Rozando el cielo de Chile

Ni siquiera desde la altura de un avi¨®n se tiene la vista de Santiago de Chile que ofrece Sky Costanera, el mirador inaugurado el pasado 11 de agosto en la capital chilena que presume de ser el m¨¢s alto de Sudam¨¦rica. Con 300 metros de altura y ubicado en las plantas 61 y 62 de la Gran Torre, un edificio de oficinas que aparece en casi todas las postales, el observador permite una visi¨®n en 360 grados de la capital chilena. El r¨ªo Mapocho, los cerros, los cientos de rascacielos y, hacia el oriente, la omnipotente imagen de la cordillera de Los Andes. Resulta impresionante observarla, incluso para quienes nacieron en Santiago y han vivido toda su vida en esta urbe de 6,8 millones de habitantes que concentra el 44% de la poblaci¨®n del pa¨ªs.

A mediod¨ªa de un jueves de invierno, Santiago luce despejado con la cordillera bastante nevada. Como siempre, sobre todo en esta ¨¦poca del a?o, una densa capa de contaminaci¨®n parece aplastar la ciudad. ¡°Incre¨ªble darse cuenta de lo que respiramos todos los d¨ªas¡±, comenta una santiaguina a su acompa?ante. Chilenos y extranjeros caminan por la planta 61 y se acercan a las paredes de vidrio con los m¨®viles en la mano. Retratos y selfies hacia todas las vistas que ofrece el Sky Costanera, pero, sobre todo, en direcci¨®n a Los Andes y sus centros de esqu¨ª que por esta ¨¦poca se llenan de turistas, sobre todo de brasile?os. ¡°Es mi primera vez en Chile y resulta perfecto observar Santiago desde este lugar¡±, dice Bruna Aguiar, una veintea?era de S?o Paulo que viene bajando del Valle Nevado.

El complejo est¨¢ formado por cuatro edificios y un centro comercial que se inaugur¨® en 2012

Hasta el mirador se llega en dos ascensores que recorren siete metros por segundo y que, por fortuna de quienes sufren v¨¦rtigo, no tienen vista al exterior. Pueden subir simult¨¢neamente unas 45 personas y, una vez arriba, el Sky Costanera tiene capacidad para recibir hasta a 350. La planta 61 es un espacio cerrado, donde se concentra la mayor cantidad de visitantes. En solo unos 150 pasos en c¨ªrculo se puede observar Santiago en todas sus direcciones y, gracias a unos paneles informativos, identificar una buena parte de los s¨ªmbolos de la ciudad. A la planta 62 se llega por una escalera mec¨¢nica y est¨¢ a cielo abierto. ¡°Probablemente es el lugar donde se respira el mejor aire de Santiago¡±, dice uno de los anfitriones que explica la historia de la torre.

El arquitecto del edificio, que se ha convertido en un icono de la capital chilena, es el argentino C¨¦sar Pelli, quien afirma que ¡°la proximidad de la cordillera de los Andes convierten este entorno en un lugar ¨²nico e ideal para el emplazamiento de un edificio de tal significado y magnitud¡±. El complejo est¨¢ formado por cuatro edificios y un centro comercial que se inaugur¨® en 2012. La construcci¨®n es de propiedad de Cencosud, un grupo chileno liderado por el empresario de origen alem¨¢n Horts Paulmann.

Una plaza ciudadana

Las obras arrancaron en 2006 y, desde entonces, la construcci¨®n del Costanera Center ha peligrado por los vaivenes que sufr¨ªa el pa¨ªs. En 2009, como consecuencia de la crisis econ¨®mica, la obra se paraliz¨® casi un a?o. En 2010, cuando los 33 mineros fueron rescatados, los encargados colgaron una inmensa bandera chilena. El proyecto siempre ha generado pol¨¦mica: por sus dimensiones, la congesti¨®n que ha provocado en un barrio con escasa infraestructura vial y el aumento de la delincuencia en la zona. No han sido razones suficientes, sin embargo, para que los santiaguinos dejen de visitarlo como si se tratara de su plaza ciudadana.

No es tan alto como el Centro Financiero de Shangh¨¢i, de 470 metros, ni como las Torres Petronas de Kuala Lumpur, en Malasia, de 450. El Empire State de Nueva York y la Torre Eiffel de Par¨ªs tambi¨¦n le superan, con 370 y 320 metros, respectivamente. Pero el Sky Costanera chileno alcanza el r¨¦cord de ser el mirador m¨¢s alto de la regi¨®n, desplazando al Trump Ocean Club de Ciudad de Panam¨¢, que se queda en el segundo lugar con 284 metros. El precio, que tambi¨¦n ha recibido algunas cr¨ªticas, oscila entre los siete y los 12 d¨®lares para adultos.