El papa latino afronta en Estados Unidos la pujanza evang¨¦lica
El Papa comienza su primer viaje al pa¨ªs desarrollado con m¨¢s cat¨®licos
El Papa aterriz¨® este martes en Estados Unidos, su primer viaje al pa¨ªs desarrollado con m¨¢s cat¨®licos. Aunque la Iglesia estadounidense pierde peso entre sus fieles tradicionales de origen europeo, la inmigraci¨®n latinoamericana la sostiene. Es el futuro. Al mismo tiempo, ganan terreno las iglesias evang¨¦licas, menos r¨ªgidas y m¨¢s cercanas. La popularidad de Francisco, el primer pont¨ªfice de Am¨¦rica Latina, no frena su avance, un fen¨®meno com¨²n en el continente americano.
En Annapolis Road, una avenida con seis carriles en Landover Hills , en las afueras de Washington, hay restaurantes de comida r¨¢pida, tiendas de recambios de autom¨®vil, gasolineras y supermercados. Tambi¨¦n iglesias. Muchas iglesias. Cat¨®licas, baptistas, luteranas, episcopalianas, pentecostales... Uno puede conducir de arriba abajo por Annapolis Road, poner gasolina, ir al s¨²per y al McDonald's, y despu¨¦s decidir cu¨¢l es la religi¨®n que m¨¢s le conviene. Es el mercado libre de las religiones.
Esto es Estados Unidos ¡ªla patria del capitalismo¡ª y esta pr¨¢ctica ¡ªelegir libremente en el supermercado de las religiones¡ª es lo que llevan siglos haciendo millones de inmigrantes. La competencia es feroz.
Muchos desembarcan con su vieja religi¨®n a cuestas. La mantienen o la abandonan. Para otros los templos son una red, un refugio. Buscan, comparan y compran. No hay en este pa¨ªs, porque jam¨¢s la hubo, una iglesia hegem¨®nica. Aqu¨ª los cat¨®licos son otra marca, la de m¨¢s peso entre las numerosas denominaciones religiosas, pero sin privilegio alguno.
¡°Aqu¨ª alrededor tenemos tres iglesias evang¨¦licas¡±. Domingo, 20 de septiembre. El salvadore?o Miguel ?ngel Hern¨¢ndez, m¨¢nager de la Iglesia de Santa Mar¨ªa, en Annapolis Road, describe la situaci¨®n de su iglesia en el supermercado. Santa Mar¨ªa est¨¢ rodeada. A menos de 100 metros hay un templo presbiteriano, otro luterano y otro baptista.
Santa Mar¨ªa est¨¢ llena de familias j¨®venes con ni?os de origen mexicano y salvadore?o. Escuchan al padre Ricardo Gancayco un filipino que habla espa?ol. La banda toca las guitarras y los bong¨®s.
Misa en espa?ol
El ¨¦xito de los evang¨¦licos en la comunidad hispana ha transformado el catolicismo estadounidense. Lo ha hecho m¨¢s c¨¢lido y espont¨¢neo: m¨¢s latino. Pero la oferta de misas en espa?ol todav¨ªa es insuficiente: los latinos representan m¨¢s de un tercio de los cat¨®licos de EE UU, pero s¨®lo el 7,5 % de curas.
¡°A un cat¨®lico hispano le es dif¨ªcil encontrar misa en espa?ol en algunas zonas. En cambio, los evang¨¦licos abren sus iglesias en los vecindarios, comunidades peque?as donde la gente se siente acogida¡±, dice en Washington Evelio Menj¨ªvar, sacerdote salvadore?o de la iglesia Nuestra Se?ora Reina de Washington e involucrado en los preparativos del viaje del Papa. ¡°En las comunidades con un sacerdote hispano¡±, a?ade, ¡°es diferente porque traemos ese calor, traemos las tradiciones, y celebramos a la Virgen de Guadalupe, al Se?or de los Milagros...¡±.
En Santa Mar¨ªa, en Landover Hills, el padre Gancayco ¡°hace la misa al estilo hispano¡±, dice Hern¨¢ndez. ¡°Es diferente que en ingl¨¦s¡±, a?ade. Y explica que Gancayco sabe trasladar los textos del evangelio a la vida cotidiana de los fieles. ¡°Siempre buscan cantos alegres que la gente conoce¡±.
Saliendo de Santa Mar¨ªa por la puerta trasera, y cruzando la estrecha Buchanan Street, se encuentra la iglesia bautista Torre Fuerte. Los servicios en espa?ol se celebran los s¨¢bados a las 6.30 y los domingos a las tres de la tarde. No en la nave principal del templo, sino en un aula con sillas met¨¢licas plegables, una pizarra y la bandera de las barras y estrellas. El pastor, Wilfredo Cortez, tiene una empresa de construcci¨®n. Dice que se dedica a la iglesia voluntariamente. En El Salvador Cortez era cat¨®lico. Se alej¨® de la Iglesia durante la guerra en su pa¨ªs.
A primera vista, el efecto Francisco ¡ªla posibilidad de que con la elecci¨®n en 2013 de un Papa argentino los hispanos protestantes regresasen al catolicismo¡ª es inexistente. ¡°No hemos visto una mayor proporci¨®n de adultos estadounidenses que se identifiquen como cat¨®licos, y entre los cat¨®licos no hemos visto un aumento de los que van regularmente a misa o se confiesan¡±, dice Jessica Mart¨ªnez, del Pew Research Center.
Pero Francisco seduce. Incluso en territorio rival. ¡°Algunos lo atacan¡±, dice Cortez en alusi¨®n a otros protestantes. ¡°Creen que es la Bestia, piensan que ¨¦l es parte del sistema del Anticristo¡±. Cortez no comparte la opini¨®n. ¡°La verdad es que es un s¨ªmbolo del cristianismo. Trae un mensaje que ayuda. Su ense?anza es revolucionaria. Si entramos a lo religioso, hay diferencias obvias. Pero no viene con un mensaje de divisi¨®n¡±.
Los hispanos transforman el cristianismo del pa¨ªs
La Iglesia cat¨®lica estadounisense vive una triple transformaci¨®n. La primera remite a hace dos d¨¦cadas, cuando uno de cada cuatro estadounidenses era cat¨®lico. Ahora son uno de cada cinco. La secularizaci¨®n ¡ªlas iglesias vac¨ªas y el declive de las vocaciones sacerdotales¡ª no s¨®lo ocurre en Europa.
La segunda transformaci¨®n: entre los 68 millones de cat¨®licos, la proporci¨®n de hispanos aumenta. En 2007 eran un 29%; ahora un 34%. Los hispanos llenan las iglesias.
Y la tercera transformaci¨®n: entre los hispanos avanzan los protestantes. En 2010, el 67% de hispanos era cat¨®lico; ahora son un 55%.
Ambas tendencias ¡ªla p¨¦rdida de peso del catolicismo entre los hispanos y el aumento de los hispanos entre la poblaci¨®n cat¨®lica total¡ª parecen contradictorias, pero no lo son. Se explican por el aumento de la poblaci¨®n de origen latinoamericano en Estados Unidos, que nutre a todas las denominaciones religiosas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.