la licencia para instalarse en la zona sin un permiso oficial. La Fiscal¨ªa General anunci¨® que investiga ¡°posibles actos ilegales, como abuso de poder o dejaci¨®n de funciones y tomar¨¢ medidas contra aquellos actos que puedan haber constituido delito¡±. Por su parte, la Administraci¨®n China de Aviaci¨®n Civil anunci¨® que aumentar¨¢ la supervisi¨®n del transporte y almacenamiento de productos peligrosos.