Jun¨ªpero Serra, un santo para la comunidad hispana de EE UU
La iglesia presenta la canonizaci¨®n del fraile mallorqu¨ªn como el primer santo hispano y lo identifica con los inmigrantes latinos
La canonizaci¨®n de Fray Jun¨ªpero Serra, este mi¨¦rcoles en Washington, tiene un significado estrat¨¦gico para la iglesia cat¨®lica en Estados Unidos. Se trata del primer santo que se puede identificar con la comunidad latina de EE UU. Durante una conferencia el pasado mayo, el arzobispo de Los ?ngeles, Jos¨¦ H. G¨®mez, calific¨® a Serra como ¡°el primer inmigrante mexicano¡±, porque ¡°vivi¨® y trabaj¨® m¨¢s de una docena de a?os en M¨¦xico antes de venir a California¡±.
En cierto sentido, as¨ª es. El fraile mallorqu¨ªn Jun¨ªpero Serra se lanz¨® a evangelizar los territorios del norte de California junto a las expediciones militares de la corona espa?ola a finales del siglo XVIII. Lleg¨® a este territorio pr¨¢cticamente inexplorado en 1769, a los 56 a?os despu¨¦s de dos d¨¦cadas en M¨¦xico, y en poco m¨¢s de una d¨¦cada hab¨ªa fundado nueve misiones entre San Diego y San Francisco. Serra, poco conocido en Espa?a, es en California un personaje hist¨®rico monumental que se estudia en los colegios y sin el cual no se entiende la historia del oeste americano. Por ejemplo, cada estado de EE UU est¨¢ representado en el Capitolio de Washington por dos estatuas. Las de California son Jun¨ªpero Serra y Ronald Reagan. Seg¨²n cuenta el historiador Steve Hackel, Serra ¡°dijo que iba a morir en California predicando el Evangelio y lo cumpli¨®. Complet¨® su misi¨®n y muri¨® como un h¨¦roe¡±. El fraile mallorqu¨ªn ¡°es nuestro Col¨®n, nuestro Cort¨¦s¡±, dec¨ªa Hackel en una entrevista con EL PA?S poco despu¨¦s de anunciarse la canonizaci¨®n.
Hackel destaca en su libro Jun¨ªpero Serra: el padre fundador de California como esta parte de EE UU no se identifica con la narrativa nacional del pa¨ªs, seg¨²n la cual hubo una guerra con Inglaterra y un grupo de ilustrados se reunieron en Philadelphia a redactar una constituci¨®n para 13 colonias inglesas y protestantes. Por aquellos tiempos, en California un fraile espa?ol en sandalias evangelizaba ind¨ªgenas. Al contrario que en M¨¦xico y Per¨², donde los espa?oles se encontraron imperios, en California hab¨ªa unos 300.000 ind¨ªgenas de tribus cazadoras-recolectoras. Las misiones fueron, literalmente, las primeras construcciones del oeste norteamericano. Las instituciones europeas de California, pol¨ªticas, militares y religiosas, fueron espa?olas. El Oeste americano creci¨® sobre una cultura pol¨ªtica cat¨®lica e hispana completamente distinta de la del Este, que predomin¨® hasta la invasi¨®n anglo de la fiebre del oro de mediados del siglo XIX.
El resurgir de esa identidad hispana es una oportunidad para la iglesia. Los latinos ya son m¨¢s de 50 millones de personas. En California son el 40% de la poblaci¨®n y las proyecciones prev¨¦n que sigan aumentando en n¨²mero al menos hasta mediados de siglo. Es ah¨ª donde la iglesia cat¨®lica apela al origen cat¨®lico de los hispanos dentro de una lucha por su futuro frente a las iglesias evang¨¦licas y todo tipo de cultos informales.
La Archidi¨®cesis de Los ?ngeles, la m¨¢s grande de Estados Unidos, ha sido uno de los principales valedores de la canonizaci¨®n de Serra. El arzobispo G¨®mez es adem¨¢s la principal voz de la iglesia cat¨®lica en EE UU en favor de una reforma migratoria que d¨¦ alguna soluci¨®n a los 11 millones de personas que viven y trabajan en la clandestinidad sin papeles. En 2013 public¨® el libro La inmigraci¨®n y la nueva Am¨¦rica: Renovando el alma de nuestra naci¨®n. Nacido en Monterrey (M¨¦xico), G¨®mez sirvi¨® previamente como arzobispo de otras dos ciudades con fuerte identidad latina como son Denver (Colorado) y San Antonio (Texas).
¡°La canonizaci¨®n es a¨²n m¨¢s poderosa y personal para aquellos de nosotros que somos hispanos y mexicanos¡±, dec¨ªa G¨®mez en mayo. ¡°Como sabemos, la inmigraci¨®n hispana, y especialmente la de M¨¦xico, est¨¢ cambiando el rostro de la iglesia y de la sociedad de Estados Unidos. Por tanto, es significativo que el beato Jun¨ªpero sea el primer santo hispano de Am¨¦rica¡±. G¨®mez tambi¨¦n destacaba que la canonizaci¨®n la hace ¡°el primer papa hispano, el primero en hablar espa?ol como lengua nativa, un papa que es ¨¦l mismo hijo de inmigrantes. El rico simbolismo de su canonizaci¨®n corresponde a una ¨¦poca de profunda incertidumbre y cambio social en Estados Unidos¡±.
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