Hong Kong busca su futuro un a?o despu¨¦s de las manifestaciones
¡°Hay demasiada desconfianza en la sociedad hacia la negociaci¨®n pol¨ªtica¡±, dice Chan Kin Man, uno de los fundadores del movimiento Occupy Central
El 28 de septiembre de 2014 la polic¨ªa de Hong Kong lanz¨® gases lacrim¨®genos contra los estudiantes que se concentraban en torno a la sede del gobierno aut¨®nomo para pedir m¨¢s democracia. Los j¨®venes, para defenderse, abrieron sus paraguas. Comenzaban as¨ª 79 d¨ªas de un movimiento ciudadano que lleg¨® a ver a 100.000 personas ocupando las calles de la excolonia brit¨¢nica. Las sentadas no lograron concesiones de las autoridades, pero alimentaron un debate a¨²n por resolver sobre el futuro del territorio y supusieron el bautismo de fuego en pol¨ªtica para una nueva generaci¨®n de hongkoneses.
Un a?o despu¨¦s, Hong Kong intenta determinar cu¨¢l va a ser su futuro. En las calles de Admiralty, el distrito administrativo y financiero donde tuvieron lugar las mayores concentraciones, varios grupos civiles hab¨ªan organizado una conmemoraci¨®n. Como durante aquellas sentadas, los participantes luc¨ªan paraguas, el s¨ªmbolo de las protestas; otros mostraban im¨¢genes del jefe del ejecutivo aut¨®nomo, Leung Chu-Ying, convertido en un demonio. Pero en una muestra del desencanto tras aquellas manifestaciones, en esta ocasi¨®n apenas acud¨ªan 1.100 personas, seg¨²n la Polic¨ªa.
Se trata solo, aseguran algunos de los organizadores, de un agotamiento temporal. Benny Tai, uno de los ide¨®logos del movimiento Occupy Central que convoc¨® aquellas sentadas, manifestaba que las concentraciones fueron ¡°un hito en la historia de la lucha por la democracia, testimonio de la determinaci¨®n de los hongkoneses y que excedi¨® por completo las expectativas¡±. ¡°Seguramente la gente volver¨¢¡±, sostuvo. Menos optimista se declaraba Alex Chow, uno de los l¨ªderes estudiantiles el a?o pasado: ¡°la determinaci¨®n no est¨¢ muerta¡±, opinaba, pero por el momento las posibilidades de que vuelva a darse una movilizaci¨®n como aquella ¡°son bajas¡±.
Alice Lo, inform¨¢tica de profesi¨®n, es una de los j¨®venes que descubrieron el activismo pol¨ªtico durante aquellos acontecimientos. Es ahora voluntaria en un grupo de promoci¨®n democr¨¢tica con vistas a las pr¨®ximas elecciones en juntas de distrito. Un a?o despu¨¦s de las concentraciones, asegura que no se siente optimista sobre el devenir de su ciudad natal, pero s¨ª cree que ¡°el futuro de Hong Kong depende de lo que hagamos los j¨®venes ahora¡±.
El detonante de las movilizaciones hab¨ªa sido la resoluci¨®n emitida por el Gobierno chino el 31 de agosto del a?o pasado y que descartaba por completo la celebraci¨®n de elecciones libres en Hong Kong en 2017, como exig¨ªa el movimiento Occupy Central, que amenazaba con las sentadas para tratar de convencer a Pek¨ªn de la necesidad de dialogar. Ante el dictamen del Gobierno central, las organizaciones estudiantiles - a Federaci¨®n Universitaria y Scholarism, un grupo que aunaba a los estudiantes de secundaria- optaron por pasar a la acci¨®n.
¡°Quer¨ªamos forzar al Gobierno a negociar una salida pol¨ªtica sin tener que recurrir a la ocupaci¨®n callejera¡±, recuerda el soci¨®logo Chan Kin-Man, de la Universidad China de Hong Kong y uno de los ide¨®logos de Occupy Central.
Pero la hora de las concesiones -que parecieron posibles durante otras protestas estudiantiles previas en 2012, en plena transici¨®n pol¨ªtica en Pek¨ªn y la excolonia- hab¨ªa pasado. Y la reforma pol¨ªtica en uno de sus territorios no es un juego de ni?os para China. Las manifestaciones acabaron con la polic¨ªa hongkonesa expulsando de las calles a los ¨²ltimos irreductibles, y sin que los estudiantes pudieran arrancar m¨¢s logro que un di¨¢logo televisado en el que los representantes del ejecutivo aut¨®nomo no se movieron ni un ¨¢pice.
Desde entonces, el movimiento estudiantil ha quedado dividido. En la calle son m¨¢s palpables posturas ¡°localistas¡±, si no defensoras de la independencia s¨ª de una identidad hongkonesa separada de la china continental. Y los partidarios de Pek¨ªn sufrieron un duro golpe despu¨¦s de que la decisi¨®n de agosto quedara repelida en el parlamento local, tras no poder alcanzar la mayor¨ªa necesaria.
Chan cree que nadie ha salido ganando tras las manifestaciones. ¡°A Pek¨ªn no le queda nadie de confianza aqu¨ª¡±, asegura. Leung Chu-Ying, el jefe del ejecutivo local y con fuertes v¨ªnculos con el gobierno central, se arrastra en los ¨ªndices de popularidad y ha recibido fuertes cr¨ªticas incluso de representantes de su bloque pol¨ªtico. Desde las manifestaciones, el nivel de aprobaci¨®n del Gobierno central en el territorio aut¨®nomo oscila entre el 40% y el 50%, seg¨²n las encuestas de la Universidad de Hong Kong. El temor a unas declaraciones desde Pek¨ªn cada vez m¨¢s tajantes sobre su autoridad han aumentado el temor a que la intenci¨®n de China sea convertir gradualmente el principio ¡°un pa¨ªs, dos sistemas¡± en ¡°un pa¨ªs, un sistema ¨²nico¡±.
Pero la oposici¨®n tampoco ha quedado bien parada. Tras d¨¦cadas de lucha infruct¨ªfera en favor de la democracia dentro y fuera de la c¨¢mara legislativa, los partidos de este bloque tambi¨¦n est¨¢n perdiendo apoyo, especialmente entre el voto joven. ¡°Hay demasiada desconfianza de la sociedad hacia la negociaci¨®n pol¨ªtica¡±, opina el profesor Chan.
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