Brasil y catarsis: la hora de la verdad
Se falta a la verdad cuando se esconde que la crisis es fruto de la incompetencia en la gesti¨®n p¨²blica
Si hay una palabra que resume lo que Brasil necesita en este momento es catarsis, un t¨¦rmino de origen griego que significa purificaci¨®n del esp¨ªritu conturbado por medio de la liberaci¨®n de la verdad asumida. Catarsis no es una palabra del vocabulario popular, pero el sentido no es ajeno a nuestros sentimientos, porque la palabra griega es tambi¨¦n la ra¨ªz del nombre femenino Catalina, que significa pura. En este caso, la catarsis es una experiencia colectiva a trav¨¦s de la cual se produce la expulsi¨®n de un mal social. Para Arist¨®teles era el momento culminante de un drama, cuando el p¨²blico sent¨ªa la liberaci¨®n con la resoluci¨®n de las tensiones. Hace nueve meses que Brasil vive afligido por una crisis pol¨ªtica y econ¨®mica que cada d¨ªa se hace m¨¢s profunda, porque no se afronta como una crisis moral. Por eso aparecen voces por todos lados que responden a diversos males, desde la recesi¨®n econ¨®mica, la contracci¨®n de las inversiones o el endeudamiento p¨²blico progresivo hasta la megacorrupci¨®n que ha invadido la esfera p¨²blica como nunca se hab¨ªa visto antes. Sin una experiencia unificadora nacional de catarsis, con sinceridad, no habr¨¢ una soluci¨®n a la crisis pol¨ªtica y econ¨®mica.
?C¨®mo conseguir que Brasil viva la catarsis? Ya est¨¢n en marcha iniciativas que pueden producir los efectos de una purificaci¨®n de las costumbres, empezando por las pr¨¢cticas pol¨ªticas, que est¨¢n en la ra¨ªz de la crisis moral. Una de ellas es el proyecto deflagrado por el Ministerio P¨²blico Federal (MPF), que realiza las investigaciones, junto al juez Sergio Moro, de la operaci¨®n Lava Jato y propone 10 medidas legislativas que aumenten las penas para los delitos de corrupci¨®n y aceleren los procedimientos judiciales para que los procesos no se hagan eternos y acaben en la impunidad. Otra, de car¨¢cter m¨¢s de ¨¦tica en la vida p¨²blica, fue la proclamaci¨®n por parte de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) de que la lucha contra la corrupci¨®n tiene que ser una cruzada que cuente con el apoyo de los ciudadanos militantes, para que se cambie esta forma corrupta de hacer pol¨ªtica en Brasil. Est¨¢ en juego la legitimidad de la democracia como forma de gobierno en el pa¨ªs. El proyecto del MPF, dirigido en julio al Congreso Nacional, como una propuesta de ley de iniciativa popular, necesita 1,5 millones de firmas. Si recibe apoyo, servir¨¢ para probar si el Congreso, profundamente dividido y conflictivo, es capaz de contribuir a la hora de la verdad. La convocatoria de la CNBB busca movilizar a la sociedad para presionar al Gobierno Federal y al Congreso a que no busquen evitar las consecuencias judiciales de la operaci¨®n Lava Jato. Estas avanzan e involucran a muchos senadores y diputados, acusados de recibir sobornos ilegales financiados por los ahora famosos pixulecos, que tienen su origen en el dinero desviado de Petrobras y otras fuentes p¨²blicas durante los ¨²ltimos Gobiernos, bajo el mando del Partido de los Trabajadores (PT).
La corrupci¨®n no es la ¨²nica desgracia que la sociedad debe afrontar con valent¨ªa y verdad. En el fondo de la crisis econ¨®mica se encuentran una serie de errores en la gesti¨®n de la econom¨ªa en la ¨²ltima d¨¦cada, que han desembocado en la situaci¨®n de penuria del sector p¨²blico, del que dependen un 40% de los consumidores pobres para tener un m¨ªnimo de bienestar. El Gobierno de Rousseff contin¨²a negando la realidad de que las rentas producidas por los impuestos y las contribuciones son insuficientes para cubrir los gastos. En consecuencia, para que la m¨¢quina estatal no pare, se aumenta la deuda p¨²blica. Otra consecuencia es la contracci¨®n violenta de las inversiones p¨²blicas, sin las cuales la econom¨ªa no se revitalizar¨¢. Sin embargo, el desempleo aumenta y las rentas p¨²blicas menguan porque el Ministerio de Hacienda ya no recauda lo necesario para pagar los sueldos y el coste de los servicios. Por eso, se falta a la verdad cuando se esconde que la crisis econ¨®mica es producto de la incompetencia en la gesti¨®n p¨²blica. El megaesc¨¢ndalo de Petrobras es simplemente el ejemplo m¨¢s palmario de esos errores de la pol¨ªtica populista practicada por los Gobiernos del PT en nombre del ¡°desarrollismo¡±.
Siendo as¨ª, a los que dicen que la corrupci¨®n es el lubricante de la pol¨ªtica en Brasil (lo que se plasma en la famosa frase ¡°roba, pero hace¡±), o que muchos pobres se han beneficiado de programas sociales que han reducido las desigualdades, les dirijo las palabras de Marcos Lisboa, de las que me hago eco. El economista las profiri¨® en un debate con Mansueto Almeida y Samuel Pessoa, otros grandes conocedores de las finanzas p¨²blicas. Tras mostrar que estaba de acuerdo con la gravedad de la crisis, Lisboa habl¨® de la verdadera necesidad de obtener credibilidad para las soluciones. Dijo lo siguiente:
¡°Tenemos que volver a discutir el Estado brasile?o. Hablamos mucho de las pensiones, de la salud, de la educaci¨®n. Pero hay concesiones de beneficios por todas partes en Brasil. Todo el mundo tiene un pedazo de lo que solemos llamar ¡®media entrada¡¯, esto es, cualquier tipo de descuento en cualquier cosa. Todo el mundo. Est¨¢ esparcido por ah¨ª. Hemos ido concediendo beneficios de forma dispersa por la sociedad. Bueno, pues se acab¨®. Se acab¨® el dinero. Si queremos crecer con calidad, tenemos que poner en marcha una agenda diferente. Una agenda de tratar a los iguales como iguales, en la que no haya privilegios. Una agenda que sea, de hecho, para proteger a los m¨¢s fr¨¢giles. No para proteger a los m¨¢s ricos¡±.
?Y concluyo: ?qu¨¦ agenda es esa? Depende de un acuerdo nacional, producto de un gran di¨¢logo que supere los bloqueos pol¨ªticos, ideol¨®gicos y personales que ahora impiden la realizaci¨®n de las acciones necesarias para corregir los errores y las conductas p¨²blicas insostenibles. Si Brasil no consigue superar esta situaci¨®n, acabar¨¢ repitiendo el fracaso nacional, como est¨¢ sucediendo con los pa¨ªses vecinos, Argentina y Venezuela.
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