Sirios que no lo son
No deja de llamar la atenci¨®n que Alemania abriera las puertas a la riolada de refugiados
No deja de llamar la atenci¨®n el que Alemania, un pa¨ªs de ventanillas, oficinas, registros, puestos de informaci¨®n, abriera las puertas de par en par a la actual riolada de refugiados. ?Qu¨¦ pasa? La denostada Merkel, aquella que en las pancartas de los manifestantes griegos aparec¨ªa caricaturizada con bigote hitleriano, ?se ha convertido en una santa?
La canciller alemana no tard¨® en proclamar con adem¨¢n maternal y una ingenuidad que ahora, a la vista de las consecuencias, tira de espaldas: lo vamos a conseguir, los integraremos, les daremos una vida digna. Y por si todo ello no fuera suficiente, anunci¨® que invalidaba para los sirios el acuerdo de Dubl¨ªn, seg¨²n el cual los Estados de la Uni¨®n Europea est¨¢n obligados a registrar y hacerse cargo de los pr¨®fugos y refugiados que lleguen a su territorio.
Corri¨® la voz en Oriente Pr¨®ximo y m¨¢s all¨¢ y tambi¨¦n, como se ha sabido posteriormente, m¨¢s ac¨¢, lo que ha desencadenado un movimiento migratorio de origen no siempre claro ni f¨¢cil de comprobar, que no es exactamente lo que las im¨¢genes de los telediarios parec¨ªan sugerir.
Ya en los primeros d¨ªas algunos medios de comunicaci¨®n se?alaron la llamativa abundancia de hombres j¨®venes en la muchedumbre que ven¨ªa atravesando pa¨ªses desde Grecia. Fuentes gubernamentales replicaron que es habitual que el padre de familia corra en solitario con los riesgos de un viaje salpicado de obst¨¢culos y peligros, y que despu¨¦s, una vez obtenida la condici¨®n de asilado, haga venir c¨®modamente, en virtud de su derecho reconocido por la ley, a su esposa e hijos.
Hasta ah¨ª bien. Pero sucede que los int¨¦rpretes duchos en ¨¢rabe, a cuyo servicio indispensable ha tenido que recurrir la autoridad alemana, dieron aviso de que no pocos de los que afirman en las oficinas de registro proceder de Siria se expresan con acento dialectal de Libia, de Marruecos y de otros pa¨ªses del Magreb. C¨¢lculos no oficiales cifran en un 25% el n¨²mero de personas que se hacen pasar de forma fraudulenta por ciudadanos sirios.
La polic¨ªa alemana se incaut¨® d¨ªas atr¨¢s de varios paquetes con pasaportes falsos de Siria. Y es que un refugiado tiene grandes posibilidades de obtener el permiso de residencia en Alemania si logra demostrar que viene huyendo de un pa¨ªs o regi¨®n en guerra. De ah¨ª el enorme valor que tiene para ¨¦l en estos momentos un documento de identidad sirio.
Las autoridades alemanas han hecho p¨²blica su preocupaci¨®n, cuya consecuencia inmediata ha sido el cierre de la frontera y el incremento de los controles, a pesar de la desmedida generosidad inicial de Angela Merkel. El ministro del Interior, Thomas de Maizi¨¨re, manifest¨® con entrecejo fruncido que no es improbable que entre los refugiados se hayan colado en Alemania elementos salafistas y, en fin, personas a las que convendr¨ªa no perder de vista. Ni se sabe su n¨²mero ni se conoce su identidad. Menudean los casos de asilados que abandonan los centros de acogida con destino desconocido. Recientemente, peticionarios de asilo que se dirig¨ªan en tren a Berl¨ªn accionaron el freno de emergencia, en pleno campo y de noche. Por lo visto, no es la primera vez que tal cosa ocurre. Detenido el tren, desaparecieron alrededor de 180 individuos en la oscuridad. No consta que est¨¦n buscando a Angela Merkel para expresarle su gratitud.
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