Unos estudiantes mexicanos toman un instituto por una ola de violencia

En la noche del martes las puertas del Colegio de Ciencias y Humanidades Vallejo, un instituto mexicano de preparatoria (bachiller), estaban bloqueadas por unos 30 j¨®venes encapuchados. Del otro lado, miembros de la direcci¨®n del centro con gestos de resignaci¨®n y hartazgo debat¨ªan qu¨¦ hacer con un problema que hab¨ªa que cortar cuanto antes. El centro fue tomado por los alumnos despu¨¦s de violentos enfrentamientos que se produjeron la tarde del lunes. Los 11.000 matriculados no pudieron continuar sus clases ese d¨ªa ni el siguiente. Y no es la primera vez.

Esa madrugada la direcci¨®n acept¨® ¡ª"muy a su pesar", seg¨²n uno de ellos¡ª las condiciones que impon¨ªan los estudiantes y activistas. Todo con tal de que no se hiciera m¨¢s ruido. El centro pertenece a la Universidad Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), que estos d¨ªas se encuentra en pleno proceso electoral para elegir al nuevo rector. S¨®lo as¨ª consiguieron desalojar pac¨ªficamente las instalaciones y continuar este mi¨¦rcoles con las actividades.

El lunes, hacia las tres de la tarde, estall¨® la guerra en el CCH Vallejo. Un grupo de unos 70 j¨®venes ¡ªllamados porros, que pertenecen a una pandilla llamada 3 de marzo¡ª accedi¨® a las instalaciones y atac¨® violentamente a los miembros del grupo estudiantil Regeneraci¨®n Radio, que tienen una emisora comunitaria en una peque?a cabina que mantienen de manera autogestionada por unos 50 activistas.

Los atacantes llevaban palos, cuchillos y material explosivo.?En la zona del estacionamiento se ha encontrado este mi¨¦rcoles un cartucho de mortero.

El estudio de radio se encuentra pr¨¢cticamente inservible. En sus puertas se observa el material aislante que hab¨ªan arrancado de las paredes, teclados de ordenador pisoteados y miles de papeles esparcidos por el suelo.

En el momento del ataque, algunos miembros de Regeneraci¨®n se resguardaron en los despachos de direcci¨®n. Fuera continuaba el caos. Para ayudar a los compa?eros llegaron otros j¨®venes ?¡ªunos 50, seg¨²n los profesores¡ª que se enfrentaron a los que hab¨ªan comenzado la pelea. Cuatro resultaron heridos, uno de ellos llamado Jes¨²s Acosta acab¨® en el hospital por lesiones de arma blanca. La condici¨®n principal para desalojar el instituto fue que el CCH se hiciera cargo de los gastos m¨¦dicos de ese joven, que incluyen una operaci¨®n quir¨²rgica.?

Los que se quedaron dentro se mantuvieron atrincherados hasta que se quedaron solos. Entonces decidieron tomar el centro. Sin que nadie lo impidiera, se hicieron due?os y se?ores durante dos d¨ªas del enorme espacio p¨²blico.?

Un profesor con m¨¢s de 10 de experiencia en el CCH Vallejo explica por qu¨¦ es tan dif¨ªcil evitar que un grupo reducido se haga con un centro p¨²blico: "Desde el 68 [a?o de la matanza de estudiantes en Tlatelolco] la UNAM mantiene una pol¨ªtica de autonom¨ªa que impide la entrada a la polic¨ªa en los recintos estudiantiles y la ¨²nica manera de desalojar esto r¨¢pidamente es accediendo, muy a nuestro pesar, a lo que nos piden". Los puntos que firmaron las autoridades del centro y los encapuchados esa misma noche se reducen a la expulsi¨®n de los agresores, adem¨¢s de los gastos por la operaci¨®n de Jes¨²s Acosta. La directora interina ¡ªhasta noviembre no se elige el nuevo director¡ª Delia G¨¢mez estaba presente esa noche, pero no quiso hacer ning¨²n tipo de declaraci¨®n.

Este tipo de enfrentamientos han sido habituales en el centro desde hace m¨¢s de 12 a?os. Los encapuchados se?alan que los llamados porros est¨¢n formados por gente violenta "reclutada por las autoridades para desmantelar los movimientos estudiantiles". Por otro lado, los trabajadores del instituto apuntan a que son todos unos "v¨¢ndalos", que tanto unos como otros cometen actos delictivos con total impunidad.

A media noche se vuelven a reunir en la puerta. Todos forman un c¨ªrculo bastante curioso. De un lado, profesores y autoridades de la UNAM cediendo ante los que en privado califican de "mugrosos y vagos". Del otro, j¨®venes que no lo son tanto. El que lleva la voz cantante y graba con una c¨¢mara de v¨ªdeo tiene m¨¢s de 30 a?os. Y en sus casas, m¨¢s de 11.000 estudiantes a los que les han arrebatado dos d¨ªas de su curso escolar.