Hillary Clinton sale reforzada del primer debate dem¨®crata

Hillary Clinton impuso sus tablas ante las c¨¢maras de CNN e hizo evidente la distancia entre ella y el resto de los candidatos dem¨®cratas en cuanto a experiencia en primera l¨ªnea. En el primer debate de primarias del Partido Dem¨®crata, el p¨²blico estadounidense vio este martes a cinco personas con experiencia diversa hablar sobre econom¨ªa, pol¨ªticas sociales, pol¨ªtica exterior y clase media, quiz¨¢ por primera vez en esta campa?a. La propia Clinton acab¨® el acto destacando la diferencia con los debates republicanos. Donald Trump fue ignorado de manera insultante.

Los cinco candidatos dem¨®cratas se reducen a tres. La exsecretaria de Estado, el senador Bernie Sanders y el exgobernador de Maryland Martin O¡¯Malley. El ¨²nico plano convincente de la CNN sobre la situaci¨®n del Partido Dem¨®crata era aquel en el que sal¨ªan los tres. Clinton, en el medio, domin¨® el debate como domina unas encuestas en las que apenas baja del 40% y llega al 79% de apoyo entre los dem¨®cratas, aparte de ser la candidata m¨¢s conocida de cualquier partido con la excepci¨®n del millonario televisivo Donald Trump. Nada de esto cambi¨® en el enfrentamiento televisado.

La campa?a de Clinton tiene pocos peligros externos, su peligro es m¨¢s bien de implosi¨®n. La bomba interna es su actuaci¨®n como secretaria de Estado durante el asalto al Consulado de EE UU en Bengasi (Libia) en el que murieron cuatro norteamericanos. El Partido Republicano, en una cruzada por hacerla responsable de las muertes, descubri¨® que Clinton utiliz¨® su correo electr¨®nico personal para trabajo oficial. Desde entonces, Clinton se ha disculpado, ha dicho que era un error y ha entregado 55.000 p¨¢ginas de emails para que sean analizados y publicados.

Sanders cierra el debate sobre los emails: "?Basta con los emails!".

En el debate repiti¨® de nuevo su defensa. Cuando lleg¨® el turno de sus rivales para atacar el punto m¨¢s d¨¦bil de Clinton, el p¨²blico vio entusiasmado un partido unido. O¡¯Malley dijo: ¡°No nos pueden definir los emails, tenemos que hablar de asuntos serios¡±. Sanders, en tono indignado dijo: ¡°Los americanos est¨¢n hartos de hablar de los emails. ?Basta con los emails!¡± y tendi¨® la mano a Clinton, ella le dio las gracias y el p¨²blico se puso en pie. Fue el momento de la noche. "Fue el momento de la campa?a, honesto, sincero", dec¨ªa a EL PA?S en la sala de an¨¢lisis Ted Devine, asesor de Sanders.

Vino a resumir la diferencia entre debatir de pol¨ªtica y montar bronca. Solo el exsenador Lincoln Chafee, un personaje marginal en esta campa?a que provocaba risas en la sala de prensa, trat¨® de poner en duda la fiabilidad de la candidata. ?Quiere contestarle?, le preguntaron a Clinton. ¡°No¡±. Otra ovaci¨®n. Los dem¨®cratas dejaron claro que no piensan participar en ninguna pol¨¦mica que pueda debilitar a Clinton, a¨²n a costa de que su campa?a de primarias sea un paseo.

En la sala de an¨¢lisis, el exalcalde de Los ?ngeles Antonio Villaraigosa, implicado en la campa?a de Clinton, comentaba a EL PA?S que "los otros candidatos entienden que esta elecci¨®n al final es entre dem¨®cratas y republicanos. En un momento en que el Partido Republicano est¨¢ secuestrado por la extrema derecha hay que mostrar unidad". Para Villaraigosa, hay un reconocimiento t¨¢cito de que ella va a ser la candidata.

Pero eso no significa que Clinton no tenga que responder por su pasado. Si hay una mancha dif¨ªcil en el curr¨ªculo progresista de la ex secretaria de Estado es sin duda haber votado a favor de la invasi¨®n de Irak en 2003. En el debate se la calific¨® como ¡°la peor decisi¨®n en pol¨ªtica exterior de la historia¡±. Hasta Chafee, que por entonces era senador republicano, vot¨® en contra. Trat¨® de utilizarlo contra Clinton al preguntarse qu¨¦ clase de decisiones tomar¨ªa como presidenta en otras crisis si en un momento como aquel vot¨® a favor de la invasi¨®n. La candidata lo despach¨® con una frase: ¡°El presidente Obama valid¨® mi criterio cuando me hizo secretaria de Estado y he pasado muchas horas con ¨¦l en la habitaci¨®n de crisis¡± de la Casa Blanca.

El gran duelo de la noche era entre Hillary Clinton y Bernie Sanders, la candidata inevitable que deb¨ªa unir al partido y el candidato sorpresa que la ha obligado a situarse en asuntos peligrosos desde el punto de vista presidencial como la educaci¨®n gratuita o la necesidad de regulaci¨®n de la banca. Sanders, sin embargo, tuvo que empezar por explicar qu¨¦ significa la socialdemocracia en un pa¨ªs donde el t¨¦rmino socialista es pol¨ªticamente t¨®xico. Dijo que EE UU era el ¨²nico pa¨ªs avanzado que no tiene sanidad universal y permisos de maternidad. Compar¨® su propuesta con los sistemas de los pa¨ªses n¨®rdicos. El tema acab¨® con el presentador preguntando a cada uno si se consideraba un capitalista. Clinton matiz¨® que la defensa de esos temas no era incompatible con la defensa de la libre empresa y el peque?o negocio que identific¨® con la libertad misma.

Sanders tuvo sus mejores momentos en sus ataques a la gran banca. ¡°El Gobierno no regula Wall Street, Wall Street regula al Gobierno¡±, dijo en un momento dado en su denuncia de la influencia de los poderes corporativos sobre la pol¨ªtica. Tambi¨¦n brill¨® cuando explic¨® que su campa?a ha renunciado al dinero de los grandes donantes y solo admite 30 d¨®lares por persona. Pero tambi¨¦n en eso rehus¨® atacar a Clinton, que tiene detr¨¢s de ella un grupo de apoyo (super PAC, en la jerga electoral estadounidense) de recaudaci¨®n ilimitada. Los asesores de Sanders explicaban en la sala de an¨¢lisis que su campa?a no es sobre ¨¦l ni sobre Clinton, es sobre problemas concretos.

Clinton: "Hay que hacer frente a Putin".

Buena parte del debate lo ocup¨® la pol¨ªtica exterior. Los candidatos empezaron hablando de la reciente implicaci¨®n de Rusia en la guerra civil siria y acabaron hablando del mar de China, hasta el punto de que en un momento dado Sanders se qued¨® sin palabras porque no sab¨ªa bien a qu¨¦ ten¨ªa que responder. El candidato dijo que Rusia se arrepentir¨¢ de haber entrado en Siria ¡°en cuanto empiecen a morir rusos¡±. Clinton dijo que la relaci¨®n con Mosc¨² se hab¨ªa estropeado con la vuelta de Putin a la presidencia y pidi¨® zonas seguras para la gente que huya.

El debate acab¨® pr¨¢cticamente siendo un mitin de Clinton. Los dem¨®cratas aparecieron como una pi?a en torno a asuntos capitales como la educaci¨®n gratuita y los permisos de maternidad y de enfermedad y la necesidad de dar una v¨ªa hacia la ciudadan¨ªa a 11 millones de indocumentados. Mostraron diferentes enfoques sobre Ir¨¢n, sobre las armas o sobre la legalizaci¨®n de la marihuana (Clinton dijo que no estaba preparada para apoyarlo totalmente), pero hasta en la disensi¨®n se limitaron a expresar su propuesta y renunciaron a atacarse. Sanders dej¨® claro que ¨¦l est¨¢ ah¨ª para poner los temas sobre la mesa. O¡¯Malley mostr¨® el perfil nacional de l¨ªder dem¨®crata joven que est¨¢ buscando, y los otros dos consiguieron sus minutos en televisi¨®n. Nadie va a asaltar la candidatura de Clinton.