La crisis de la frontera se vuelve un problema pol¨ªtico para Colombia

La crisis abierta por el presidente venezolano, Nicol¨¢s Maduro, al decretar el estado de excepci¨®n y cerrar parte de la frontera con Colombia se ha vuelto un problema pol¨ªtico para su hom¨®logo Juan Manuel Santos. Su decisi¨®n de apostar por la v¨ªa diplom¨¢tica y el di¨¢logo le ha comenzado a generar cr¨ªticas internas, entre los que le reclaman m¨¢s firmeza ante las provocaciones del l¨ªder venezolano y una mayor presencia institucional del Estado en la frontera, donde ayer ya hab¨ªan llegado cerca de 1.000 personas entre deportadas y repatriadas.

El Gobierno colombiano no parece haber calibrado la imprevisibilidad de Maduro. El presidente venezolano decidi¨® el pasado mi¨¦rcoles cerrar parte de la frontera durante 72 horas, despu¨¦s de que tres militares venezolanos resultaran heridos en un incidente en San Antonio del T¨¢chira, atribuido por el Gobierno de Caracas a paramilitares colombianos y contrabandistas. Bogot¨¢ critic¨® la medida, pero sin levantar demasiado la voz; lo asumi¨® como algo pasajero, como otro intento m¨¢s de Maduro por buscar un enemigo externo para desviar la atenci¨®n ante la crisis econ¨®mica e institucional que vive el pa¨ªs.

Lejos de apaciguarse, la situaci¨®n ha empeorado desde que el viernes el mandatario venezolano decretase el estado de excepci¨®n, suspendiese las garant¨ªas constitucionales en cinco municipios fronterizos ¨Cel lunes lo ampl¨ªo a un sexto- y haya vaticinado un ¡°proceso duro y largo¡± para reabrir la frontera. Con cerca de 1.000 personas deportadas y repatriadas, caso de los menores de edad, al Gobierno colombiano no le ha quedado m¨¢s remedio que empezar a hablar de ¡°crisis humanitaria¡±.

Frente al discurso grandilocuente y provocador de Maduro, que pr¨¢cticamente ha intervenido todos los d¨ªas desde que decidiese cerrar la frontera, Santos ha optado por buscar una salida diplom¨¢tica al conflicto y ha insistido desde el primer momento por la v¨ªa del di¨¢logo. Incluso se mostr¨® abierto a tratar el asunto de forma directa con el presidente venezolano, algo que hasta el momento no ha ocurrido. Venezuela, ¨¢vido comprador de alimentos y bienes de consumo, es un importante socio comercial de Colombia y ha sido un actor relevante en el proceso de paz que se desarrolla en La Habana con las FARC. Muchos de los l¨ªderes de la esta guerrilla y del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), permanecen en territorio venezolano, donde han tenido una fuerte presencia en los ¨²ltimos a?os.

La cauta postura de Santos, sin embargo, le ha terminado por generar cr¨ªticas dentro de Colombia. Diversos sectores, encabezados por la oposici¨®n del expresidente y senador ?lvaro Uribe, le reclaman mayor firmeza ante las declaraciones de Maduro y una mayor presencia institucional en la frontera. No fue hasta el domingo cuando se desplaz¨® a C¨²cuta, la localidad m¨¢s afectada, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo. El lunes hizo lo propio la canciller, Mar¨ªa ?ngela Holgu¨ªn, que se reunir¨¢ este mi¨¦rcoles en Cartagena de Indias con su hom¨®loga, Delcy Rodr¨ªguez, para tratar de buscar una salida a la crisis.

Ambos ministros fueron recibidos con frialdad por los habitantes de la zona, tradicionalmente partidaria de Uribe. Precisamente el expresidente, fue vitoreado a su llegada a C¨²cuta el lunes por la noche. Pr¨¢cticamente al mismo tiempo en que Maduro lo acusaba en una rueda de prensa con medios internacionales de ser el cerebro de la conspiraci¨®n en la frontera, Uribe, meg¨¢fono en mano, lanz¨® un discurso que, lejos de tener fronteras, parec¨ªa no tener l¨ªmites, al llegar a comparar la deportaci¨®n de colombianos con el Holocausto jud¨ªo en la Alemania nazi de Hitler. Las guerras verbales de anta?o entre el propio Uribe y Hugo Ch¨¢vez, silenciadas con la llegada de Santos al poder en Colombia, volv¨ªan a cobrar vida por momentos.

La crisis fronteriza surge en medio de un contexto electoral para ambos pa¨ªses. Venezuela celebrar¨¢ unas cruciales elecciones parlamentarias el 6 de diciembre y Colombia, comicios regionales el 25 de octubre. La decisi¨®n de Maduro de decretar el estado de excepci¨®n durante 60 d¨ªas y no descartar prorrogarlo en el tiempo y el espacio implica que nadie podr¨¢ realizar campa?a electoral en los municipios afectados. En el caso de Colombia, la oposici¨®n uribista, a la que las encuestas no auguran buenos resultados, trata de sacar r¨¦dito y aprovechar la baja popularidad del presidente.

Mientras tanto, la crisis humanitaria est¨¢ lejos de mejorarse. Migraci¨®n Colombia aseguraba este martes por la ma?ana que se hab¨ªan registrado ya deportaciones en La Guajira, otra zona de la frontera de casi 2.300 kil¨®metros, olvidada hist¨®ricamente por las autoridades.