El destino de Cristina Kirchner
Argentina est¨¢ enfrascada en la elecci¨®n presidencial con el kirchnerismo adelant¨¢ndose al resto
Si algo hace bien el kirchnerismo es adelantarse al resto. Es un equipo que, por encima de sus camorras internas y externas, est¨¢ veinticinco horas al d¨ªa haciendo pol¨ªtica. Unos accionan, otros hablan y algunos dise?an la estrategia general.?
Son un equipo y se mueven con efectividad. Notable, si se repara en que el Frente para la Victoria es una fuerza pol¨ªtica cuyo rasgo distintivo es el de fogonear el enfrentamiento permanente. Pero puertas adentro tienen claro el objetivo, que no es otra cosa que el poder. Los dem¨¢s, por el contrario, se pierden en disputas cruzadas que los desconcentra y debilita. Ese desgaste, sumado a los escr¨²pulos de los que el kirchnerismo carece, plantea un escenario desparejo para la competencia entre ambos.
De todas formas, quienes pretenden reemplazar al oficialismo deber¨ªan tambi¨¦n distribuirse las tareas y, mientras unos gestionan, otros tendr¨ªan que estar intentando imaginar la pr¨®xima jugada K. Claro que no es f¨¢cil pero es la ¨²nica manera de ir neutralizando los da?os de un equipo que parece venir jugando solo desde demasiado tiempo.
Que no hay estrategia frente al kirchnerismo es evidente, se paga car¨ªsimo y a diario. Hubo meses de especulaciones alrededor del destino de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner despu¨¦s del 10 de diciembre y se clausuraron abruptamente cuando no figur¨® como candidata a ning¨²n cargo electivo en las listas para los comicios del pr¨®ximo 25 de octubre. Mal hecho. La oposici¨®n deber¨ªa seguir preocupada en qu¨¦ va a hacer a partir de la asunci¨®n de las nuevas autoridades quien ha impuesto a la pol¨ªtica argentina un estilo descort¨¦s, agresivo y fabulador que raya en los malos modales.
El alt¨ªsimo concepto que la presidente Kirchner tiene de s¨ª misma la habilita para cualquier aspiraci¨®n. Por alg¨²n comentario deslizado hace pocos d¨ªas en Nueva York, se interpret¨® que hasta se hab¨ªa permitido fantasear con la Secretar¨ªa General de las Naciones Unidas. Por su autoestima y porque las vacantes que su gobierno deja pendientes en la Corte Suprema de Justicia no son obra de la casualidad, es bien probable que aspire, vaya iron¨ªa, a ocupar la silla que deja el juez Carlos Fayt, quien ya presentara la renuncia a su cargo, a hacerse efectiva el 11 de diciembre de este a?o. Cabe recordar que en el ¨²ltimo a?o la Presidente y todo su gobierno han hostigado de manera frontal al doctor Fayt para provocar su apartamiento.
Hay quienes descartan la posibilidad de que Fern¨¢ndez de Kirchner tenga en mente la Corte pues recuerdan la pol¨¦mica que gener¨® su t¨ªtulo universitario. Las dudas sobre si la presidente argentina finaliz¨® efectivamente sus estudios de abogac¨ªa llegaron hasta los tribunales porte?os con la car¨¢tula de ¡°usurpaci¨®n de t¨ªtulos y falsificaci¨®n de documentos p¨²blicos¡±. Sin embargo la causa, tramitada en el juzgado del cuestionado juez Norberto Oyarbide, uno de los predilectos del oficialismo, hoy descansa en el archivo.
Allanado su desembarco en el m¨¢ximo tribunal, es bien posible que la se?ora Kirchner sienta que ese lugar tiene el lustre suficiente para una ex mandataria de su talla. De m¨¢s est¨¢ considerar el extraordinario favor que le har¨ªa a los numerosos procesos judiciales abiertos que por variados delitos se apilan en los tribunales federales, a¨²n sin resolver, contra ella, varios miembros de su familia y no pocos funcionarios de su administraci¨®n.
La otra vacante, todo en el plano de las especulaciones, podr¨ªa recaer en un hist¨®rico miembro de la Uni¨®n C¨ªvica Radical. Esa negociaci¨®n garantizar¨ªa los votos necesarios para que el Senado de la Naci¨®n aprobara su pliego. Los radicales est¨¢n expectantes hace rato y, seg¨²n se comenta en los pasillos, dispuestos a colaborar en el intercambio de gentilezas a cambio de esa silla.
Por estos d¨ªas Argentina est¨¢ enfrascada en la elecci¨®n presidencial a realizarse en tres semanas. El corto plazo es pol¨ªtica de Estado. Los representantes de la UCR, otrora un partido decisivo y poderoso hoy convertido en un n¨²cleo de dirigentes peleando contra su extinci¨®n, est¨¢n abocados a ara?ar espacios de poder y cargos en las listas que Mauricio Macri generosamente les abri¨®. El PRO, enfrascado en su s¨²bito ascenso a las grandes ligas, acarrea como puede la responsabilidad de ser la segunda fuerza.
El resto, desde atr¨¢s y sin demasiada reacci¨®n, sigue esta pel¨ªcula de la decadencia argentina. Nadie, sacando el kirchnerismo, piensa m¨¢s all¨¢ del d¨ªa a d¨ªa. Que nadie m¨¢s lo haga es una p¨¦sima noticia pero que ellos sean la excepci¨®n es a¨²n peor.
Mar¨ªa Zald¨ªvar es polit¨®loga, profesora universitaria y miembro del Club Pol¨ªtico Argentino. Twitter @MariaZaldivar
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