La visita de Xi abre una ¡°era dorada¡± entre China y Reino Unido

El presidente de China, Xi Jinping, se encuentra ya en Londres para escenificar, en palabras del primer ministro David Cameron, la apertura de la ¡°era dorada¡± en las relaciones entre ambos pa¨ªses. Una agenda que incluye tres noches bajo el mismo techo que la reina en el palacio de Buckingham, desplazamientos en el carruaje real, banquete de gala, discurso ante ambas c¨¢maras del Parlamento, visitas a las instituciones claves de la City y encuentros con el primer ministro y el l¨ªder de la oposici¨®n, da pistas sobre la magnitud de la alfombra roja que el pa¨ªs ha desplegado bajo los pies del primer presidente chino que visita el pa¨ªs en diez a?os. Y sugiere todo un cambio, con profundas implicaciones, en la pol¨ªtica exterior de Reino Unido.

La visita ha desatado cr¨ªticas por parte de diplom¨¢ticos de los aliados tradicionales de Reino Unido, activistas de derechos humanos y hasta una docena de premios Nobel de la paz. Pero el titular del Foreign Office, Philip Hammond, ha aclarado esta ma?ana en la BBC que Reino Unido estrecha sus relaciones con China ¡°con los ojos bien abiertos¡±. Y ha negado que su comportamiento sea ¡°naif¡± y que el pa¨ªs act¨²e como un ¡°perrito faldero¡± con Pek¨ªn. Fuentes de Downing Street aseguran que ¡°nada est¨¢ fuera de la mesa¡± en las conversaciones que se mantendr¨¢n estos d¨ªas. Las mismas fuentes insisten en que no se eludir¨¢n temas delicados como el historial de China en abusos de los derechos humanos o los ciberataques.

Cameron asegur¨® ayer en los Comunes, en respuesta a una pregunta del l¨ªder de la oposici¨®n laborista, Jeremy Corbyn, que tambi¨¦n abordar¨¢ con Xi la bajada del precio del acero en los mercados internacionales debido a la competencia a la baja de la subsidiada industria china. Coincidiendo con el inicio de la visita oficial, la acerera india Tata ha anunciado que eliminar¨¢ 1.200 empleos en sus plantas brit¨¢nicas, ¡°en respuesta a un cambio en el mercado causado por una invasi¨®n de importaciones baratas, particularmente de China¡±. Pero Hammond ha advertido, en su entrevista en la radio, que Cameron no presionar¨¢ en exceso a Xi sobre este asunto, porque Reino Unido no puede ¡°construir un muro alrededor de su industria¡±.

Hammond ha asegurado que Reino Unido es una de las pocas econom¨ªas occidentales que ha abierto a la inversi¨®n extranjera importantes proyectos de infraestructuras y que China quiere ¡°un poco de esa acci¨®n¡±. La visita, seg¨²n Cameron, supondr¨¢ el cierre de inversiones comerciales por valor de 30.000 millones de libras (42.000 millones de euros), que supondr¨¢n la creaci¨®n de m¨¢s de 3.900 puestos de trabajo. El principal de los proyectos de inversi¨®n, y acoso el m¨¢s controvertido, es la entrada de empresas chinas en el programa de energ¨ªa nuclear de Reino Unido, anunciado el mes pasado, que incluye la construcci¨®n en suelo brit¨¢nico de la primera planta de energ¨ªa nuclear de dise?o chino en Occidente.

La visita ser¨¢ la oportunidad de cerrar un centenar de acuerdos que hoy por hoy no son m¨¢s que promesas de colaboraci¨®n entre ambos pa¨ªses. Entre ellos, la intenci¨®n de China de emitir deuda p¨²blica en yuanes en Londres, convirtiendo a la City en el principal centro financiero para negocios en divisa china fiera de la franja horaria del pa¨ªs asi¨¢tico.

El estrechamiento de relaciones de Reino Unido con China ya suscit¨® cr¨ªticas en Estados Unidos, enfrentado al pa¨ªs asi¨¢tico en cuestiones como el ciberespionaje o las disputas territoriales en aguas del sur del mar de China. En marzo de este a?o la Casa Blanca se mostr¨® ¡°preocupada¡± por la ¡°tendencia de acuerdo constante con China¡± de sus socio brit¨¢nico, despu¨¦s de que Reino Unido anunciara su decisi¨®n de participar en la creaci¨®n del Banco Asi¨¢tico de Inversiones en Infraestructuras, una nueva instituci¨®n financiera que puede aspirar a competir con el Banco Mundial, el FMI y el Banco de Desarrollo Asi¨¢tico.

El c¨¢lido recibimiento que ofrece estos d¨ªas Reino Unido al presidente chino y a su esposa, cuya agenda la convierte en la m¨¢s importante visita diplom¨¢tica al pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os, no mitigar¨¢ ese malestar en su tradicional aliado atl¨¢ntico. Y ser¨¢ interpretado como un signo de que Reino Unido, mientras se acerca a China, se aleja de centro de decisiones entre EE UU y Europa.