La venganza de Lord Ashcroft
C¨®mo el millonario despechado urdi¨® su plan para hundir a su antiguo aliado, Cameron
En la pieza que ocupaba la segunda p¨¢gina de la edici¨®n del lunes del Daily Mail, un ¡°socio¡± de Lord Ashcroft aporta una clave para comprender la tormenta pol¨ªtica en que se ha visto envuelto el primer ministro David Cameron: ¡°Michael [Ashcroft] es incre¨ªblemente leal a sus amigos, pero ir¨¢ hasta el final de la Tierra para vengarse de cualquiera que se cruce en su camino¡±.
Cameron se cruz¨® en el camino de Ashcroft. Y su venganza, en forma de libro serializado en las p¨¢ginas del tabloide ha llegado ahora, dos semanas antes de que el primer ministro se encamine triunfal a la conferencia anual de su partido, la primera a la que acude respaldado por una mayor¨ªa absoluta en el Parlamento.
La primera entrega conten¨ªa acusaciones, poco contrastadas, sobre una juventud libertina que incluy¨® ¡°una parte privada de su anatom¨ªa¡± en la boca de un cerdo muerto. La continuaci¨®n ha llegado hoy con otro extracto del libro que recoge cr¨ªticas de altos cargos militares a la gesti¨®n de Cameron en los conflictos de Libia y Siria, justo cuando el primer ministro pretende obtener el respaldo del Parlamento para participar en los bombardeos contra el Estado Isl¨¢mico en suelo sirio. Downing Street, de momento, se ha negado siquiera a ¡°dignificar el libro¡± ofreciendo comentarios.
La amenaza del libro de Ashcroft pende sobre la cabeza del primer ministro desde que la estrecha relaci¨®n entre ambos se quebr¨®. Hubo un tiempo en que el millonario fil¨¢ntropo ¨Csu fortuna se calcula en m¨¢s de 1.400 millones de euros- fue un gran aliado de Cameron. Hab¨ªa sido un importante donante del partido conservador, del que fue tesorero entre 1998 y 2001. Pol¨¦micas sobre su conducta fiscal ¨Cposee la doble nacionalidad de Belice y Reino Unido- y sobre la legalidad de sus donaciones a los tories siempre le han sobrevolado. Pero cuando Cameron asumi¨® el liderazgo del partido, Ashcroft se convirti¨® en vicepresidente especializado en demoscopia electoral, ¨¢rea en la que se especializar¨ªa despu¨¦s, creando una empresa independiente, cuando abandon¨® el puesto a los meses de ganar las elecciones David Cameron.
En la campa?a de 2010, Ashcroft invirti¨® mucho dinero en la campa?a del partido en circunscripciones electorales clave, y su labor fue determinante en la victoria de Cameron. Al acercarse la fecha de las elecciones, la prensa y la oposici¨®n empezaron a interesarse con m¨¢s intensidad sobre el estatus fiscal de Ashcroft. Y, seg¨²n este, ¨¦l y Cameron debatieron sobre c¨®mo comunicarlo una vez pasadas las elecciones. Pero Ashcroft sucumbi¨® a la presi¨®n y hubo de admitir p¨²blicamente el 1 de marzo, dos meses antes de las elecciones, que su domicilio fiscal estaba en Belice por motivos fiscales. Cameron asegur¨® que se hab¨ªa enterado un mes antes, pero Ashcroft defiende en el libro que se lo comunic¨® en 2009.
En mayo Cameron gan¨® las elecciones, pero sin una mayor¨ªa suficiente para gobernar en solitario. Seg¨²n Ashcroft, ¨¦l y el primer ministro hab¨ªan hablado sobre qu¨¦ tipo de papel le gustar¨ªa tener en el nuevo Gobierno. Pero el tel¨¦fono no son¨®.
Cuando finalmente llam¨®, Ashcroft le pregunt¨® a Cameron qu¨¦ hab¨ªa de lo suyo. ¡°Ah, es dif¨ªcil¡±, dice Ahscroft que le contest¨® el primer ministro. Le emplaz¨® a una reuni¨®n en su residencia de campo y, en el transcurso de un paseo, le explic¨® que Nick Clegg, l¨ªder de sus socios de Gobierno liberal-dem¨®cratas, le hab¨ªa vetado. Algo que, afirma Ashcroft, comprob¨® posteriormente que no era cierto.
Cameron hab¨ªa roto su palabra. Los millones invertidos no hab¨ªan valido para hacerse con un ministerio. Ashcroft se dispuso a urdir su venganza.
Empez¨® a trabajar en el libro hacia 2013, y pidi¨® la colaboraci¨®n de la jefa de pol¨ªtica del Sunday Times, Isabel Oakeshott. Pero albergaba a¨²n, parece, alguna esperanza de encauzar las cosas. En julio de 2014, cuando Cameron remodel¨® su Gobierno y William Hague abandon¨® el Foreign Office, Aschcroft crey¨® que, entonces s¨ª, su momento hab¨ªa llegado. ¡°Preparado para convertirme en ministro de Exteriores¡±, tuite¨®. Pero el tel¨¦fono no son¨®, tal como reconoci¨® al d¨ªa siguiente Ashcroft en la misma red social: ¡°?No ha habido llamada del n¨²mero 10 [de Downing Street]! De vuelta a la biograf¨ªa de Cameron¡±.
Por entonces parec¨ªa que las generales de 2015 marcar¨ªan el final de Cameron. Tanto que, cuatro meses antes de las elecciones, en una ceremonia de entrega de unos premios literarios, Ashcroft brome¨® acerca de ello ante el p¨²blico: ¡°Como muchos de ustedes saben, estoy escribiendo el obitu¡ perd¨®n, la biograf¨ªa de David Cameron¡±. Ll¨¢mame Dave, que llegar¨¢ ¨ªntegro a las librer¨ªas en octubre, ha resultado no ser un obituario sino una mera venganza. Las pr¨®ximas entregas demostrar¨¢n si la venganza de Lord Ashcroft es algo m¨¢s que una jugosa serie de acusaciones pobremente contrastadas.
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