Un documental cuestiona el fracaso de la Constituci¨®n ciudadana islandesa
Tras la crisis el pa¨ªs vot¨® en refer¨¦ndum una nueva Ley Fundamental que nunca entr¨® en vigor
De la noche a la ma?ana de un d¨ªa de oto?o de 2008 los bancos de Islandia entraron en quiebra debido a la crisis de los bonos basura. Miles de islandeses perdieron sus propiedades, sus coches, viviendas y estilo de vida. Aquel sistema socioecon¨®mico considerado hasta entonces mod¨¦lico fue, de pronto, emblema del fracaso de una sociedad opulenta. ¡°M¨¢s que una crisis econ¨®mica, fue una crisis de valores, de los valores que nos guiaron durante tanto tiempo y que se demostraron equivocados¡±, explica uno de los entrevistados por Eileen Jerrett en el documental Bloubarry soup, dedicado a la crisis islandesa y al proceso impulsado por los movimientos civiles para la promulgaci¨®n de una nueva Constituci¨®n. La pel¨ªcula se ha presentado el martes en Madrid en la facultad de Ciencias Pol¨ªticas de la UNED y est¨¢ disponible en Internet.
El modelo constitucional elegido consisti¨® en involucrar a los ciudadanos en el debate a trav¨¦s de una web y las redes sociales. Los ojos del mundo miraron a Islandia, un caso de vanguardia en participaci¨®n directa para modificar su ley de leyes. De los 320.000 islandeses, m¨¢s de 500 se presentaron a la consulta para elegir a los 25 ciudadanos que formaron el consejo que iba a elaborar las propuestas concretas de una nueva Constituci¨®n. Ninguno de ellos era pol¨ªtico. El texto fue elaborado en 2013 y votado por un refer¨¦ndum en el que la participaci¨®n fue inferior al 50% del censo. El Parlamento island¨¦s decidi¨® no debatirlo, congelando la revoluci¨®n islandesa.
Eileen Jerrett, una joven productora neoyorquina de 32 a?os que ha dado voz a los promotores de aquel proyecto, considera, sin embargo, que por lo que respecta a la relaci¨®n entre tecnolog¨ªa y pol¨ªtica se trat¨® de un ¡°experimento exitoso¡±: ¡°No creo que fuera una revoluci¨®n, pero s¨ª un m¨¦todo innovador sobre c¨®mo involucrar m¨¢s personas en la pol¨ªtica gracias a las redes sociales. Esto vale tanto para la peque?a Islandia como para la comunidad global, y esto s¨ª que puede considerarse revolucionario¡±, ha afirmado Jerrett. La relevancia del caso island¨¦s, insiste Jerrett, concierne al hecho de que, por ejemplo, en Alemania los partidos pol¨ªticos est¨¢n ahora mismo experimentando m¨¦todos participativos a trav¨¦s de Internet y las redes sociales, cuyo fin es dirigir e influir en la agenda pol¨ªtica.
Blueberry Soup (sopa de ar¨¢ndano, en ingl¨¦s), el t¨ªtulo del documental, es una met¨¢fora de la crisis islandesa: puede tomarse fr¨ªa o caliente, de la misma forma que no todos consideran el proceso constituyente island¨¦s 2.0 como relevante o innovador. Santiago Sanchez Gonz¨¢lez, catedr¨¢tico de derecho pol¨ªtico de la UNED, cree que lo que se consigui¨® en Islandia fue un ¡°llorar en el desierto¡±. ¡°La idea del nuevo empiezo, aunque sea a trav¨¦s de una nueva Constituci¨®n, lleva consigo siempre algo de simplismo¡±, explica el catedr¨¢tico, a?adiendo que el ¡°modelo island¨¦s¡± dif¨ªcilmente podr¨¢ exportarse. Sobre todo porque faltan las condiciones necesarias para crear una red homog¨¦nea de codecisi¨®n: ¡°Islandia es un pa¨ªs peque?o ¨Cun simple distrito de Madrid tiene m¨¢s poblaci¨®n de todo el pa¨ªs escandinavo-; est¨¢ aislado del resto del mundo y su proceso constituyente recuerda la revoluci¨®n de 1968, cuando nos pregunt¨¢bamos: ?¡®La revoluci¨®n tiene futuro¡¯?¡±, ha explicado el catedr¨¢tico durante la presentaci¨®n del documental.
M¨¢s que una revoluci¨®n, el esbozo de Constituci¨®n ciudadana island¨¦s fue una reforma del texto vigente, con la aportaci¨®n novedosa de la inclusi¨®n de los derechos de los animales entre los derechos fundamentales del Estado. Cada asamblea del consejo de los 25 constituyentes terminaba con una nota positiva o una canci¨®n, y el objetivo de muchos de ellos era dar un nuevo fundamento a ¡°una sociedad de ciudadanos y no de consumidores¡±. ¡°Hace falta idealismo¡±; ¡°No quiero acatar leyes sin preguntarme por qu¨¦¡±; ¡°Siento gratitud porque todo acab¨® en pedazos¡±; ¡°Quiero un cambio¡±; ¡°Odio la pol¨ªtica¡± fueron solo unas de las frases de los islandeses entrevistados por Jerrett en el documental. El proyecto qued¨® de facto atrapado en su proceso, aunque sus promotores consideren que la principal victoria fue precisamente el paso intermedio: ¡°Quiero un lugar donde poder ser feliz¡±, explicaba ut¨®picamente uno de los entrevistados.
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