Saludo a los dem¨®cratas de Venezuela

Amigos de Venezuela, con fraternidad latinoamericana y solidaridad democr¨¢tica queremos entregarles nuestro respaldo en su lucha por una Venezuela donde el di¨¢logo pol¨ªtico sea la regla principal de la convivencia nacional. Reciban nuestro saludo en esta marcha que ahora inician, para expresar su voluntad de luchar por un pa¨ªs donde todos puedan ejercer leg¨ªtimamente su derecho a ser voz ciudadana y entregar su visi¨®n sobre el futuro.

Pero tambi¨¦n, al enviar este mensaje, lo hacemos con gratitud profunda hacia el pa¨ªs que nos tendi¨® la mano cuando Chile viv¨ªa las horas oscuras de una dictadura militar. Los chilenos no podemos olvidar el refugio que tantos exiliados encontraron en Venezuela, mientras nos esforz¨¢bamos por recuperar la democracia en nuestra patria. Esos tiempos nos dejaron una gran lecci¨®n: cuando se violan los derechos humanos no hay fronteras y es leg¨ªtimo levantar la voz por otros pueblos cuando somos testigos de arbitrariedades e injusticias.

Cuando se violan los derechos humanos no hay fronteras y es leg¨ªtimo levantar la voz por otros pueblos cuando somos testigos de arbitrariedades e injusticias

Lo dijimos en el pasado hablando por Chile y la democracia que quer¨ªamos y lo decimos hoy mirando a Venezuela: en este pa¨ªs no sobra nadie, la patria somos todos. Por eso, rechazamos con profunda convicci¨®n ciudadana, la condena a Leopoldo L¨®pez y a sus cuatro acompa?antes y demandamos para todos su inmediata libertad. A pesar de que la Constituci¨®n venezolana reconoce el derecho de protesta, Leopoldo L¨®pez fue detenido por liderar una manifestaci¨®n no autorizada. Aunque ¨¦l se entreg¨® voluntariamente a la justicia, su arresto y encarcelamiento experiment¨® todo tipo de anomal¨ªas, siendo condenado por la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas, la Uni¨®n Europea, Amnist¨ªa Internacional y Human Rights Watch. Nos sumamos a la consternaci¨®n expresada por todos esos organismos defensores de derechos humanos ante el fallo condenatorio de la justicia de ese pa¨ªs, que no observ¨® las garant¨ªas esperadas en un debido proceso.

As¨ª tambi¨¦n levantamos la voz por el alcalde Antonio Ledezma y para todos quienes sufren presi¨®n domiciliaria. Y junto con la libertad reclamamos la restituci¨®n de todos sus derechos como ciudadanos que, bajo decisiones arbitrarias, les han sido arrebatados. Todos sufren las decisiones de una justicia que no parece justa y frente a la cual s¨®lo cabe demandar que, en las pr¨®ximas instancias de apelaci¨®n, rija el respeto a la leg¨ªtima defensa y el debido proceso. Tambi¨¦n supimos en Chile como, a m¨¢s de uno de nuestros l¨ªderes, se les impidi¨® votar en el plebiscito contra Pinochet, mediante argucias insostenibles en un derecho transparente y justo. No obstante, el pueblo supo defender su victoria con la fuerza de su protesta pac¨ªfica y sus convicciones inquebrantables.

Los chilenos no podemos olvidar el refugio que tantos exiliados encontraron en Venezuela

Nunca debemos olvidar que la convivencia democr¨¢tica es esencial para construir futuro. Ninguna naci¨®n se hace grande sofocando al que piensa distinto. Porque cuando se aniquila el di¨¢logo y se excluye la voz de los otros, al final no hay patria para nadie. Debemos evitar que Venezuela llegue a la tr¨¢gica situaci¨®n que viven otros pueblos, como en Siria, donde las condiciones extremas y la confrontaci¨®n indiscriminada ya no hacen posible vivir all¨ª.

Hemos tenido el honor de ser mandatarios en nuestro pa¨ªs, de vivir la democracia en todos sus andares y resultados. De saber que siempre hay tareas pendientes y sue?os de justicia e igualdad por alcanzar. Y de esa experiencia nace una convicci¨®n profunda: los pa¨ªses s¨®lo avanzan con ciudadanos libres y aut¨¦ntica participaci¨®n democr¨¢tica.

Las elecciones del 6 de diciembre deben ser limpias, transparentes, donde el pueblo pueda ejercer libremente su voto. Donde todos los que buscan representar a sectores de su pueblo puedan hacerlo y donde los ciudadanos puedan ejercer el derecho de dar la representaci¨®n a quien les parezca el mejor. Deben ser elecciones donde ninguna opini¨®n democr¨¢tica est¨¦ excluida y ning¨²n ciudadano, s¨®lo por pensar distinto, sea retenido en la c¨¢rcel.

Es por ello que hacemos un llamado a los organismos destinados a promover la integraci¨®n en la regi¨®n a buscar mecanismos que hagan posible, en las instancias judiciales pertinentes, que Leopoldo L¨®pez puedan revertir la injusta sentencia infringida y, al mismo tiempo, pongan sus buenos oficios al servicio de detener la escalada de violaciones a los derechos humanos en dicho pa¨ªs. Venezuela nos dio apoyo y respaldo para recuperar la democracia en Chile. Hoy estamos con ustedes por un deber ¨¦tico, porque creemos que tienen el derecho de entregar sus ideas por una Venezuela m¨¢s justa, m¨¢s libre y mejor.