¡°El pueblo colombiano le dir¨¢ s¨ª o no a los acuerdos de paz¡±
Fernando Carrillo repasa sus dos a?os como embajador de Colombia en Espa?a y el hist¨®rico momento que vive su pa¨ªs
Fernando Carrillo Fl¨®rez (Bogot¨¢, 1963) se sienta en un despacho que ya no es el suyo. Este abogado colombiano, que fue Ministro de Justicia y del Interior, acaba de cerrar dos a?os como embajador de su pa¨ªs en Espa?a. Ahora regresa a una Colombia nueva, a las puertas de la paz.
Pregunta. ?Qu¨¦ balance hace de estos dos a?os?
Respuesta. Entrego esta embajada y la relaci¨®n bilateral con Espa?a en el mejor momento de los ¨²ltimos a?os. Dicen que Colombia est¨¢ de moda. Es un buen momento con ra¨ªces en lo pol¨ªtico, econ¨®mico, social, cultural y deportivo. Un logro muy grande ha sido la exoneraci¨®n del visado para los colombianos. Para los 600.000 que hay en Espa?a fue la mejor noticia.
P. ?C¨®mo es la relaci¨®n entre Colombia Espa?a?
R. No hay un pa¨ªs que haya apoyado tanto a Colombia en el proceso de paz como Espa?a. En el estamento p¨²blico, con consenso de todas las fuerzas pol¨ªticas, y en el sector privado. Nos queda fortalecer los lazos culturales. Hemos avanzado en la convalidaci¨®n de los t¨ªtulos universitarios de los colombianos, sobre todo con arquitectos y m¨¦dicos.
P. ?Qu¨¦ Colombia espera encontrar?
R. La de un hito hist¨®rico. Se abre un nuevo cap¨ªtulo en la historia de Colombia. Yo como estudiante era el l¨ªder de un movimiento que llev¨® a la reforma de la Constituci¨®n en 1991. El momento m¨¢s oscuro de la noche en la lucha contra el narcotr¨¢fico fue en 1989, cuando el se?or Escobar asesin¨® a nuestro candidato presidencial. Desde ah¨ª, Colombia remont¨® con estabilidad pol¨ªtica, macroecon¨®mica y los resultados sociales. Hay cinco millones de colombianos que ha salido de la pobreza. Todo eso est¨¢ potenciado por el proceso de paz, que es como quitarle el freno de mano a un coche. La econom¨ªa puede crecer un punto y medio o dos del PIB como consecuencia de ello.
P. ?Paz o justicia en las negociaciones con las FARC?
Entre la justicia y la paz, el valor supremo de la paz sobrepasa todo lo dem¨¢s
R. La dimensi¨®n de la paz es la base de todo. En esa discusi¨®n, el valor supremo de la paz sobrepasa todo lo dem¨¢s. El acuerdo respeta la Constituci¨®n, no ha habido que modificarla, respeta las normas del derecho internacional, y tiene un gran respaldo global. Siempre se ha dicho que hay una contradicci¨®n entre la paz y la justicia. Garc¨ªa M¨¢rquez nos ayud¨® mucho a redactar la Constituci¨®n. Mandaba art¨ªculos. Uno suyo dec¨ªa: ¡°La paz es condici¨®n irrenunciable para el ejercicio de los derechos¡±. Eso marca en la balanza lo que representa la paz y la justicia. Uno no puede sacrificar totalmente la justicia, y la impunidad no es de recibo. Pero este acuerdo no es de impunidad, como dice la oposici¨®n. Hay normas de justicia restaurativa y transicional. No es solo meter a la gente a la c¨¢rcel.
P. ?Y qu¨¦ opinan las v¨ªctimas?
R. Lo primero es saber la verdad, que es una forma de justicia. Luego el perd¨®n. Pero el elemento central del esquema de justicia aprobado en La Habana es que tiene que haber resarcimiento de las v¨ªctimas. Van a tener un punto fundamental en un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla. El eje fundamental de toda la justicia transicional son los derechos de las v¨ªctimas. Es una justicia diferente a la justicia tradicional, donde lo ¨²nico que impon¨ªa es la c¨¢rcel.
P. ?C¨®mo se va a explicar el acuerdo a la sociedad?
R. Necesitamos poner en marcha una estrategia pedag¨®gica. La mayor¨ªa de guerrilleros son campesinos que llegaron en un estado de ignorancia a la guerrilla. Son indultables y amnistiables. Para el grueso de la tropa de guerrilla va a haber amnist¨ªa e indulto. Para los dem¨¢s, hay dos caminos: uno que confiesen los delitos de lesa humanidad, homicidio y terrorismo, y habr¨¢ penas de cinco a ocho a?os de restricci¨®n de la libertad. Y dos, si no hay confesi¨®n, les cae todo el peso de la ley y habr¨¢ penas de hasta 20 a?os. Esto no es la justicia.
P. ?Qu¨¦ peso tendr¨¢ la sociedad en aceptar o no el acuerdo?
R. Eso es fundamental. Habr¨¢ un mecanismo de refrendaci¨®n de los acuerdos. El pueblo colombiano le dir¨¢ s¨ª o no a los acuerdos. Esto no es una imposici¨®n unilateral del Gobierno y mucho menos de la guerrilla. Ese referendo popular ser¨¢ el momento de la verdad.
P. ?Y si dicen que no, qu¨¦ se har¨¢?
R. Eso no est¨¢ decidido todav¨ªa.
P. ?Ha cambiado el estereotipo del colombiano?
Para el grueso de la guerrilla, que son campesinos que llegaron en estado de ignorancia, habr¨¢ amnist¨ªa
R. La estigmatizaci¨®n del pasado ha terminado. Hace un cuarto de siglo Colombia era un pa¨ªs humillado, vilipendiado y dec¨ªan que no viable. Hoy es todo lo contrario. La diplomacia moderna ha trabajado con la sociedad civil, los empresarios y el deporte. Lo que han representado deportistas como James, Nairo, Bacca y Jackson es el resultado de eso. La diploacia de c¨®ctel est¨¢ mandada a recoger. James y Nairo son la imagen de una nueva Colombia, diferente, que le apuesta a la cultura. Colombia va a ser el pa¨ªs m¨¢s educado de Am¨¦rica Latina.
P. ?Los colombianos est¨¢n hoy m¨¢s orgullosos de s¨ª mismos?
R. S¨ª. Si alg¨²n pa¨ªs ha estado en crisis es Colombia. Ha sido parte de nuestro vocabulario casi desde el nacimiento de la Rep¨²blica. Espa?a es una historia de ¨¦xito. En Colombia, el Estado ha ganado el pulso contra el crimen organizado y a nivel econ¨®mico, a nivel supranacional, con Chile, M¨¦xico y Per¨² es el esquema comercial m¨¢s importante de Am¨¦rica LatinaColombia tiene siete ¨¢reas metropolitanas de m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, donde las grandes empresas espa?olas invierten. Colombia no es solo Bogot¨¢. Como ministro del Interior yo hablaba de desbogotalizar la pol¨ªtica y la inversi¨®n econ¨®mica. La paz ser¨¢ un acelerador.
P. ?Qu¨¦ har¨¢ ahora cuando regrese a Colombia?
R. Voy a tratar de ubicarme en un escenario que me permita participar en el proceso de paz. Valoro algunas opciones. De momento voy a regresar a la c¨¢tedra, a mi profesi¨®n de abogado.
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