Las mujeres ind¨ªgenas alzan la voz en las protestas en Ecuador

Las mujeres ind¨ªgenas han sido las protagonistas en la marcha de este mi¨¦rcoles que forma parte del levantamiento de los pueblos originarios en Ecuador. Llevaron hasta la representaci¨®n de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU) una carta con el inventario de las agresiones que han sufrido desde el 2 de agosto, cuando comenz¨® el movimiento. En ella piden que se condene la violencia contra los pueblos originarios y se exija al Gobierno de Rafael Correa la liberaci¨®n de los m¨¢s de 100 ind¨ªgenas y activistas detenidos (cifra que la Fiscal¨ªa rebaja a 56).?

Uno de los casos que quieren difundir es el de Margot Escobar, una ambientalista de 61 a?os que ya fue se?alada en las protestas de 2013 contra la XI Ronda Petrolera. La semana pasada fue golpeada y detenida en Puyo (provincia de Pastaza, amazon¨ªa sur) y podr¨ªa ser trasladada a otra provincia del pa¨ªs en las pr¨®ximas horas.

Al menos el 45% de los 200 ind¨ªgenas que se mantienen en Quito son mujeres. Ellas han encabezado las cinco marchas que se han hecho en la capital desde su arribo, el pasado 13 de agosto. En todo el pa¨ªs las mujeres ind¨ªgenas superan a los hombres: hay 517.797 mujeres frente a los 500.379 hombres, seg¨²n el censo de 2010. Su labor en las manifestaciones es llevar la whipala (bandera de siete colores que representa a las comunidades andinas) y abrir camino a los dirigentes hombres que vienen detr¨¢s. Incluso el equipo de seguridad de la protesta va detr¨¢s de ellas.

Durante la ¨²ltima marcha de este mi¨¦rcoles hablaron de los problemas concretos en el campo, como Carmen Lozano, que viene desde el pueblo Saraguro. ¡°Somos ganaderos, somos agricultores, nuestros productos no podemos sacar a los mercados porque piden requisitos y normas. Eso no puede ser porque no somos empresarios¡±. Asegura que el presidente Correa no las ha apoyado. ¡°No ha eliminado la pobreza, estamos en m¨¢s crisis. Antes vend¨ªamos los productos, ahora se saca quesillo, leche y los polic¨ªas nos lo arrebatan y nos quedamos sin nada¡±.

Diocelinda Iza Quinatoa, que aprendi¨® a leer y escribir con 14 a?os y luego se dedic¨® a alfabetizar en su comunidad, tiene cosas que decir: ¡°Nosotras somos las guardianas de la soberan¨ªa alimentaria y la firma de un tratado de libre comercio con Europa nos perjudicar¨ªa, llegar¨ªan los transg¨¦nicos y nuestra producci¨®n va a depender del mercado¡±. Esta mujer kichwa est¨¢ con sus hijos en Quito y tiene una raz¨®n para ello. ¡°Una de las herencias es saber resistir y luchar, los ind¨ªgenas no tenemos nada garantizado en el Estado¡±.

Las mujeres amaz¨®nicas que tambi¨¦n se unieron al levantamiento gritaron sus consignas en contra del extractivismo. La waorani Alicia Kawiya, que ya levant¨® su voz en la Asamblea Nacional, el 2013, cuando se decid¨ªa sobre la explotaci¨®n del Yasun¨ª, dijo: "Nosotros venimos en la lucha por nuestro territorio, los r¨ªos est¨¢n contaminados, queremos agua para nuestros hijos, estamos luchando por la vida de nuestras generaciones".

La prioridad para otras es la educaci¨®n. Rosa Lanchimba, una madre soltera del pueblo kayambi, que acompa?a con su guitarra en todas las marchas, dice que para ella lo m¨¢s importante es la educaci¨®n de su hijo. ¡°Tiene ocho a?os y debe ir caminando una hora y media o viajar media hora en bus para llegar a la escuela, por eso para mi lo m¨¢s importante es que vuelvan las escuelas comunitarias¡±, dice.

Tambi¨¦n hay mujeres dirigentes que participan en las asambleas de hombres con voz y voto. ¡°Pedimos que termine la intromisi¨®n de militares y polic¨ªas en las casas de nuestros compa?eros ind¨ªgenas y que respeten a las mujeres, ni?os, y personas con discapacidad que tambi¨¦n son v¨ªctimas del Estado¡±, dice Katy Betancourt, que con 31 a?os es representante de las mujeres en la Confederaci¨®n de Nacionalidades Ind¨ªgenas de Ecuador (Conaie). Ella es la voz que organiza las salidas desde la acampada hasta el centro de Quito con un altavoz y mantiene en alto el ¨¢nimo y la dignidad de sus compa?eros. ¡°Vamos compa?eros, con fuerza y en paz¡±, dijo esta tarde y su deseo se cumpli¨®. La quinta marcha de los ind¨ªgenas en Quito, apoyada por obreros y otros colectivos, no se detuvo ante las barricadas de la Polic¨ªa y en un par de horas estuvo de vuelta en el lugar de la acampada.