EE UU y China acuerdan un cese del ciberespionaje comercial
La cumbre de los presidentes Obama y Xi expone la complejidad de la relaci¨®n bilateral
Estados Unidos y China alcanzaron ayer un pacto de no agresi¨®n en el ciberespacio. El presidente Barack Obama y su hom¨®logo Xi Jinping se comprometieron a no apoyar ataques destinados a robar secretos comerciales, propiedad intelectual u otra informaci¨®n comercial. El acuerdo excluye el ¨¢mbito militar. Washington ve la mano de Pek¨ªn en los recientes actos de pirater¨ªa contra empresas estadounidenses y organismos gubernamentales. Pek¨ªn niega cualquier papel en los ataques, que han tensado la relaci¨®n entre ambas potencias.
La cumbre de Obama y Xi en Washington expone toda la complejidad de la relaci¨®n entre EE UU y China, pa¨ªses con las econom¨ªas entrelazadas, rivales en la regi¨®n Asia-Pac¨ªfico y modelos alternativos de gobierno: el primero, la mayor democracia desarrollada del mundo; y el segundo, un sistema autoritario de capitalismo supervisado por un r¨¦gimen comunista.
La competici¨®n -entre la superpotencia que duda de su estatus hegem¨®nico y la potencia en ascenso que reclama su influencia global- se mezcla con el reconocimiento de que necesitan cooperar. China, para continuar con su desarrollo; y EE UU, para preservar la arquitectura internacional y la estabilidad en Asia.
Ning¨²n otro mandatario recibe los agasajos que estos d¨ªas ha recibido Xi, presidente chino desde 2013
Ning¨²n otro mandatario recibe los agasajos que estos d¨ªas ha recibido Xi, presidente chino desde 2013. Primero, en Seattle, puerto que conecta las dos primeras econom¨ªas del planeta y sede de gigantes industriales y tecnol¨®gicos. Y, desde el jueves por la noche, en Washington, donde disfrut¨® de los honores de una visita de Estado, reservados a pocos pa¨ªses: salva de 21 ca?ones en la Casa Blanca, reuniones de trabajo durante el d¨ªa y cena de gala, la s¨¦ptima que Obama organiza desde que lleg¨® a la presidencia en enero de 2009. La Casa Blanca habla de ¡°la relaci¨®n bilateral m¨¢s relevante del mundo¡±.
El acuerdo sobre el cibercrimen desactiva una de las crisis potenciales que amenazan la relaci¨®n. Hace unas semanas, la Casa Blanca filtr¨® los planes para sancionar a China por el robo de informaci¨®n personal de millones de empleados del Gobierno de EE UU.
Bancos, cadenas de hipermercados y productoras cinematogr¨¢ficas han sido v¨ªctimas de ataques. Las sanciones no se llegaron a concretar, pero el ciberespacio -una especie Far-West sin normas internacionales en el que gobiernos, empresas, particulares compiten por secretos e informaci¨®n- centr¨® buena parte de las conversaciones de Obama y Xi.
¡°Hemos afirmado el principio de que los gobiernos no se embarcan en ciberespionaje con fines comerciales contra empresas comerciales¡±, dijo Obama en una rueda de prensa con Xi en la Casa Blanca. Se trata de un inicio de acuerdo: el presidente de EE UU no ocult¨® su esceptisimo y garantiz¨® que vigilar¨¢ que esto se cumpla.
No hay sinton¨ªa en derechos humanos. Obama lo describi¨® como un problema y Xi pidi¨® respeto para las realidades de cada pa¨ªs
¡°Estados Unidos es el pa¨ªs m¨¢s fuerte en t¨¦rminos de ciberpotencia, China es el mayor pa¨ªs en t¨¦rminos de usuarios de la red, tenemos m¨¢s de 600 millones¡±, dijo Xi. ¡°Debemos cooperar, porque la cooperaci¨®n nos beneficiar¨¢ a ambos y la confrontaci¨®n conducir¨¢ a p¨¦rdidas en ambas partes¡±.
La frase de Xi sobre el ciberespacio resume el esp¨ªritu de la relaci¨®n entre EE UU y China: mejor colaborar que enfrentarse; mejor integrar a China en el gobierno del mundo que marginarla y correr el riesgo de un choque. La colaboraci¨®n funciona en la lucha contra el cambio clim¨¢tico y, si se cumple lo pactado, podr¨ªa funcionar con la pirater¨ªa inform¨¢tica. Tambi¨¦n en la econom¨ªa, China -golpeada por las recientes turbulencias burs¨¢tiles- es un socio necesario.
Resulta m¨¢s dif¨ªcil en los derechos humanos. Obama lo describi¨® como un problema y Xi pidi¨® respeto para las realidades de cada pa¨ªs. Un foco de tensi¨®n m¨¢s relevante hoy es el mar del sur de China, una zona disputada por China y sus vecinos asi¨¢ticos, aliados de EE UU.
¡°Le he comunicado al presiente Xi nuestra preocupaci¨®n por las reclamaciones de tierras, la militarizaci¨®n de ¨¢reas en disputa, lo que hace m¨¢s dif¨ªcil que los pa¨ªses de la regi¨®n resuelvan los desacuerdos pac¨ªficamente¡±, dijo Obama. Xi subray¨® que las islas del mar de China son ¡°territorio chino¡±. El pulso geopol¨ªtico sigue abierto.
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