El acuerdo hist¨®rico de justicia con las FARC se concret¨® en apenas un mes

A caballo entre La Habana y Bogot¨¢, durante no m¨¢s de 13 reuniones, y en apenas un mes, seis abogados concretaron el hist¨®rico acuerdo de justicia entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC, un punto de inflexi¨®n que se antoja definitivo para poner punto final al conflicto armado en Colombia.

En plena escalada de ataques de la guerrilla, con la popularidad por los suelos y cada vez mayor desconfianza hacia el proceso, el presidente, Juan Manuel Santos, se vio obligado a dar un ultim¨¢tum a principios de julio. As¨ª, el d¨ªa 12, el Gobierno y las FARC acordaron el comunicado n¨²mero 55: Agilizar en La Habana, desescalar en Colombia. Las conversaciones deb¨ªan cobrar otro ritmo, en especial el cap¨ªtulo de justicia, en el que menos se hab¨ªa avanzado. Pese a que desde que se sentaron las bases del proceso, en octubre de 2012, las partes sab¨ªan que ser¨ªa el m¨¢s complicado, en la pr¨¢ctica, la negociaci¨®n se fue demorando.

El Gobierno y las FARC acordaron la creaci¨®n de una comisi¨®n jur¨ªdica encargada de elaborar cuanto antes un borrador que luego refrendar¨ªan los jefes negociadores, o en este caso, los m¨¢ximos representantes, el presidente Santos y el l¨ªder de las FARC, Rodrigo Londo?o, alias Timochenko.

El Gobierno eligi¨® a los abogados Manuel Jos¨¦ Cepeda, Juan Carlos Henao y Douglass Cassel, mientras que las FARC optaron por el asesoramiento de ?lvaro Leyva, Diego Mart¨ªnez y el espa?ol Enrique Santiago, quien ya ven¨ªa trabajando con ellos desde hac¨ªa un a?o, recomendado por la exsenadora Piedad C¨®rdoba, con quien colaboraba a trav¨¦s de la organizaci¨®n Colombianos por la Paz. Varias fuentes que han seguido muy de cerca el trabajo de los juristas, consideran a Santiago, art¨ªfice en su d¨ªa de la querella contra el dictador chileno Augusto Pinochet, el arquitecto del grueso del acuerdo de justicia.

Pocos d¨ªas despu¨¦s de que se celebrase la primera reuni¨®n de la comisi¨®n jur¨ªdica, a finales de julio, la revista Semana publicaba una entrevista con Santiago en la que el abogado espa?ol desgranaba las claves de lo que, a la postre, ha sido el acuerdo final: todos los actores del conflicto ser¨¢n juzgados, habr¨¢ una amnist¨ªa lo m¨¢s amplia posible y los miembros de las FARC, como el resto de acusados, no ir¨¢n a la c¨¢rcel siempre y cuando aporten verdad y se comprometan a reparar el da?o causado durante m¨¢s de 50 a?os.

Desde aquella cita de julio, los abogados no se volvieron a reunir hasta el 19 de agosto. Ah¨ª comenz¨® un mes fren¨¦tico de encuentros entre La Habana y Bogot¨¢, entre los salones de protocolo facilitados por el Gobierno cubano y un domicilio privado de la capital colombiana. Reuniones, seg¨²n confirman varias fuentes conocedoras de las mismas, que se prolongaban durante 10 horas, siempre en un buen ambiente pese a que hubo momentos serios, como cuando se trat¨® el asunto de las sanciones, las extradiciones o la amnist¨ªa. La ¨²ltima jornada fue la m¨¢s maratoniana. Comenz¨® el jueves 17 en torno a las 9 de la ma?ana y termin¨® pasadas las 5 del viernes. Para entonces estaba listo un documento de 25 p¨¢ginas, estructurado en cuatro bloques en los que se diseccionan m¨¢s de 70 puntos: un acuerdo para la historia.