El Papa y la hispanidad
¡°No se averg¨¹encen¡± ha dicho Francisco a los millones de latinos que habitan en Estados Unidos
Una de las consecuencias interesantes del viaje del Papa Francisco a Am¨¦rica, ha sido las reacciones e interpretaciones muy diferentes que se le han dado a sus palabras y actividades. Un grupo importante de cubanos y de venezolanos descalifica totalmente la gira por el encuentro con Fidel Castro y la falta de solidaridad con la oposici¨®n y prisioneros en la isla caribe?a.
En cambio, en los Estados Unidos, no creyentes y cat¨®licos fervientes han descubierto con una especie de histeria colectiva, algunas verdades bastante viejas en el seno de la iglesia. Una cadena noticiosa que pasa semanas enteras dedicada a la desaparici¨®n de aviones o al cambio de sexo del padrastro de las Kardashian, se volvi¨® s¨²bitamente papista. Se corre as¨ª el grave riesgo de banalizar a una personalidad tan compleja como Bergoglio, pasando por alto la extraordinaria riqueza de sus discursos. Se le califica, igual que a Diana, la reina de los tabloides, como el ¡°Papa del Pueblo¡±, se le compara con estrellas de rock y se a?ade con admiraci¨®n que ¡°besa enfermos y bendice a los ni?os¡± (olvidando que todos los Papas, incluyendo al germ¨¢nico Benedicto, han hecho lo mismo).
Comentaristas serios han se?alado con estupor que cuando habla de Am¨¦rica, el Santo Padre se refiere a un continente y no s¨®lo a los EEUU. Recalcaron estupefactos que Francisco comparaba su pa¨ªs de origen, tierra de inmigraci¨®n y de grandes praderas, con los EEUU y que adem¨¢s se?alaba que en nuestro continente todos, o casi todos, fuimos alguna vez extranjeros e inmigrantes. Est¨¢n descubriendo que el Papa no es ¡°socialista¡± y que s¨®lo repite, en t¨¦rminos modernos, la doctrina social de la Iglesia cat¨®lica.
Hay un tema en especial que ha sido muy importante, debido al momento pol¨ªtico que viven los EEUU. Cuando Trump, el candidato presidencial m¨¢s notorio de la actualidad, usa todo tipo de improperios en contra de los inmigrantes hispanos, el Papa les dice ¡°no se averg¨¹encen de sus tradiciones¡±. Cuando Jeb Bush pr¨¢cticamente tiene que disculparse por haber hablado espa?ol, llega Francisco y habla su lengua materna en todas partes.
Ojal¨¢ que las palabras en espa?ol de este Papa sabio se queden para siempre grabadas entre los inmigrantes que pasan con dificultad la terrible frontera de M¨¦xico
Todos los comentaristas opinaban que el discurso en la ONU ser¨ªa en ingl¨¦s, ignorando que el espa?ol es idioma oficial de la organizaci¨®n internacional. En el momento m¨¢s solemne de todo el viaje, durante la bell¨ªsima ceremonia en el sitio donde se encontraban las Torres Gemelas, el Soberano Pont¨ªfice le dice al mundo que no puede hablar sino en espa?ol, en una ocasi¨®n tan importante y emotiva. Cuando quiere transmitir su cari?o a las familias, les habla tambi¨¦n como un padre o un abuelo, en espa?ol.
En EEUU existe una gigantesca ignorancia sobre la riqueza de la cultura hispana y su importancia en Am¨¦rica. Hace ya a?os, en el famoso art¨ªculo ¡°Choque de civilizaciones¡±, el ilustre profesor Huntington de Harvard afirmaba sin desparpajo que ¡°Am¨¦rica Latina no es heredera de la civilizaci¨®n occidental¡±, borrando de un plumazo desde riquezas de la ¨¦poca colonial, como el Inca Gracilaso o Sor Juana In¨¦s de la Cruz, hasta los recientes premios Nobel escritos no en idiomas ind¨ªgenas, sino en espa?ol.
La canonizaci¨®n de Fray Jun¨ªpero, al iniciarse la gira de Francisco, fue protestada, quiz¨¢s con cierta raz¨®n, por grupos ind¨ªgenas pero tambi¨¦n por ¡°hispanos¡± absolutamente ignorantes del Derecho de Gentes o las Leyes de Indias aplicados por esos monjes espa?oles, que eran revolucionarios al considerar que los ind¨ªgenas eran seres humanos y ten¨ªan alma, que seg¨²n criterios de la ¨¦poca, deb¨ªan salvar.
En la actualidad se ve con tristeza como cantidad de ni?os, netamente latinoamericanos, han perdido o hablan con dificultad esta maravillosa lengua que es el espa?ol. Incluso muchos, en la inmigraci¨®n m¨¢s reciente, de mis compatriotas venezolanos, creen que es un signo de desarrollo hablarle a sus hijos en ingl¨¦s (idioma que sin ning¨²n esfuerzo pueden aprender en los colegios).
Ojal¨¢ que las palabras en espa?ol de este Papa sabio se queden para siempre grabadas entre los inmigrantes que pasan con dificultad la terrible frontera de M¨¦xico o llegan por avi¨®n desde Venezuela. ¡°No se averg¨¹encen¡± ha dicho el Papa a los millones de latinos que habitan ahora en los Estados Unidos de Am¨¦rica.
Maruja Tarre es profesora en la Universidad Simon Bolivar. Twitter @marujatarre
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