EE UU en un mundo multipolar
El af¨¢n de supremac¨ªa mundial lleva consigo el se?alamiento de amigos y enemigos
Pueden establecerse cuatro ¨¢reas perfectamente diferenciadas, que en cierto modo se equilibran, Estados Unidos, la Uni¨®n Europea, Rusia y China, de modo que vivimos en un mundo multipolar. La multiplicidad de polos favorece el que en cada una de estas ¨¢reas se consoliden potencias intermedias, como Brasil en Am¨¦rica Latina, Alemania en Europa, Egipto en ?frica, Jap¨®n en Asia. Pese a ello, Estados Unidos aspira a una hegemon¨ªa mundial.
Desde el final de la II Guerra Mundial, ha sido la potencia hegem¨®nica en la Europa occidental, supremac¨ªa que se extendi¨® a todo el continente europeo con el desplome de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Entretanto Alemania se ha consolidado como una potencia econ¨®mica intermedia, pero bajo el amparo y protecci¨®n de EE UU, al depender, como el resto de los pa¨ªses europeos ¡ªcon la excepci¨®n del Reino Unido y de Francia, con armamento at¨®mico¡ª de la protecci¨®n nuclear de Estados Unidos.
Instalada en la ¨®rbita norteamericana, Alemania ha decidido ahorrar al m¨¢ximo en gasto militar, como hace la mayor¨ªa de los Estados europeos. Pero, la dependencia militar, adem¨¢s de limitaciones en la soberan¨ªa, impone costos elevados. El nuevo tratado comercial entre Estados Unidos y la Uni¨®n Europa pondr¨¢ otra vez de manifiesto que la protecci¨®n militar, al tener que aceptar el precio que se imponga, se paga a un precio elevado. Fue la dura experiencia de los campesinos japoneses con los samur¨¢is.
La hegemon¨ªa mundial de Estados Unidos se basa, no tanto en la capacidad tecnol¨®gica-industrial, ni en el d¨®lar como divisa mundial, ni siquiera en el control del capital financiero, sino en la absoluta supremac¨ªa militar.
Lo m¨¢s sorprendente, incluso parad¨®jico, es que tama?a superioridad militar (representa el monto de la potencia militar de los cuatro pa¨ªses que le siguen) no haya impedido que EE UU hubiese perdido las guerras locales emprendidas para dominar a pueblos del Tercer Mundo (Vietnam, Afganist¨¢n, Irak) con una debilidad militar y tecnol¨®gica manifiesta. Prueba de que el poder militar sirve para contener y disciplinar a pa¨ªses desarrollados, pero no para conquistar a los menos desarrollados, a los que cabe destruir, pero no dominarlos.
Ser amigo o enemigo depende de pertenecer o no al imperio. Aunque presente el mismo modelo productivo y parecido orden pol¨ªtico, al ser lo bastante extensa, rica en materias primas y fuerte militarmente para ser soberana, Rusia no se incluye por lo que ha de calificarse de enemigo. Todo imperio se define por marcar la frontera entre los de dentro y los de fuera.
El af¨¢n de supremac¨ªa mundial lleva consigo el ir se?alando a amigos y enemigos: amigos los que se someten, enemigos los que pretenden mantener su independencia. En principio, un mundo multipolar que respete unas reglas comunes de convivencia, exigir¨ªa que nadie pretendiera ser el primero, algo por lo dem¨¢s por completo ilusorio. Lo normal entre personas, grupos, Estados, es competir por la supremac¨ªa. De ah¨ª que no haya alternativa a la dial¨¦ctica amigo-enemigo.
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