El r¨¦gimen chino recurre a una fuerte propaganda en plena crisis burs¨¢til
Programaci¨®n especial en la televisi¨®n, exposiciones y carteles transmiten al p¨²blico chino un sentimiento antijapon¨¦s antes de la marcha para conmemorar el triunfo en la II Guerra Mundial
El oficial del ej¨¦rcito comunista Long Wei ha perdido la memoria en un combate pero no su habilidad con el cuchillo. Lucha junto a los soldados nacionalistas para derrotar a los invasores japoneses, hasta que se descubre su verdadera identidad y eso le pone en un gran peligro. Ming Tail, un antiguo hijo de pap¨¢, se convierte en miembro del Partido Comunista y, junto a sus hermanos, se enfrenta a los esp¨ªas nipones en la Shangh¨¢i de los a?os 30, a los que logra derrotar con su astucia y su resistencia.
Estas son las tramas respectivamente de ¡°Machete Zurdo¡± y ¡°El Impostor¡±, dos series que figuran entre las decenas de programas de televisi¨®n patri¨®ticos -documentales, debates, dibujos animados, musicales¡- que se televisan estos d¨ªas en China. Para conmemorar el 70 aniversario del fin de la II Guerra Mundial, o lo que se conoce en este pa¨ªs como la ¡°victoria de la resistencia del pueblo chino contra la agresi¨®n japonesa y la guerra mundial antifascista¡±, el Gobierno ha ordenado la suspensi¨®n de los programas habituales de entretenimiento en los canales oficiales entre los d¨ªas 1 y 5 de septiembre.
Los programas se suman a m¨¢s de 180 representaciones art¨ªsticas preparadas, seg¨²n el Ministerio de Cultura, para la conmemoraci¨®n, a exposiciones y carteles en las calles de tema un¨ªvocamente nacionalista. El plato fuerte ser¨¢, por supuesto, la retransmisi¨®n en directo este jueves del gigantesco desfile militar en el que participar¨¢n 12.000 soldados y 500 tanques.
Un desfile que solo se ver¨¢ por televisi¨®n
El desfile militar que se celebra ma?ana jueves en China ha convertido el centro de Pek¨ªn en una ciudad fantasma. A partir de la medianoche quedar¨¢n cerradas las principales v¨ªas de la capital. Le seguir¨¢n los aeropuertos, las estaciones de autob¨²s de larga distancia, las gasolineras y algunas de las m¨¢s importantes l¨ªneas y paradas de metro. Las consultas en los hospitales permanecer¨¢n cerradas, al igual que innumerables comercios en los alrededores de las zonas de la marcha.
En una visi¨®n ins¨®lita en el centro de la capital, han desaparecido los autom¨®viles mal aparcados, todo el alumbrado p¨²blico se encuentra encendido y centenares de banderas rojas y complejas decoraciones florales engalanan la ruta del desfile. 850.000 voluntarios se han movilizado para garantizar que todo est¨¢ bajo control.
Las medidas de seguridad son exhaustivas. La presencia policial es una constante en las calles. Desde hace semanas, equipos de esa fuerza se encargan de visitar y pedir los papeles a quienes residen en edificios que por altura o cercan¨ªa puedan suponer un riesgo para los participantes. Aquellos cuyas ventanas o balcones den a la ruta del desfile han recibido instrucciones de no abrirlas y no asomarse. El acceso a esas calles est¨¢ completamente restringido. Tan solo un p¨²blico estrictamente seleccionado -personalidades extranjeras, periodistas, dirigentes del r¨¦gimen- podr¨¢ presenciar en vivo el evento del a?o en Pek¨ªn.
Los seres humanos no son los ¨²nicos sometidos a estrictas medidas de seguridad. Seg¨²n los medios de comunicaci¨®n oficiales, el Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL) ha recurrido a monos especialmente entrenados para deshacer los nidos de palomas y otros p¨¢jaros que puedan interponerse en el vuelo de los helic¨®pteros o aviones que planea exhibir ma?ana. Un batall¨®n de halcones se encargar¨¢ de expulsar de la zona a las aves indeseables.
"Dos de los simios, llamados Qitian y Ziyun, pueden destrozar un nido en aproximadamente un minuto", precisa el portal de noticias oficial china.org.cn, que agrega que el entrenador de los animales "a veces debe gritarles ?deprisa? para animar a los monos", a los que se recompensa con ma¨ªz y otras golosinas.
¡°Al subrayar el esp¨ªritu de patriotismo, la abnegaci¨®n y el hero¨ªsmo de sus creaciones, los artistas pueden ayudar al p¨²blico a fortalecer sus valores hist¨®ricos, su nacionalismo y su cultura, y por tanto su confianza y su dignidad como ciudadanos chinos¡±, afirmaba el viceministro de Cultura, Dong Wei, al anunciar en junio la programaci¨®n especial para esta semana.
El responsable adjunto de propaganda del Departamento Pol¨ªtico del Ej¨¦rcito Popular (EPL) chino, Li Zhengsheng, precisaba por su parte que con la campa?a de programaci¨®n se trata de poner de relieve ¡°el important¨ªsimo papel del Partido¡± en la guerra contra Jap¨®n.
La fidelidad hist¨®rica no es necesariamente una prioridad. Esta semana se estrena la pel¨ªcula La declaraci¨®n de El Cairo, que recrea la reuni¨®n de 1943 entre EE UU, el Reino Unido y China para tratar sobre el progreso de la guerra contra Jap¨®n. Los carteles de promoci¨®n de la pel¨ªcula, producida por los estudios Primero de Agosto -vinculados al Ej¨¦rcito Popular (EPL) chino-, incluyen a Mao Zedong. Pero el ¡°Gran Timonel¡± no estuvo en la capital egipcia. China, gobernada entonces por los nacionalistas, estuvo representada por Chiang Kai-Shek.
En suma, se trata de galvanizar a la poblaci¨®n en torno al Partido Comunista y a una determinada percepci¨®n hist¨®rica. Algo especialmente bienvenido en momentos en los que el r¨¦gimen ha dado por primera vez, desde la llegada al poder de Xi Jinping en 2012-2013, una imagen de debilidad por su gesti¨®n de la situaci¨®n econ¨®mica y de la explosi¨®n en el puerto de Tianjin este verano.
Ese sentimiento se encamina, sobre todo, contra el viejo enemigo y eterno rival, Jap¨®n. El Gobierno lo ha negado. ¡°Las celebraciones son para recordar la historia, rendir homenaje a la memoria de los m¨¢rtires revolucionarios chinos, mantener la paz y crear el futuro¡No se dirigen contra Jap¨®n ni el pueblo japon¨¦s¡±, ha asegurado el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Zhang Ming.
Pese a los argumentos de Zhang, los medios oficiales chinos han dedicado amplios espacios en d¨ªas pasados a recordar los peores desmanes nipones. La agencia Xinhua ha publicado titulares como ¡°las pruebas muestran los delitos del Ej¨¦rcito japon¨¦s durante la guerra en la esclavitud de las mujeres de confort¡± o ¡°el hijo de un minero recuerda las atrocidades japonesas durante la guerra¡±.
No viene solo de ahora. El sentimiento antijapon¨¦s siempre ha estado presente en China, reforzado mediante el sistema educativo. Pero en los ¨²ltimos tiempos se ha alentado desde las instancias m¨¢s altas. Las series antiniponas son a?o tras a?o uno de los elementos m¨¢s recurrentes en la parrilla televisiva del pa¨ªs. Seg¨²n la publicaci¨®n Nanfang Zhoumo, en 2012 se produjeron 70 series de televisi¨®n y en 2013 se filmaron 48 pel¨ªculas de tema antinip¨®n.
Esa representaci¨®n belicosa e imperialista de Jap¨®n se ha visto validada, a ojos chinos, por la posici¨®n de Tokio bajo el Gobierno del nacionalista Shinzo Abe, que ha acometido medidas como una revisi¨®n constitucional que d¨¦ un mayor papel a las fuerzas armadas niponas en el exterior.
Un informe del estadounidense Centro Pew encontraba en 2013 que el 90% de los chinos tiene una mala imagen de Jap¨®n. Y que la visi¨®n favorable hacia el pa¨ªs vecino hab¨ªa ca¨ªdo 17 puntos porcentuales desde 2006.
Zhang Shuzhen, de 63 a?os y jubilada, es categ¨®rica: ¡°Los japoneses son odiosos. Mataron a los chinos, violaron a las mujeres chinas, no nos tratan como personas¡ El desfile del jueves es bueno, porque muestra lo fuerte que es China. Que ya no tenemos miedo a los japoneses. Y los japoneses ya no se atreven a invadir China¡±.
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