Hallan muertos y torturados a dos empresarios de Tamaulipas
La denuncia por su desaparici¨®n fue el 4 de septiembre. Ambos cuerpos fueron encontrados en Veracruz
La historia se parece demasiado a otras. Padre e hijo. Empresarios de Tampico (Tamaulipas). Ambos secuestrados, ambos asesinados. Un terrible final que a pocos sorprende ya en M¨¦xico. En 2014 se registraron en el pa¨ªs 2.227 secuestros, una cifra nimia respecto al fen¨®meno real. La gran mayor¨ªa de casos nunca se denuncia y entre el 15% y 30% (el porcentaje var¨ªa seg¨²n los observadores) acaba con la muerte de la v¨ªctima. Incluso si han pagado el rescate.
Juan Manuel G¨®mez Fern¨¢ndez y su hijo Juan Manuel G¨®mez Monteverde fueron secuestrados a principios de mes al salir de su casa en Tampico. Los dos eran bien conocidos all¨ª. Ten¨ªan negocios de hosteler¨ªa, y eran padre y hermano del director de cine Alejandro G¨®mez Monteverde, autor de la pel¨ªcula Little Boy.
La denuncia por su desaparici¨®n se registr¨® el 4 de septiembre. De nada sirvi¨®. No hubo detenciones, y este domingo la fiscal¨ªa hall¨® sus cad¨¢veres en una partida de Pueblo Viejo, en la tropical Veracruz. Ambos presentaban signos de tortura.
Como es habitual en estos delitos, las pistas se pierden en las tinieblas de una tierra salvaje. Tamaulipas, con 7,5 casos por 100.000 habitantes, es el Estado que m¨¢s sufre esta pesadilla en M¨¦xico (seis veces m¨¢s que la media nacional). Un territorio militarizado que se desangra en un enloquecido combate con el C¨¢rtel del Golfo y Los Zetas, y donde el secuestro a gran escala forma parte de la actividad lucrativa de los c¨¢rteles.
No es un caso ¨²nico. La mayor¨ªa de las organizaciones criminales ha encontrado en el secuestro una v¨ªa r¨¢pida de financiaci¨®n que, adem¨¢s, asienta su poder territorial por medio del terror. Desde peque?os raptos, con rescates de mil d¨®lares, hasta ataques de caza mayor, los c¨¢rteles y el submundo que les rodea han extendido esta lacra por todo el pa¨ªs, muchas veces con apoyo de la propia polic¨ªa. ¡°El secuestro en M¨¦xico se ha convertido en una industria. Las v¨ªctimas pueden ser de cualquier condici¨®n, atr¨¢s quedaron los tiempos en que este delito afectaba a empresarios y grandes comerciantes. La realidad, hoy, es que cualquier familia puede enfrentar la violencia de los secuestradores¡±, se?ala la ONG M¨¦xico Denuncia.
La batalla emprendida por el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto contra esta espiral arroja resultados desiguales. Los casos han registrado un descenso del 14% entre 2013 y 2014, pero no as¨ª la sensaci¨®n de peligro. Tamaulipas, Estado de M¨¦xico, Veracruz, Tabasco y el Distrito Federal siguen en el ojo del hurac¨¢n. Y nadie en el pa¨ªs cree que se pueda respirar tranquilo. Historias como las de la familia G¨®mez Monteverde lo recuerdan.
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