Nawal al Saadawi: ¡°Para ser feminista, no basta con ser mujer¡±
La escritora y psiquiatra, de 84 a?os, firme defensora de los derechos de la mujer, lleva d¨¦cadas luchando contra el machismo y el extremismo religioso
Nawal al Saadawi (Kafr Tahl, Egipto, 1931) reh¨²sa retratarse con el cartel de la instituci¨®n que la invita. Cuando una asistente a las jornadas que la cooperaci¨®n espa?ola organiz¨® el 9 y 10 de septiembre sobre igualdad de g¨¦nero en el Norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo le pidi¨® una fotograf¨ªa, la novelista, feminista y m¨¦dico egipcia sugiri¨® con una sonrisa un fondo alternativo. ¡°Mejor la pared de un pasillo que un cartel, no voy a hacer propaganda a ning¨²n Gobierno¡±, dijo en alto sin reparos, a pesar de que acababa de participar en la inauguraci¨®n del evento.
Al Saadawi est¨¢ ¡°en contra de todos los Gobiernos¡±. Y lo afirma sin pudor frente a sus anfitriones. Lo ¨²nico que oculta son sus manos, en unos coquetos guantes blancos. ¡°No estoy segura de que me vuelvan a invitar, de hecho ni siquiera s¨¦ por qu¨¦ me han invitado¡±, afirma sin dejar de sonre¨ªr antes de comenzar la entrevista en la sede de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECID). Pero sus credenciales como feminista en Egipto y en el mundo ¨¢rabe hacen imprescindible su presencia all¨¢ donde se traten los derechos de la mujer. Doctora y psiquiatra, ha escrito m¨¢s de medio centenar de libros entre novelas, cuentos y obras de teatro, en los que aborda tanto los problemas de la mujer en el mundo, desde la mutilaci¨®n genital y la violencia machista a la prostituci¨®n, como los efectos perniciosos del extremismo religioso. Su libro La mujer y el sexo, publicado en 1972, con duras cr¨ªticas a la extirpaci¨®n del cl¨ªtoris, que ella misma sufri¨® cuando ten¨ªa seis a?os ¨C¡°me mutilaron con una navaja de afeitar¡±¨C fue la causa de que perdiera su trabajo como directora general de salud p¨²blica en Egipto.
No ha sido la ¨²nica consecuencia ¡°de haber hablado siempre alto¡±. En 1981, bajo el Gobierno de Anwar el Sadat, pas¨® varios meses en prisi¨®n por criticar al r¨¦gimen, aunque aprovech¨® su estancia para escribir sus memorias en un rollo de papel higi¨¦nico con un l¨¢piz de contrabando. Ha ¡°sufrido el exilio durante diez a?os¡±, a causa de las amenazas de grupos extremistas isl¨¢micos. Ahora, bajo el Gobierno de Abdelfat¨¢ Al Sisi, trabaja en Egipto para que los j¨®venes sean ¡°cada vez m¨¢s radicales¡±.
Pregunta. ?No hay ning¨²n Gobierno en el mundo que le guste?
Respuesta. No. Estoy en contra de todos los Gobiernos, porque solo apoyan a las mujeres que trabajan para ellos. Por eso me sorprende que me haya invitado el Gobierno espa?ol.
P. ?Ni siquiera si los dirige una mujer?
R. No, ni siquiera, porque yo no distingo entre hombres y mujeres. Lo m¨¢s importante es la mente. Mire a Hillary Clinton [aspirante a la candidatura del Partido Dem¨®crata en las pr¨®ximas elecciones de Estados Unidos]. Ella est¨¢ en contra de las mujeres y solo usa el tema de la mujer para ganar las elecciones. Sin embargo, lo ¨²nico que quiere en realidad es dinero y poder. Para ser feminista no es suficiente con ser una mujer, porque Clinton es mujer pero tambi¨¦n es a la vez capitalista, patriarcal y religiosa, que son las causas por las que las mujeres est¨¢n oprimidas en el mundo. Yo no divido a las personas por sus ¨®rganos genitales sino por lo que hay en su cabeza.
P. ?Cree que las mujeres que llegan a puestos de poder pol¨ªtico son machistas?
R. Exacto. No tiene m¨¢s que mirar a Margaret Thatcher [ex primera ministra de Reino Unido]. Cuando Thatcher estaba en el poder, yo estuve en Reino Unido y las mujeres en aquel pa¨ªs estaban en contra de Thatcher porque perdieron muchos derechos durante su Gobierno.
P. ?Qu¨¦ es entonces el feminismo para usted?
R. El feminismo es liberar la mente del sistema patriarcal, de la religi¨®n y del capitalismo, que son las principales amenazas para la mujer. Aunque no solo son amenazas para la liberaci¨®n de la mujer sino tambi¨¦n para los pobres. Yo no separo entre la opresi¨®n de clase y la opresi¨®n patriarcal. Para m¨ª, est¨¢n relacionadas y siempre van juntas de la mano. De hecho, para m¨ª una mujer es independiente cuando se alimenta por s¨ª misma.
P. ?Hay alg¨²n lugar libre de estas amenazas?
R. No, la opresi¨®n de la mujer es universal, no solo afecta a los pa¨ªses pobres. Se da por ejemplo en todas las religiones: en el cristianismo, en el juda¨ªsmo, en el islam o en el budismo la mujer es siempre inferior. Como ve, no me gustan las divisiones, tampoco separo entre Oriente y Occidente o entre Norte y Sur, porque todos vivimos en un solo mundo.
P. Usted particip¨® en las manifestaciones de la revoluci¨®n de Egipto de enero de 2011. ?C¨®mo vive bajo el r¨¦gimen de Abdelfat¨¢ al Sisi?
R. En Egipto hubo dos revoluciones. En enero de 2011, la gente se levant¨® contra el r¨¦gimen de [Hosni] Mubarak y la dominaci¨®n de Estados Unidos, que siempre ha intentado que Egipto dependa comercialmente de ellos. Washington impuls¨® a los Hermanos Musulmanes hasta el poder. As¨ª que la segunda revoluci¨®n, en junio de 2013, surgi¨® en contra de los Hermanos Musulmanes y consigui¨® expulsarlos del Gobierno. Y Abdelfat¨¢ al Sisi fue positivo porque apoy¨® al pueblo en su lucha contra los islamistas, ya que el pueblo egipcio no pod¨ªa ser libre bajo el r¨¦gimen teocr¨¢tico de los Hermanos Musulmanes. No obstante, yo siempre he estado en contra de todos los Gobiernos, tambi¨¦n de los de Egipto.
P. Los observadores internacionales consideraron, sin embargo, las elecciones de junio de 2012, que llevaron a Mohamed Morsi al poder, como las primeras elecciones libres en Egipto.
R. Esa es una gran mentira. No fueron elecciones libres, dependieron del dinero que muchos Gobiernos dieron a Morsi. Los pa¨ªses europeos y Estados Unidos propagaron mentiras sobre Egipto. Tambi¨¦n los medios de comunicaci¨®n, que siempre est¨¢n mintiendo y ofrecen una mala imagen de los pobres, porque son propiedad de los Gobiernos y de los millonarios.
P. Pero usted... ?vive ahora libre en Egipto?
R. Me dejan trabajar con libertad porque ahora Al Sisi necesita mujeres como yo. De lo contrario, ya me habr¨ªan mandado a la c¨¢rcel.
P. ?Cree que hoy en d¨ªa su libro La mujer y el sexo producir¨ªa reacciones similares en Egipto?
R. S¨ª, porque hoy en d¨ªa mis libros siguen causando fuertes reacciones.
P. ?Est¨¢ escribiendo?
R. Yo ahora tengo 84 a?os y no s¨¦ hasta cu¨¢ndo voy a vivir. Tampoco me importa. Solo tenemos una vida y tenemos que hacer lo mejor que podamos con ella. Pero incluso aunque muera, mis libros van a estar ah¨ª, mi mente va a seguir viva en mis libros. Aunque soy m¨¦dico, me siento fundamentalmente novelista. Yo cada vez soy m¨¢s radical y mi sue?o ahora es ense?ar a la gente joven, que los j¨®venes egipcios hagan una verdadera revoluci¨®n.
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