Buena Vista Social Club en la Casa Blanca: ¡°La m¨²sica no tiene fronteras¡±

Omara Portuondo se r¨ªe cuando se le pregunta si le causa impresi¨®n convertirse este jueves en la primera artista asentada en Cuba que act¨²a en la Casa Blanca en m¨¢s de medio siglo. Son muchas las tablas que ha adquirido a lo largo de su dilatada carrera musical -m¨¢s larga a¨²n que el conflicto entre Cuba y Estados Unidos- y las piensa aplicar cuando se presente junto con sus compa?eros del Buena Vista Social Club ante el presidente Barack Obama.

Portuondo (La Habana, 1930) es consciente aun as¨ª de que har¨¢ historia al pisar junto con compa?eros de escenario como Eliades Ochoa el lugar desde donde se tomaron las decisiones que durante m¨¢s de 50 a?os marcaron la hostil relaci¨®n con Cuba. Y tampoco olvida que tendr¨¢ la oportunidad de ver cara a cara al presidente que ha ordenado el principio del fin de esa enemistad hist¨®rica al iniciar, el pasado 17 de diciembre, la normalizaci¨®n de relaciones con la isla que, con este concierto tan especial, se apuntala un poquito m¨¢s.

¡°Dicen que es la primera vez que se presentan m¨²sicos cubanos, est¨¢ bien, nos satisface mucho, es una oportunidad muy bonita, muy hermosa de representar a nuestro pa¨ªs y a nuestra m¨²sica. Eso es muy importante¡±, dice Portuondo en conversaci¨®n telef¨®nica desde California, hasta donde la ha llevado Adi¨®s, la gira de despedida del Buena Vista Social Club, antes de su cita en Washington.

Pero su objetivo ante su presentaci¨®n en la Casa Blanca, en una velada para celebrar el Mes de la Herencia Hispana, es el mismo, asegura, que el que se marca en cada una de sus actuaciones: lograr que el p¨²blico disfrute, ya se trate de presidentes o personas comunes y corrientes.

¡°Es una de las cosas importantes para el ser humano, que haya disfrute, porque la vida es fuerte y por lo menos ese ratico de concierto lo pasan muy bien¡±, se?ala Portuondo. ¡°Haremos algo que sea divertido, bueno, que sea cubano, y lo vamos a hacer con el gusto de siempre, con mucho gusto¡±, promete.

La m¨²sica no tiene fronteras" Omara Portuondo

Si hay algo que lamenta, es que no va a actuar la banda al completo, por problemas de espacio. ¡°No vamos a poder ir todos, todos, ojal¨¢ pudi¨¦ramos, pero parece que no es tan grande¡± el escenario, explica, aunque subraya que si hay alguien que no faltar¨¢ ese es Eliades Ochoa, el otro integrante original del grupo que en 1996, bajo la batuta de Ry Cooder, inici¨® la leyenda del Buena Vista Social Club. El repertorio estar¨¢ tambi¨¦n ajustado al tiempo que se les d¨¦ en la velada, por lo que tampoco se ha planteado dedicarle ning¨²n tema concreto al presidente y al resto del p¨²blico. ¡°Esperemos que todo sea muy especial¡±, indica.

?Pero espera poder arrancarle alg¨²n baile al presidente Obama? Portuondo se vuelve a re¨ªr. ¡°El problema de la m¨²sica es como el problema del amor, tienes que tener sensibilidad para ¨¦l y si te gusta tanto, bailas, cantas, pero todo muy espont¨¢neo¡±, advierte. En el caso de Obama, ¡°Si lo siente, por supuesto que lo va a hacer, sin obligaci¨®n ni nada, eso es algo muy espont¨¢neo¡±, insiste.

A la artista habituada a compartir escenario y tertulias con estrellas y personalidades de todo el mundo, no le pone especialmente nerviosa actuar en un sitio como la Casa Blanca. Tampoco se ha puesto a pensar a¨²n, admite, qu¨¦ le dir¨¢ si tiene ocasi¨®n de conversar con Obama. Bueno, hay una cosa que s¨ª le comentar¨ªa, confiesa. ¡°Me gustar¨ªa decirle que me presentara a la esposa (Michelle Obama), me parece muy interesante la esposa de ¨¦l, de un presidente¡±.

Portuondo es reacia a hablar de pol¨ªtica, incluso en estos momentos en que, con la normalizaci¨®n de relaciones, resulta inevitable buscar en cada gesto o palabra una se?al. Lo suyo siempre fue la m¨²sica y eso, subraya, no entiende de fronteras. ¡°La m¨²sica es una cosa universal, no tiene paradas, no hay nada que pueda parar a la m¨²sica, se expande como el aire, como la lluvia, como el cicl¨®n, porque es natural, es la naturaleza, la m¨²sica no tiene fronteras¡±, sostiene.

¡°La m¨²sica le da vida al ser humano, es el esp¨ªritu, el coraz¨®n, la alegr¨ªa de vivir¡±, insiste la vivaz octogenaria, que ya arrancaba encendidos aplausos a ambos lados del Estrecho de la Florida antes de que la pol¨ªtica congelara las relaciones que este jueves, con su actuaci¨®n, volver¨¢n a estrecharse un poco m¨¢s.