Santos termina con las fumigaciones con glifosato

A partir de este jueves, Colombia suspende las fumigaciones a¨¦reas de coca con glifosato. Las avionetas que sobrevolaban los campos colombianos fumigando los cultivos con el herbicida, un pol¨¦mico producto que seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud puede causar c¨¢ncer, ser¨¢n una imagen del pasado. En mayo, el Consejo Nacional de Estupefacientes, con el gui?o del presidente, Juan Manuel Santos, anunci¨® el giro definitivo en la estrategia de lucha contra las drogas. El Gobierno apostar¨¢ por la erradicaci¨®n manual y la sustituci¨®n de cultivos il¨ªcitos.

El adi¨®s definitivo al glifosato se har¨¢ cuando la autoridad encargada de las licencias ambientales anule o suspenda el plan que permite la aspersi¨®n con el qu¨ªmico. Sin embargo, la orden presidencial no tiene marcha atr¨¢s. Santos lo reiter¨® hace una semana cuando lanz¨® su nueva pol¨ªtica antidrogas y record¨® que a pesar de las fumigaciones, los cultivos se han incrementado. Colombia registr¨® 69.000 hect¨¢reas de coca en 2014, un 44% m¨¢s que en 2013, seg¨²n Naciones Unidas. ¡°Y eso que us¨¢bamos el glifosato, que dejaremos de usar a partir del 1 de octubre¡±, asegur¨® el mandatario.

La nueva estrategia del Gobierno busca llegar a acuerdos con las comunidades que siembran coca para que la erradiquen voluntariamente

La nueva estrategia del Gobierno busca llegar a acuerdos con las comunidades que siembran coca para que la erradiquen voluntariamente. Santos ha dicho que tendr¨¢n asesor¨ªa t¨¦cnica y financiaci¨®n para que emprendan proyectos agr¨ªcolas. Tambi¨¦n prometi¨® que dar¨ªa la titularidad de la tierra a quienes se mantengan m¨¢s de cinco a?os cultivando productos l¨ªcitos. Solo en los casos en que esto no sea posible se acudir¨¢ a la erradicaci¨®n forzosa, a cargo de la polic¨ªa.

Para Juan Carlos Garz¨®n, investigador del Wilson Center de Washington y asesor en pol¨ªtica de drogas, la fumigaci¨®n a¨¦rea era una ¡°herramienta funcional para un Estado enfocado en eliminar matas y no en atender las necesidades de los territorios donde se concentran los cultivos¡±. Garz¨®n destaca que la apuesta del Gobierno, al menos en teor¨ªa, sea transformar esos territorios. ¡°La cuesti¨®n es si habr¨¢ recursos, si las instituciones podr¨¢n articularse y si se asume con seriedad la idea de que es m¨¢s importante disminuir los impactos negativos de la econom¨ªa ilegal de las drogas que reducir sus dimensiones¡±, dice. El Gobierno calcula que cerca de 65.000 familias tienen alg¨²n tipo de relaci¨®n con cultivos ilegales.

Juli¨¢n Wilches, exdirector de Pol¨ªtica contra las Drogas del Ministerio de Justicia, tambi¨¦n tiene sus reparos, ya que aunque considera que la sustituci¨®n de cultivos es una mejor estrategia que concentrarse en la aspersi¨®n, afirma: ¡°Si lo que queremos es reducir el narcotr¨¢fico, no deber¨ªamos concentrarnos en los cultivos¡±. El analista cree que si lo que se busca es un desarrollo rural integral, no se le deber¨ªa cargar esa responsabilidad a la pol¨ªtica antidrogas.

¡°Construir Estado¡±

A las implicaciones negativas que trae el glifosato para la salud, se suman otras razones que tambi¨¦n pesan para suspender su uso y que contradicen la posici¨®n de Estados Unidos, que aunque respeta la decisi¨®n de Colombia, ha salido en defensa de la aspersi¨®n.

Pese a la suspensi¨®n de las fumigaciones, no est¨¢ claro que el glifosato se abandone del todo. El director de la Polic¨ªa, el general Rodolfo Palomino, ha dicho que aunque se suspenda la aspersi¨®n con ese herbicida, se est¨¢n explorando otras posibilidades. Para Garz¨®n, asesor en pol¨ªtica de drogas, persistir en el uso de qu¨ªmicos ser¨ªa seguir en la bicicleta est¨¢tica de la que ha hablado Santos, que no es otra cosa que desgastarse haciendo un gran esfuerzo pero sin avanzar. ¡°No se trata de conseguir otra mol¨¦cula. La pregunta es si somos capaces de construir Estado en esas regiones y eso no lo va a hacer un nuevo qu¨ªmico¡±, dice el analista.

El Gobierno planea implementar un proyecto un proyecto piloto, principalmente en el sur del pa¨ªs, para que unas 26.000 familias que siembran coca como forma de subsistencia reemplacen los cultivos il¨ªcitos por otros productos agr¨ªcolas o pecuarios que sean sostenibles en estos territorios.