El Papa fue dur¨ªsimo contra el aborto cuando era l¨ªder de la Iglesia argentina
Bergoglio se opon¨ªa incluso a la interrupci¨®n del embarazo por violaci¨®n
Cada vez que el Papa sorprende al mundo con una decisi¨®n pol¨¦mica en temas sensibles como aborto y homosexualidad, en Argentina miles de personas se quedan a¨²n m¨¢s asombradas. Son todas las que lucharon a favor de la despenalizaci¨®n del aborto o la legalizaci¨®n del matrimonio homosexual y se encontraron enfrente a un dur¨ªsimo Jorge Bergoglio, cuando era el l¨ªder de los obispos argentinos. Su imagen entonces era la de un hombre muy conservador, y su influencia provoc¨® que Argentina tenga a¨²n una ley del aborto muy restrictiva ¨Csolo en caso de violaci¨®n o peligro para la vida de la madre- que adem¨¢s se aplica de manera a¨²n m¨¢s limitada en muchas provincias por la presi¨®n de la iglesia argentina y su entorno.
En este pa¨ªs hay unos 500.000 abortos al a?o y la mayor¨ªa son clandestinos, lo que seg¨²n diversos estudios no oficiales ¨Cno hay datos p¨²blicos- provoca un centenar de muertas anuales. Por eso ahora descoloca en su pa¨ªs de origen el giro del Papa, que algunos creen solo cosm¨¦tico para mejorar la imagen de la Iglesia.
La ¨²ltima muestra del activismo antiabortista de Bergoglio es reciente. El 12 de septiembre de 2012, seis meses antes de ser elegido Papa, el entonces arzobispo de Buenos Aires se opuso con firmeza a una sentencia de la Corte Suprema argentina que, bas¨¢ndose en el caso de una ni?a de 15 a?os violada por su padrastro, determin¨® que los abortos por violaci¨®n no son punibles. ¡°Las leyes configuran la cultura de los pueblos y una legislaci¨®n que no protege la vida favorece una 'cultura de la muerte¡±, se indign¨® Bergoglio despu¨¦s de criticar al Tribunal por haber "excedido sus competencias exhortando a aprobar protocolos¡±, en un enfrentamiento directo con los jueces.
La presi¨®n fue tan fuerte que Mauricio Macri, alcalde de Buenos Aires y hoy candidato presidencial, un hombre conservador cercano a la iglesia, vet¨® una ley que desarrollaba para la capital argentina el esp¨ªritu de esa sentencia de la Corte Suprema. En este asunto el Papa cont¨® tambi¨¦n con el apoyo de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner que, al contrario que su marido, N¨¦stor, es muy cat¨®lica y ferviente antiabortista.
¡°El discurso actual del Papa es un avance pero ser¨ªa importante que pidiera a jerarqu¨ªa de la iglesia argentina que flexibilice su posici¨®n, porque son responsables de que en Argentina el aborto clandestino sea la principal causa de muerte materna¡±, asegura Silvia Juli¨¢, directora de la asociaci¨®n Cat¨®licas por el Derecho a Decidir. ¡°Llevamos 20 a?os trabajando dentro de la iglesia para cambiar la posici¨®n, para que entiendan que estas mujeres, la mayor¨ªa cat¨®licas que quieren seguir si¨¦ndolo, deben ser ayudadas. Ellas encuentran comprensi¨®n en muchos sacerdotes de las villas y los barrios pero no en la jerarqu¨ªa, que antes con Bergoglio y ahora con otros se opone radicalmente incluso en casos de violaci¨®n. Hoy por suerte el Papa ha aprendido que es l¨ªder mundial y tiene que tener una mirada m¨¢s amplia, que se lo diga a los obispos de aqu¨ª¡±, insiste.
M¨¢s dura incluso es Andrea D¡¯ Atri, fundadora de Pan y Rosas, un movimiento a favor de los derechos de las mujeres con presencia en varios pa¨ªses. ¡°Bergoglio era en Argentina un gran referente del conservadurismo. Ahora por ejemplo ha logrado, en un pacto con el Gobierno, que el C¨®digo Civil reci¨¦n aprobado incluya la idea de la vida desde la concepci¨®n, lo que dificultar¨¢ futuras legislaciones sobre el aborto. Por culpa de la presi¨®n de la Iglesia argentina hay mucha confusi¨®n y varias provincias se niegan a aplicar la sentencia de la Corte Suprema. Es un cambio solo discursivo y demag¨®gico, ser¨ªa mucho m¨¢s importante que cambiara realmente la posici¨®n de la iglesia argentina en muchas provincias¡±, sentencia. Las diferencias entre el argentino Bergoglio y el universal Francisco son as¨ª m¨¢s que evidentes para quienes conocieron su trayectoria como pastor en su pa¨ªs.
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