Un verano aciago empa?a la exhibici¨®n de poder¨ªo de China

El r¨¦gimen comunista chino har¨¢ el mi¨¦rcoles una exhibici¨®n de poder¨ªo ante el mundo sin reparar en medios. Doce mil soldados, 500 piezas de armamento ¡ªmuchas nunca vistas en p¨²blico¡ª y 200 aeronaves participar¨¢n en un desfile militar en la plaza de Tiananmen con motivo del 70? aniversario de la victoria en la II Guerra Mundial. Pero las dudas sobre la econom¨ªa, el desplome de la Bolsa y la cat¨¢strofe de Tianjin empa?an un evento al que asistir¨¢ Putin.

Para el presidente chino, Xi Jinping, es especialmente importante que esta marcha militar salga bien. Organizarla es idea suya: es la primera vez que Pek¨ªn conmemora la victoria en la guerra mundial con un desfile, un acontecimiento reservado en general para los grandes aniversarios de la fundaci¨®n del Partido Comunista de China.

¡°El desfile va a mostrar los nuevos ¨¦xitos de la defensa nacional y moderna de China. Es tambi¨¦n una forma importante de recordar la victoria y consolidar el orgullo nacional¡±, opina Wu Taihang, profesor de la Escuela del Partido Comunista en la provincia de Sichuan.

Al menos, este era el plan. Pero la realidad se ha mostrado inoportuna. El desfile, anunciado en enero, llega tras un verano del descontento para los dirigentes chinos. Al hundimiento de las Bolsas y las dudas sobre la econom¨ªa se sum¨® la cat¨¢strofe de Tianjin. La explosi¨®n de un almac¨¦n de productos qu¨ªmicos no solo caus¨® la muerte de, al menos, 145 personas y una grave preocupaci¨®n sobre su impacto ambiental; tambi¨¦n puso en evidencia hasta qu¨¦ punto la corrupci¨®n es algo rutinario en el sistema chino.

El Ministerio de Exteriores chino hab¨ªa adelantado que invitar¨ªa a los l¨ªderes mundiales. La mayor¨ªa de los occidentales ha presentado sus excusas. Una treintena, entre ellos los presidentes de Rusia, Vlad¨ªmir Putin; de Corea del Sur, Park Geun-hye, o Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, han aceptado acudir a un evento en el que se ver¨¢ de nuevo a los tanques atravesar Tiananmen, 25 a?os despu¨¦s de la sangrienta represi¨®n del movimiento estudiantil en la plaza.

Las autoridades van a tirar la casa por la ventana y no van a parar en barras: el espacio a¨¦reo de Pek¨ªn quedar¨¢ cerrado tres horas al tr¨¢fico y los comercios, hoteles y bares en la ruta del desfile no podr¨¢n abrir sus puertas durante la jornada. El Gobierno ha movilizado a 850.000 voluntarios, ha decretado jornada festiva y, para garantizar que hasta el aire sea impoluto durante ese d¨ªa, ha ordenado el cierre de 12.000 f¨¢bricas en los alrededores, adem¨¢s de inmovilizar la mitad de los autom¨®viles de la capital china.

Ecos mao¨ªstas

Con unos ecos claramente mao¨ªstas, para conmemorar la derrota de Jap¨®n en la Segunda Guerra Mundial el r¨¦gimen ha anunciado incluso un perd¨®n oficial para presos comunes, una medida que China no tomaba desde 1975.

¡°El desfile se encamina, en parte, a mostrar la imagen de una China fuerte¡±, apunta Alice Ekman, investigadora principal para China del Instituto Franc¨¦s de Relaciones Internacionales (IFRI). ¡°Tianjin y la debacle financiera son particularmente inoportunos para los organizadores, al actuar como recordatorios de algunas de las debilidades que encara el pa¨ªs¡±.

Por todo ello, es m¨¢s importante que nunca para Xi hacer una demostraci¨®n de poder. Mostrando un espect¨¢culo de masas disciplinadas que evoca, en cierto modo, la ceremonia inaugural de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2008, y una serie de ¡°armas y equipamiento entre las m¨¢s avanzadas del mundo¡±, seg¨²n las ha descrito la agencia oficial Xinhua, el presidente chino quiere apelar al entusiasmo patri¨®tico. Un sentimiento popular que el r¨¦gimen ha alimentado sin ambages y que tiene como catalizador los abusos de Jap¨®n durante la guerra.

¡°El actual liderazgo chino est¨¢ invirtiendo de modo gigantesco en una estrategia de comunicaci¨®n basada en el nacionalismo¡±, apunta Ekman. ¡°Est¨¢ apoyando lo que llama ¡®El Gran Rejuvenecimiento de la Naci¨®n China¡¯, un concepto que Xi ha promovido desde su llegada al poder¡±, precisa la especialista.

Pero el mensaje de la marcha militar tambi¨¦n se dirige al extranjero: quiere mostrar al mundo unas Fuerzas Armadas chinas modernas y preparadas. Que ¡°no buscamos problemas, pero tampoco les tenemos miedo¡±, precisa Wu. Exhibir su arsenal hacia fuera tambi¨¦n tiene un inter¨¦s comercial: China es ya el tercer exportador de armamento del mundo.

Aunque, seg¨²n Ekman, el Gobierno central chino subestima la percepci¨®n negativa que tal exhibici¨®n de fuerza puede generar en el exterior. ¡°Muchos funcionarios en China no saben que a los ojos de muchos europeos un nacionalismo fuerte se ve de modo negativo, por razones hist¨®ricas entre otras cosas. O que un despliegue de fuerza militar pueda asustar a muchas audiencias extranjeras, y no solo en los pa¨ªses vecinos que mantienen disputas territoriales con Pek¨ªn¡±.